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Hay un chiste ahí escondido, en alguna parte...
Ah, sí...
¿Que estan esperando? ¿A que rompan aguas?
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#2:
Las recientes filtraciones de altos cargos de Medio Rural sobre la "falta de actitud y aptitud" de los brigadistas propios de la Xunta generó un verdadero aluvión de críticas de los sindicatos del Servicio Público de Defensa contra Incendios Forestales (Spdcif). A los reproches al respecto de CC OO y CSI-F se unió más recientemente la CIG, que censuró el deterioro consciente" de la imagen de esos trabajadores por parte del Gobierno gallego. La confederación, que alertó sobre el "caos organizativo" del dispositivo contraincendios de este año, reveló además que el departamento que dirige Samuel Juárez "pone en riesgo la salud" de las operarias embarazadas que luchan contra los incendios al "hacer" les ir en uno todo terreno por el monte al considerar que no corren riesgo" pese a su estado.
Así lo asegura Daniel Veiga, delegado de prevención de riesgos y responsable del comité de empresa de Medio Rural en Pontevedra, que añade que la consejería "les deniega los permisos de maternidad y lactancia", así como la "suspensión por riesgo". Esta última fórmula legal intenta evitar que esas mujeres permanezcan en un puesto en el que exista un riesgo para su salud o la de su hijo. Según explica, "hay varios casos de este tipo", por el que la CIG presentó varias denuncias ante Inspección de trabajo, ya que la Xunta "no les adapta el puesto" y la Mutua Gallega, la responsable de la tramitación de esos permisos, "deniega de manera sistemática esta suspensión del contrato con la única finalidad de ahorrar cuartos desinteresándose por la suerte que corra la salud de la trabajadora y de su hijo", indica Veiga.
EXPUESTAS A SUBSTANCIAS TÓXICAS
La CIG asegura que "hay varios casos" de trabajadoras encintas expuestas a elementos "tóxicos" procedentes de los humos causados por la combustión, los retardantes y otras substancias. Además, el sindicato mantiene que estas mujeres soportan "riesgos biológicos y aquellos derivados del trabajo nocturno y a tandas de hasta 12 horas continuadas".
Aun por encima, estas tareas se lleva a cabo "en el monte y en vehículos todo terreno, por el que es obvio que la extracción de leche materna es una misión imposible", revela Daniel Veiga. Ante este panorama, acusa a la Junta del PP de "promocionar una Ley de la Familia cuando por otra banda deja desprotegida la maternidad de sus propias trabajadoras, inhibiéndose de su responsabilidad y permitiendo el abuso de la Mutua Gallega, que antepone su cuenta de resultados a la salud de la trabajadora y el hijo", dice.
LA LEY MANDA ADAPTAR ESOS PUESTOS
La Ley de prevención de riesgos laborales, del año 1995 establece que las trabajadoras embarazadas y en período de lactancia no prestarán sus servicios en tandas rotativas ni harán cometidos nocturnos. Esta norma recoge que se le adaptarán sus condiciones laborales y se cambiará su puesto de traballo"no caso de que exista un posible riesgo para su salud o la de su hijo", explica Veiga. Asimismo, el plan de prevención de riesgos laborales de la Xunta "contempla la obligación de identificar los puestos que tienen riesgo para el embarazo y el período de lactación", añade. No obstante, "a día de hoy estos puestos no están identificados" y el Ejecutivo gallego "también muestra el mismo desprecio al no realizar una evaluación de riesgos en los puestos", revela lo delegado de prevención.
Por todo esto, la CIG exige "el cumplimiento de la ley y la protección de los permisos de maternidad y lactancia", reclama Daniel Veiga, ya que "la Xunta sigue sin convocar los comités de seguridad y salud laboral" pese a la "insistencia" del sindicato.
OTROS PROBLEMAS
Estos problemas en el dispositivo de extinción autonómico se unen a las carencias en el suministro de alimento y agua a las brigadas cuando realizan horas extras, a las deficiencias en la ropa y en el material de los brigadistas, así como a falta de jefes de cuadrilla en muchos distritos forestales.
