Los seres humanos somos poco originales asignando nombres a las personas. Hay mucho Paco, María, Pierre, John, Fátima, Klaus, Irina, Igor, Walter, etc. Las combinaciones con apellido/s también se repiten porque los heredamos. Por ello no ha más remedio en ocasiones que inventar un seudónimo. La imagen de esta semana recoge con humor la interpretación de esas primeras direcciones de correo que pretenden hacernos diferentes.
El mío acababa en @teleline.es y efectivamente era ridículo. Cumplía más o menos lo del fanatismo y la rebeldía en la misma palabra, pero no hubo necesidad de agregarle números.
El mío era de telépolis, afortunadamente cerró y con ella, dicho email Aunque no tenía nada de rebelde, sí tenía algo de las otras. Cosas de la juventud.
Mi primer correo era de la universidad, tiempos viejunos en los que no había servicios de correo gratuito y tenías que solicitar un permiso especial firmado por el Decano. La mayoría de mis compañeros ni siquiera sabían lo que era.
Quedaba así de bonito:
nombreapellido@eucmax.sis.ucm.es
Comentarios
Yo aun tengo acceso a mi cuenta de eresmas.com via orange.
Mi primera cuenta fue de mixmail y ya está perdida. Cumplía lo del fanatismo, pero nada más. Nunca he tenido que usar números.
El mío acababa en @teleline.es y efectivamente era ridículo. Cumplía más o menos lo del fanatismo y la rebeldía en la misma palabra, pero no hubo necesidad de agregarle números.
#1 el mio tambien era de teleline. Era una palabra que aun no estaba cogida
El mío era de telépolis, afortunadamente cerró y con ella, dicho email
Aunque no tenía nada de rebelde, sí tenía algo de las otras. Cosas de la juventud.
Mi primer correo era de la universidad, tiempos viejunos en los que no había servicios de correo gratuito y tenías que solicitar un permiso especial firmado por el Decano. La mayoría de mis compañeros ni siquiera sabían lo que era.
Quedaba así de bonito:
nombreapellido@eucmax.sis.ucm.es