La pala de excavadora saca tierra y restos humanos de entre las ruinas de un supermercado en el centro de Puerto Príncipe y varias decenas de personas se precipitan sin dudar bajo las piedras para ver si encuentran comida o algo de valor que puedan revender.Ajena a los ladrones, una patrulla de cascos azules fuertemente armados se concentra en garantizar el trabajo de las excavadoras "Nuestra misión aquí es garantizar que las máquinas trabajen.Los ladrones son problema de la policía haitiana",afirma uno de ellos.
Comentarios
Si mis hijos llevaran 6 días sin comer no quiero contarte de lo que seria capaz con las ruinas del "carrefur" y si consiguiera sovrevir lo mas seguro es que interpusiera una demanda millonaria contra todos estos informadores tan pijos y con la tripa llena que ni siquiera respetan la ley de presunción de inocencia, claro que eso lo dicen por que los acusados son negros y pobres si fueran del primer mundo ya se librarían de hacer tales afirmaciones
Lo jodido y cabreado que estoy con todo esto
Ladrones?? Pero si estarán muertos de hambre. Cuando se habla de ladrones, yo me imagino gente encapuchado robando un banco o una joyería. No unos tíos pegándose por coger algo para poder llevarse a la boca.
Relacionadas
Mejora la distribución de la ayuda y la seguridad en la devastada Haití
Mejora la distribución de la ayuda y la seguridad en la devastada Haití
Mejora la distribución de la ayuda y la seguridad ...
publico.esFrancia exige a EEUU que aclare su papel en Haití
Francia exige a EEUU que aclare su papel en Haití
Francia exige a EEUU que aclare su papel en Haití
publico.esetc
El titular da a entender que las excavadoras facilitan a propósito el saqueo. (Titular muy amarillo)
#2 El titular es el original.Yo no modifico titulares nunca.Es un tanto absurdo darle la interpretacion que le has dado.Gracias por tu voto.
He subido la noticia basicamente por la frase de estos cascos azules.Con esas simples palabras,han expresado con claridad meridiana lo que pasa en ese pais.
Os recomiendo leer "El país de las últimas cosas" de Paul Auster.
La "ficción" se vuelve realidad.