Además, como reveló Xornal, las brigadas de investigación que analizan las causas de los incendios están prácticamente desmanteladas y los sindicatos alertaron de los componentes tóxicos de la substancia retardante y de la escasez de motobombas para una extinción "eficaz" de los incendios. Por otro lado, la Xunta, que este año reduce los medios y los presupuestos en el plan contra los incendios, puso en marcha con mes y medio de atraso los dos aviones de coordinación contra los fuegos, que pueden tener hasta 40 años de antigüedad.
PUESTOS DE VIGILANCIA VACÍOS O CERRADOS POR FIESTAS
A esto hay que unir que los vehículos coreanos que Medio Rural adquirió en los años 90 para las brigadas se averían con facilidad y no aguantan más de 100.000 kilómetros, que el refugio de los brigadistas de Pantón (Lugo) permanece cerrado por las fiestas parroquiales de San Vicente de Castillón y que la reducción de efectivos deja numerosos puestos de observación sin vigilancia.
Asimismo, la Xunta se negó a adelantar la época de máximo riesgo a pesar de la vaga de calor africano que dejó tras de sí numerosos fuegos en junio. Con el dispositivo al completo aun comenzando a funcionar, la primera fin de semana de julio resultaron calcinadas 800 hectáreas en más de 70 incendios superiores a 20 hectáreas, ya que Medio Rueal no informa de los de menor entidad. Se dio la casualidad de que el sábado día 2, más del 20% de los brigadistas estaban en un examen para ascender de categoría profesional.
Medio Rural incluso cerró en esas fechas las bases helitransportadas de la empresa pública Seaga, el otro cuerpo que conforma los medios de extinción en Galicia, a lo que se oponen los sindicatos del Spdcif al considerarlo "un chiringuito". El titular del Medio Rural llegó a sugerir que tras los incendios estaban los trabajadores de esa empresa, algo del que se retractó posteriormente. Se da la circunstancia de que el alcalde de Santiago, el popular Gerardo Conde Roa, fue trasladado en un helicóptero de Seaga al Gaiás junto a técnicos de la Copa Davis, cuando la ciudad optó sin éxito a acoger las semifinales de ese torneo de tenis. Estos hechos se produjeron el pasado 26 de julio, en plena época de máximo riesgo de incendios, y la aeronave con base en Castromaior no pudo llevar a la comitiva de vuelta ya que tuvo que partir para sofocar un incendio.
Así lo asegura Daniel Veiga, delegado de prevención de riesgos y responsable del comité de empresa de Medio Rural en Pontevedra, que añade que la consejería "les deniega los permisos de maternidad y lactancia", así como la "suspensión por riesgo". Esta última fórmula legal intenta evitar que esas mujeres permanezcan en un puesto en el que exista un riesgo para su salud o la de su hijo. Según explica, "hay varios casos de este tipo", por el que la CIG presentó varias denuncias ante Inspección de trabajo, ya que la Xunta "no les adapta el puesto" y la Mutua Gallega, la responsable de la tramitación de esos permisos, "deniega de manera sistemática esta suspensión del contrato con la única finalidad de ahorrar cuartos desinteresándose por la suerte que corra la salud de la trabajadora y de su hijo", indica Veiga.
EXPUESTAS A SUBSTANCIAS TÓXICAS
La CIG asegura que "hay varios casos" de trabajadoras encintas expuestas a elementos "tóxicos" procedentes de los humos causados por la combustión, los retardantes y otras substancias. Además, el sindicato mantiene que estas mujeres soportan "riesgos biológicos y aquellos derivados del trabajo nocturno y a tandas de hasta 12 horas continuadas".
Aun por encima, estas tareas se lleva a cabo "en el monte y en vehículos todo terreno, por el que es obvio que la extracción de leche materna es una misión imposible", revela Daniel Veiga. Ante este panorama, acusa a la Junta del PP de "promocionar una Ley de la Familia cuando por otra banda deja desprotegida la maternidad de sus propias trabajadoras, inhibiéndose de su responsabilidad y permitiendo el abuso de la Mutua Gallega, que antepone su cuenta de resultados a la salud de la trabajadora y el hijo", dice.
