as nuevas tecnologías de la comunicación provocan más de un comportamiento histérico en el personal de las organizaciones. Sobre todo cuando éstas no cuentan con gente especializada en comunicación o marketing. Pero no exclusivamente, todo hay que decirlo. Una conducta muy común consiste en inaugurar de forma compulsiva cuentas corporativas en las redes sociales, esas ágoras pos-modernas que proliferan (también de modo histérico) por doquier en el universo virtual. Puertas que se abren sin saber qué habremos de pasar por allí y ventanas por la
Comentarios
Yo abro cuenta en todas solo para reservar mi nick. Con meneame cage por que la vincule con facebook y entonces no la puedo abrir desde el trabajo y me toco abrir una nueva.
¿no abriéndolas?
Quizá el problema es que pensamos que al mantenernos al margen de las redes no existimos. Pero estando y no atendiéndolas es mucho peor, pues demostranmos incapacidad de recursos o, en algunos casos, desinterés. Asi que, siempre hablando de comunicación corporativa o profesional, conviene estar en los sitios que podamos atender, pues la ausencia también comunica, y nada bueno, por cierto. En el caso particular es otra cosa: poco puede afectarnos no estar, o estar ausentes. En el caso de las empresas, organizaciones o instituciones esto resulta contraproducente para su imagen.