En la tarde del miércoles hasta 11 estaciones de la ciudad de Madrid superaron el nivel de 200 microgramos de NO2 por metro cúbico, un gas de efecto invernadero y nocivo para la salud. De esta forma, se activa el “Escenario 1” del Protocolo de medidas para episodios de alta contaminación, vigente desde marzo de 2015, que contempla la reducción de la velocidad en la M-30 y sus accesos a 70 km/h. En este punto, ya sabemos cuál es la razón de esta limitación, pero, ¿qué beneficios conlleva?

Es cada vez más habitual. Ir a una estación de Cercanías en hora punta y que resulte imposible tomar el tren. Hay que dejar pasar varios para poder embarcar y siempre se realiza el recorrido como sardinas en lata, en particular en el entorno de Atocha. Este fenómeno, antes restringido a recorridos largos y con poca frecuencia de paso como el Aranjuez-Madrid es cada vez más habitual detectándose casos en los recorridos Parla-Madrid y de forma casi diaria, en el Corredor del Henares.

Una llamada al 112 alertó de que habian rescatado a un hombre, de 30 años, con síntomas de ahogamiento. El fallecido es de origen brasileño y se encontraba nadando solo. Los facultativos no consiguieron recuperar la parada cardiorrespiratoria. En julio y en el mismo pantano, se ahogó un hombre de 44 años.