Puede resultar un cliché, viniendo de un extranjero, hablar de jamón. Pero lo cierto es que se trata de uno de las grandes manjares de España, y ocupa un lugar especial en el corazón de muchos que visitan Madrid. Lo que yo ignoraba es que ese lugar especial sería mi puerta. Acabo de llegar a Madrid como corresponsal del Guardian, y en el segundo día de esta huelga de limpieza que está empezando a empañar la belleza de esta ciudad, descubrí una pata de jamón bien roído en mi portal.
Comentarios
Simplemente cojonudo.
Qué pena que el sujetador y la pata acabasen separados.
#4 Se habrá ido con otro, las patas no tienen sentimientos.
Genial.
Humor inglés...