La pobreza actual no llama la atención. Se disfraza de clase media agotada, de autónomo que si cotiza, no paga la luz. Más de cuatro millones de personas viven en España con menos de 644 euros al mes. Como no arman ruido ni cortan carreteras ni salen en las fotos, han aprendido a ser pobres sin molestar: la pobreza educada, esa que compra lo mínimo y para el resto hace cola en los comedores, se disculpa por existir; trae algunos tápers de casa de la abuela y no pide crédito porque ya sabe que no se lo darán.