Si rescatamos eternamente al ineficiente y a quien genera pérdidas, seguiremos echando al capital. Porque hundimos a los que pagan impuestos, subvencionando a los que los consumen. Hundiendo a las empresas pequeñas y medianas, que generan el 70% del valor añadido en nuestro país, haciendo imposible que crezcan por la legislación más restrictiva, los costes energéticos más altos y la presión fiscal más onerosa posible, para mantener unas veces a un ‘lobby’ y otras veces a otro. Pero lo malo es que ni siquiera se crean empresas fuertes.
Comentarios
La respuesta a la pregunta es evidente: cuando solo haya bancos rescatados y empresas subvencionadas tendremos que seguir pagando de nuestros impuestos para que sigan sobreviviendo empresas zombis.
Lo que dice Andrea.
Peleas a muerte en la Cúpula del Trueno.
Igual ese día los millones de borregos que votan de forma fanática solamente por que esa es su opción política se plantean que están haciendo algo mal.
A veces me desespera ver como mentes lúcidas y capaces de llegar a ver con nititdez la realidad económica de nuestro país, como es el caso de Daniel Lacalle, tengan una visión tan simplista, tan de solo arañar la superficie en lo referente a nuestra realidad política. A veces incluso me da la impresión de que en el fondo Daniel Lacalle espera (o cree) que el PP nos pueda sacar de este hoyo en el que estamos. Para muchos liberales los del PP siguen siendo "los suyos", en contraposición a los nefastos socialistas, tan nefastos como cualquier partido estatal como ahora lo demuestra la realidad que intentan maquillar los diarios. Todavía hay liberales (Cotizalia, donde Lacalle escribe, lo proponía como Ministro "ideal" en Diciembre 2011) que consideran a Rodrigo Rato "como el mejor Ministro de Economía de la Historia de España", sabiendo como saben que simplemente tuvo la "suerte" de estar en el momento justo (entrada del euro, comienzo de la burbuja ¡que nos ha hundido! etc) y en el lugar indicado: España, un país de "moda" y barato al que llegaban los capitales como ahora huyen de él por todo lo contrario.
Sería una pena que alguien de la inteligencia del Sr Lacalle no llegara a asumir que para superar DE VERDAD nuestra decadencia casi atávica no basta con eliminar subvenciones y reducir los gastos públicos políticos (evidentemente ambas cosas son necesarias), también es necesario superar esta democracia de partidos y sindicatos estatales, de la que son cómplices interesados (y por eso la financian) una determinada oligarquía financiera y élite empresarial que impiden el verdadero libre mercado. Las subvenciones ¿qué son, si no una forma paternalista de mantener el control de la iniciativa libre y emprendedora?
Necesitamos democracia de verdad, con separación de poderes, partidos que nazcan y dependan de la ciudadanía. Necesitamos romper con los 5, 25 o 50 privilegiados que siguen haciendo de España un reino mediaval donde el pastel se lo reparten un rey y unos cuantos señores. Necesitamos libertad por todos lados, política y económica, e incentivar la iniciativa civil. Si nos limitamos a esperar que la inercia exterior y cuatro medidas acertadas rebajen nuestra deuda y estabilicen la economía, seguiremos bajo el control de los que con el régimen actual y sus decisiones políticas nos han metido en el hoyo del que difícilmente podrán sacarnos.