"Se escuchó un ruido de petardo y luego alguien gritó '¡La cabeza del presidente ha estallado!': testigos relataron a la AFP cómo vivieron el asesinato del presidente John F. Kennedy en Dallas, a las 12H30 del viernes 22 de noviembre de 1963.
Qué melodramáticos son los yankies. Aquí ni nos hubiéramos inmutado, si total la cabeza de nuestros presidentes no aloja ningún órgano vital. Pueden vivir perfectamente sin ella
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Se pasó con los Peta Zeta.
Qué melodramáticos son los yankies. Aquí ni nos hubiéramos inmutado, si total la cabeza de nuestros presidentes no aloja ningún órgano vital. Pueden vivir perfectamente sin ella
La cabeza de los que se oponen al capital suelen estallar espontáneamente.
Que le pregunten a Lincoln.