LA LEY MANDA ADAPTAR ESOS PUESTOS
La Ley de prevención de riesgos laborales, del año 1995 establece que las trabajadoras embarazadas y en período de lactancia no prestarán sus servicios en tandas rotativas ni harán cometidos nocturnos. Esta norma recoge que se le adaptarán sus condiciones laborales y se cambiará su puesto de traballo"no caso de que exista un posible riesgo para su salud o la de su hijo", explica Veiga. Asimismo, el plan de prevención de riesgos laborales de la Xunta "contempla la obligación de identificar los puestos que tienen riesgo para el embarazo y el período de lactación", añade. No obstante, "a día de hoy estos puestos no están identificados" y el Ejecutivo gallego "también muestra el mismo desprecio al no realizar una evaluación de riesgos en los puestos", revela lo delegado de prevención.
Por todo esto, la CIG exige "el cumplimiento de la ley y la protección de los permisos de maternidad y lactancia", reclama Daniel Veiga, ya que "la Xunta sigue sin convocar los comités de seguridad y salud laboral" pese a la "insistencia" del sindicato.
OTROS PROBLEMAS
Estos problemas en el dispositivo de extinción autonómico se unen a las carencias en el suministro de alimento y agua a las brigadas cuando realizan horas extras, a las deficiencias en la ropa y en el material de los brigadistas, así como a falta de jefes de cuadrilla en muchos distritos forestales.
Además, como reveló Xornal, las brigadas de investigación que analizan las causas de los incendios están prácticamente desmanteladas y los sindicatos alertaron de los componentes tóxicos de la substancia retardante y de la escasez de motobombas para una extinción "eficaz" de los incendios. Por otro lado, la Xunta, que este año reduce los medios y los presupuestos en el plan contra los incendios, puso en marcha con mes y medio de atraso los dos aviones de coordinación contra los fuegos, que pueden tener hasta 40 años de antigüedad.
PUESTOS DE VIGILANCIA VACÍOS O CERRADOS POR FIESTAS
A esto hay que unir que los vehículos coreanos que Medio Rural adquirió en los años 90 para las brigadas se averían con facilidad y no aguantan más de 100.000 kilómetros, que el refugio de los brigadistas de Pantón (Lugo) permanece cerrado por las fiestas parroquiales de San Vicente de Castillón y que la reducción de efectivos deja numerosos puestos de observación sin vigilancia.
Asimismo, la Xunta se negó a adelantar la época de máximo riesgo a pesar de la vaga de calor africano que dejó tras de sí numerosos fuegos en junio. Con el dispositivo al completo aun comenzando a funcionar, la primera fin de semana de julio resultaron calcinadas 800 hectáreas en más de 70 incendios superiores a 20 hectáreas, ya que Medio Rueal no informa de los de menor entidad. Se dio la casualidad de que el sábado día 2, más del 20% de los brigadistas estaban en un examen para ascender de categoría profesional.
Medio Rural incluso cerró en esas fechas las bases helitransportadas de la empresa pública Seaga, el otro cuerpo que conforma los medios de extinción en Galicia, a lo que se oponen los sindicatos del Spdcif al considerarlo "un chiringuito". El titular del Medio Rural llegó a sugerir que tras los incendios estaban los trabajadores de esa empresa, algo del que se retractó posteriormente. Se da la circunstancia de que el alcalde de Santiago, el popular Gerardo Conde Roa, fue trasladado en un helicóptero de Seaga al Gaiás junto a técnicos de la Copa Davis, cuando la ciudad optó sin éxito a acoger las semifinales de ese torneo de tenis. Estos hechos se produjeron el pasado 26 de julio, en plena época de máximo riesgo de incendios, y la aeronave con base en Castromaior no pudo llevar a la comitiva de vuelta ya que tuvo que partir para sofocar un incendio.
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Las recientes filtraciones de altos cargos de Medio Rural sobre la "falta de actitud y aptitud" de los brigadistas propios de la Xunta generó un verdadero aluvión de críticas de los sindicatos del Servicio Público de Defensa contra Incendios Forestales (Spdcif). A los reproches al respecto de CC OO y CSI-F se unió más recientemente la CIG, que censuró el deterioro consciente" de la imagen de esos trabajadores por parte del Gobierno gallego. La confederación, que alertó sobre el "caos organizativo" del dispositivo contraincendios de este año, reveló además que el departamento que dirige Samuel Juárez "pone en riesgo la salud" de las operarias embarazadas que luchan contra los incendios al "hacer" les ir en uno todo terreno por el monte al considerar que no corren riesgo" pese a su estado.
