Hace 8 años | Por Feindesland a fraudefiscal.es
Publicado hace 8 años por Feindesland a fraudefiscal.es

Yo creo que ya está bien de narrativas inútiles sobre lo que pasa en nuestra sociedad. A veces tengo la impresión de que los cuentos se han instalado en nuestra vida, y no para prolongarnos la infancia, sino para llevarnos a una especie de limbo de la tontería donde las cosas nunca funcionan como esperábamos. Y la gente, en vez de madurar, se frustra...

Comentarios

U

¿Que moraleja, la de Walt Disney o la del verdadero autor?

La de Walt Disney está censurada a lo USA, para ganar tela.

d

Se equivoca el autor. El cuento de la Cenicienta es aún peor. Según el cuento, todo lo que una choca necesita para ser proincesa es ser hacendosa, trabajadora, sumisa, callada, discreta, trabajadoras, tragarse las injusticias que contra ella se cometan, no revelarse, no protestas, aceptar los designios del destino y, un solo día en su vida, estar radiante y deslumbrante.

Por cierto, la clave del cuento está en que el principe solo de fija en ella por tener el pie más pequeño de todo el reino, ya que eso debe ser un gran valor en esa sociedad. Basta con que el zapato no le valga a nadie más de lo pequeño que es, para casarse con el principe, eso y estar buena, claro, que es lo único que el principe conoce de ella.

D

Convendría revisar los mensajes que emiten algunos de estos cuentos, y valorar si realmente tienen una moraleja adecuada.

D

¿Pero qué mierda es esta? Ni siquiera la historia original termina mal para la cenicienta

Ed_Hunter

De todas formas ¿en qué idílica corte cree el autor del artículo sucede el cuento? Porque en la mayoría de las cortes la esposa del príncipe o del rey no està ahí para conversar con su marido o participar en conspiraciones palaciegas, sino para parir herederos que mantengan el linaje.

Gran cantidad de princesas o de reinas a lo largo de la historia han muerto de parto o por consecuencia del mismo.

Si la cenicienta se la ponía dura al príncipe y tuvo suficientes hijos varones, seguro que para él fue un estupendo matrimonio. Para ella, si llegaba a vieja, seguro que también fue un buen trato.

Por supuesto estos cuentos han quedado obsoletos en nuestra sociedad y por eso sufren un proceso de reinterpretación y reescritura.