El simple recuerdo de la comida anterior inhibe el deseo de comer. Y cuanto mayor detalle se recuerda, mayor es el efecto. A esta conclusión llegó un equipo dirigido por Suzanne Higgs de la Universidad de Birmingham, que publicó su investigación en la revista británica "New Scientist".
Comentarios
#2 no me hagas mucho caso, pero no sé porque me da la impresión de que con el apetito sexual va a ser justo lo contrario ...
¿Funcionará también con el apetito sexual?.
Pues a mi me ocurro lo contrario, cuando tengo hambre y recuerdo la comida anterior me entra más hambre
«Todo es ilusión, producto de la mente en movimiento».