Aunque la entrada parece una sosez, tiene más razón que un santo. Alucino con las contraseñas que utilizan muchos usuarios. La cultura de seguridad, entre los que conozco, es nula o escasísima.
Cuando la has usado demasiado... la escribes al reves
La diferencia es que la contraseña la cambias de que la vea alguien... y la ropa interior la cambias antes si crees que hay opciones de enseñarsela a alguien.
Pues como informátcio con más de 25 años de experiencia, va para 30, tengo que decir (aunque sé que el artículo va de humor) que la exigencia de cambiar las contraseñas con frecuencia me parece perjudicial para la seguridad.
Es precisamente esa obsesión por el cambio regular y frecuente la que hace que la gente use contraseñas cortas, palabras que figuran en el diccionario (que es casi lo mismo que no tener ninguna contraseña), pautas simples de generación, y aún peor, que tenga que guardarlas apuntadas en un papel o en un postít.
En cambio, si fueran de duración indefinida veríamos (bueno, no las veríamos, ya nos entendemos) muchas más contraseñas generadas como se debe, largas, sin significado, y mezclando mayúsculas, minúsculas, símbolos y números.
Comentarios
Una vez al mes, como todo el mundo.
#1, estoy de acuerdo contigo...
una vez al mes, haga o no haga falta.
#1 Si le das la vuelta te dura el doble.
De nada.
Adivina qué está junto a tu ropa interior y tiene forma de asterisco
Aunque la entrada parece una sosez, tiene más razón que un santo. Alucino con las contraseñas que utilizan muchos usuarios. La cultura de seguridad, entre los que conozco, es nula o escasísima.
yo un mes por un lado y otro mes le doy la vuelta y listo
¿Ropa interior? A mí me mola más ir en plan comando
Igual que la contraseña!!!
Cuando la has usado demasiado... la escribes al reves
La diferencia es que la contraseña la cambias de que la vea alguien... y la ropa interior la cambias antes si crees que hay opciones de enseñarsela a alguien.
Yo soy un guarro,no me cambio mucho!
Lo mejor es cambiar mucho de contraseña, pdero tenerla siempre presente en la pantalla del ordenador mediante un possit.
Pues como informátcio con más de 25 años de experiencia, va para 30, tengo que decir (aunque sé que el artículo va de humor) que la exigencia de cambiar las contraseñas con frecuencia me parece perjudicial para la seguridad.
Es precisamente esa obsesión por el cambio regular y frecuente la que hace que la gente use contraseñas cortas, palabras que figuran en el diccionario (que es casi lo mismo que no tener ninguna contraseña), pautas simples de generación, y aún peor, que tenga que guardarlas apuntadas en un papel o en un postít.
En cambio, si fueran de duración indefinida veríamos (bueno, no las veríamos, ya nos entendemos) muchas más contraseñas generadas como se debe, largas, sin significado, y mezclando mayúsculas, minúsculas, símbolos y números.