La ciudad fantasma de Pripyat, en Chernobyl, se convirtió en uno de los lugares más misteriosos y de interés turístico después del desastre nuclear ocurrido en 1986. Poder visitar una ciudad que aún se levanta en pie, pero que está completamente vacía, captó la atención del cineasta Danny Cooke que se adentró en la ciudad fantasma de Pripyat con su cámara, su drone y un medidor de radiación (geiger) para captar unas impresionantes imágenes a vista de pájaro.
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Portada: La decadencia de los restos de Chernobyl como nunca: a vista de drone
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