Hace 7 años | Por El_Cucaracho a yorokobu.es
Publicado hace 7 años por El_Cucaracho a yorokobu.es

En los años 80 del pasado siglo todo el mundo daba por sentado que el futuro sería japonés o no sería nada. El cine lo reflejó en películas como Sol naciente (Philip Kaufman, 1993), donde Sean Connery demostraba cómo su conocimiento de la cultura nipona podía suponer la diferencia entre dominar el planeta o ser condenado a la irrelevancia.

Comentarios

s

se han quedado anclados en el 2000 y ya vamos por el 2017

Miguel_Martinez_1

#4 tienes razón las japonesas siguen sin depilarse.

D

Es cierto, antes era Nippon; y antes, incluso, Yamato y Wa.

g

#1 Sigue siendo Nihon.

sorrillo

¿Pero sigue sin usar Debian?

D

Una generación de Otakus discrepamos.

China nos habrá dado la seda, la polvora y el papel, pero Japon nos ha dado el hentai y el bukkake, por no hablar de Doraimon o Chicho Terremoto.

NO CONTEST.

Miguel_Martinez_1

#3 China también nos ha dado, la imprenta, el papel moneda, la porcelana, la brújula, el ábaco el vestido, el feng shui, la acupuntura, el sistema decimal, el cero .../...

D

#7 Papel = papel moneda
Seda = vestido.
Te has dejado la pasta, el té y su ceremonia. Por otro lado, no he ni arañado el bagaje cultural de Japón.

Culturalmente hablando, hoy China solo aporta un sin fin de películas totalmente ajenas a la realidad presente o pasada, donde dan saltos con muchas espadas, coreografias de artes marciales y amplios planos llenos de extras vestidos con colores chillones. Por lo menos me sirven para irme a dormir, como la Gran Muralla. Por lo menos Kurosawa no llego a ver como le copiaban su cine de samurais, para lograr con mega zurullos.

Sharknado es una obra maestra frente a lo mejorcito del cine Chino.