Así lo asegura Daniel Veiga, delegado de prevención de riesgos y responsable del comité de empresa de Medio Rural en Pontevedra, que añade que la consejería "les deniega los permisos de maternidad y lactancia", así como la "suspensión por riesgo". Esta última fórmula legal intenta evitar que esas mujeres permanezcan en un puesto en el que exista un riesgo para su salud o la de su hijo. Según explica, "hay varios casos de este tipo", por el que la CIG presentó varias denuncias ante Inspección de trabajo, ya que la Xunta "no les adapta el puesto" y la Mutua Gallega, la responsable de la tramitación de esos permisos, "deniega de manera sistemática esta suspensión del contrato con la única finalidad de ahorrar cuartos desinteresándose por la suerte que corra la salud de la trabajadora y de su hijo", indica Veiga.
EXPUESTAS A SUBSTANCIAS TÓXICAS
La CIG asegura que "hay varios casos" de trabajadoras encintas expuestas a elementos "tóxicos" procedentes de los humos causados por la combustión, los retardantes y otras substancias. Además, el sindicato mantiene que estas mujeres soportan "riesgos biológicos y aquellos derivados del trabajo nocturno y a tandas de hasta 12 horas continuadas".
Aun por encima, estas tareas se lleva a cabo "en el monte y en vehículos todo terreno, por el que es obvio que la extracción de leche materna es una misión imposible", revela Daniel Veiga. Ante este panorama, acusa a la Junta del PP de "promocionar una Ley de la Familia cuando por otra banda deja desprotegida la maternidad de sus propias trabajadoras, inhibiéndose de su responsabilidad y permitiendo el abuso de la Mutua Gallega, que antepone su cuenta de resultados a la salud de la trabajadora y el hijo", dice.
LA LEY MANDA ADAPTAR ESOS PUESTOS
La Ley de prevención de riesgos laborales, del año 1995 establece que las trabajadoras embarazadas y en período de lactancia no prestarán sus servicios en tandas rotativas ni harán cometidos nocturnos. Esta norma recoge que se le adaptarán sus condiciones laborales y se cambiará su puesto de traballo"no caso de que exista un posible riesgo para su salud o la de su hijo", explica Veiga. Asimismo, el plan de prevención de riesgos laborales de la Xunta "contempla la obligación de identificar los puestos que tienen riesgo para el embarazo y el período de lactación", añade. No obstante, "a día de hoy estos puestos no están identificados" y el Ejecutivo gallego "también muestra el mismo desprecio al no realizar una evaluación de riesgos en los puestos", revela lo delegado de prevención.
Por todo esto, la CIG exige "el cumplimiento de la ley y la protección de los permisos de maternidad y lactancia", reclama Daniel Veiga, ya que "la Xunta sigue sin convocar los comités de seguridad y salud laboral" pese a la "insistencia" del sindicato.
OTROS PROBLEMAS
Estos problemas en el dispositivo de extinción autonómico se unen a las carencias en el suministro de alimento y agua a las brigadas cuando realizan horas extras, a las deficiencias en la ropa y en el material de los brigadistas, así como a falta de jefes de cuadrilla en muchos distritos forestales.
Además, como reveló Xornal, las brigadas de investigación que analizan las causas de los incendios están prácticamente desmanteladas y los sindicatos alertaron de los componentes tóxicos de la substancia retardante y de la escasez de motobombas para una extinción "eficaz" de los incendios. Por otro lado, la Xunta, que este año reduce los medios y los presupuestos en el plan contra los incendios, puso en marcha con mes y medio de atraso los dos aviones de coordinación contra los fuegos, que pueden tener hasta 40 años de antigüedad.
