Malloy era un vagabundo de origen irlandés de los años 30 en New York, desafortunadamente, se rodearía de personas de mal pasar que, intentando sacar rédito de su muerte, lo pondrían bajo tres seguros de vida. Estos eran cuatro hombres apellidados Murphy, Marino, Pasqua y Kriesberg. Quienes esperaban cobrar un seguro casi equivalente a 60 mil dólares actuales. El asesinato debía parecer una muerte natural por lo que pensaron en envenenarlo con alcohol, uno de los grandes vicios de Malloy, para así engañar a la aseguradora. No fue tan sencillo.
Comentarios
Y después fue nombrado santo patrono del kalimotxo...
A quién se le ocurre tratar de asesinar a un irlandés con alcohol... es como tratar de matar a un vasco a base de darle de comer.
Que barbaro !. Vaya historia
Ni siquiera un sandwich hecho a partir de sardinas podridas y fragmentos de hojas de afeitar.
Si que tendria hambre
#2
jajajjajajajajajajaj no lo havia pillado.