El tema que se debate aquí es muy sencillo: ¿Merece ser escuchado todo tipo de opinión, por impopular que sea? Plantead esta pregunta en estos términos y casi todos los ingleses sentirán que su deber es responder: «Sí». Pero dadle una forma concreta y preguntad: ¿Qué os parece si atacamos a Stalin? ¿Tenemos derecho a ser oídos? Y la respuesta más natural será: «No» ...
Afortunadamente, señor Orwell, ya nadie defiende a Stalin. Que consiguió matar a cuarenta millones de conciudadanos de la manera más horrible mientras Europa entera callaba o hacía cosas peores.
Si gran parte de los retrasos en la toma de Berlín derivaron de que Churchill (que también era algo hijoputa, pero sin llegar a esos extremos) se negaba a negociar con Stalin porque le consideraba peor que Hitler (y no sin razón).
Para mí, personalmente no es cosa de que sea impopular o no, es cosa de que el que opina sepa de que habla y de si quiere ver la realidad o no. Con lo cual hay opiniones populares que no valen la pena y opiniones impopulares de gran importancia.
Comentarios
Quizá no sea el lugar más indicado donde formular esa pregunta.
Afortunadamente, señor Orwell, ya nadie defiende a Stalin. Que consiguió matar a cuarenta millones de conciudadanos de la manera más horrible mientras Europa entera callaba o hacía cosas peores.
#1 Existen. Tengo una amiga que está en el PCE, stalinista y a favor de corea del norte. Hay de todo en esta vida.
Ya lo sé, ya, #3. Siempre. Con cualquiera. Nadie escuchaba a Orwell, que se quedó ronco de decir que Stalin era un hijo de puta.
Grande George Orwell.
#1 Deja de mirar el dedo con el que te señalan la luna, hipoglúcido.
#1 "ya nadie defiende a Stalin"
De hecho aqui en meneame hay varios energumenos que lo defienden, o lo defendian no se si fueron baneados...
Si gran parte de los retrasos en la toma de Berlín derivaron de que Churchill (que también era algo hijoputa, pero sin llegar a esos extremos) se negaba a negociar con Stalin porque le consideraba peor que Hitler (y no sin razón).
Para mí, personalmente no es cosa de que sea impopular o no, es cosa de que el que opina sepa de que habla y de si quiere ver la realidad o no. Con lo cual hay opiniones populares que no valen la pena y opiniones impopulares de gran importancia.
Bueno, aún siguen campando por las salidas del metro los chicos/as del POSI, maoistas convencidos y auténticos túneles del tiempo vivientes.