PUESTOS DE VIGILANCIA VACÍOS O CERRADOS POR FIESTAS
A esto hay que unir que los vehículos coreanos que Medio Rural adquirió en los años 90 para las brigadas se averían con facilidad y no aguantan más de 100.000 kilómetros, que el refugio de los brigadistas de Pantón (Lugo) permanece cerrado por las fiestas parroquiales de San Vicente de Castillón y que la reducción de efectivos deja numerosos puestos de observación sin vigilancia.
Asimismo, la Xunta se negó a adelantar la época de máximo riesgo a pesar de la vaga de calor africano que dejó tras de sí numerosos fuegos en junio. Con el dispositivo al completo aun comenzando a funcionar, la primera fin de semana de julio resultaron calcinadas 800 hectáreas en más de 70 incendios superiores a 20 hectáreas, ya que Medio Rueal no informa de los de menor entidad. Se dio la casualidad de que el sábado día 2, más del 20% de los brigadistas estaban en un examen para ascender de categoría profesional.
Medio Rural incluso cerró en esas fechas las bases helitransportadas de la empresa pública Seaga, el otro cuerpo que conforma los medios de extinción en Galicia, a lo que se oponen los sindicatos del Spdcif al considerarlo "un chiringuito". El titular del Medio Rural llegó a sugerir que tras los incendios estaban los trabajadores de esa empresa, algo del que se retractó posteriormente. Se da la circunstancia de que el alcalde de Santiago, el popular Gerardo Conde Roa, fue trasladado en un helicóptero de Seaga al Gaiás junto a técnicos de la Copa Davis, cuando la ciudad optó sin éxito a acoger las semifinales de ese torneo de tenis. Estos hechos se produjeron el pasado 26 de julio, en plena época de máximo riesgo de incendios, y la aeronave con base en Castromaior no pudo llevar a la comitiva de vuelta ya que tuvo que partir para sofocar un incendio.
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En vez de proteger a las futuras mamas y animarlas para que tengan mas hijos,parece que se empeñen en todo lo contrario.
Los responsables de este disparate¿mandarían a sus mujeres embarazadas a luchar contra el fuego?,poco aprecio demuestran algunos por la vida de los demás.
Me van a caer negativos por todas las esquinas pero, dejando a un lado la parte en la que deberían tener una posible exención, baja, o lo que sea por estar embarazadas... esto... ¿cómo se puede adaptar el trabajo de brigadista para una? es decir, no creo yo que el fuego vaya a arder menos si eres mujer embarazada.
#10 En el texto lo explica: hay puestos de vigilancia sin cubrir, por reducción de personal y hasta por fiestas patronales.
Al principio pensé que el titular podría ser sensacionalista, porque al fin y al cabo una brigadista embarazada de tres meses tal vez puede apagar incendios, no lo sé, pero, leyendo más, es una aberración total cuando se niegan a reconocer los riesgos laborales estipulados por ley (de lo que se deduce que las mandan en cualquier estado de gestación), y deniegan los permisos de maternidad e y lactancia a las trabajadoras.
¡Y esto lo hace la Administración pública! Luego nos extrañamos de que las empresas privadas aprieten la ley al límite.
¿Esto no es mobbing? Porque me suena a que quieren putear a las embarazadas para que dejen el trabajo. Aparte de poner en riesgo grabe a toda la brigada. Imaginaos que se pone de parto en mitad de un incendio.
#10 Si la brigadista está igual de fuerte que un brigadista, ningún problema. El absurdo es cuando ponen el listón a distinta altura para hombres y mujeres. Lo entiendo en otros trabajos, pero en uno en el que te enfrentas a elementos naturales que no distinguen de sexo, debería haber un baremo único.
Galicia, la Noruega del sur de Europa (vid. http://www.rtve.es/alacarta/videos/espanoles-en-el-mundo/espanoles-mundo-oslo/985414/#aHR0cDovL3d3dy5ydHZlLmVzL2FsYWNhcnRhL2ludGVybm8vY29udGVudHRhYmxlLnNodG1sP3BicT0zJm1vZGw9VE9DJmxvY2FsZT1lcyZwYWdlU2l6ZT0xNSZjdHg9MzA2MTAmYWR2U2VhcmNoT3Blbj1mYWxzZQ== )