La filosofía cínica fue fundada en la segunda mitad del siglo por Antístenes, quien reinterpretó la doctrina socrática considerando que la civilización no era necesariamente un bien y que la felicidad y la virtud se hallaban en lo opuesto que esta parecía promover: una vida sencilla y acorde con la naturaleza.
#2:
Me encanta Diógenes, en especial, su supuesto encuentro con Alejandro.
Como era defensor de vivir con lo mínimo, llega el rey y le dice: "pídeme lo que quieras"
-"Apartate que me quitas el sol".
Puto amo.
#3:
#1 Una noticia de filosofía en portada. Esto implosiona!!!
PD: Todavía queda esperanza
#4:
Otro aspecto que llama la atención hoy es cuando se habla del desorden psicológico conocido como ”síndrome de Diógenes”. Este trastorno de la conducta se caracteriza por la acumulación de forma compulsiva de todo tipo de materiales, especialmente basura, de manera que los que lo padecen suelen terminar viviendo en condiciones infrahumanas e insalubres. No deja de tener guasa que deba su nombre a Diógenes de Sínope, un hombre que no es que no acumulara cosas, sino que despreciaba casi todo. Diógenes no tenía posesiones y defendía justamente lo contrario de este síndrome: despojarnos de todo aquello que fuera innecesario para poder vivir la vida del modo más libre de ataduras posible.
Pues se le conoce como un acaparador...menuda incongruencia.
#3 Siempre he pensado que la página ganaría mucho con dos portadas, una de política y otra de todo lo demás. Así no tendríamos que ver tanto discurso político. Al final con esos temas, aunque podría no ser así, hay mucha polarización y mal rollo
Me encanta Diógenes, en especial, su supuesto encuentro con Alejandro.
Como era defensor de vivir con lo mínimo, llega el rey y le dice: "pídeme lo que quieras"
-"Apartate que me quitas el sol".
Puto amo.
Otro aspecto que llama la atención hoy es cuando se habla del desorden psicológico conocido como ”síndrome de Diógenes”. Este trastorno de la conducta se caracteriza por la acumulación de forma compulsiva de todo tipo de materiales, especialmente basura, de manera que los que lo padecen suelen terminar viviendo en condiciones infrahumanas e insalubres. No deja de tener guasa que deba su nombre a Diógenes de Sínope, un hombre que no es que no acumulara cosas, sino que despreciaba casi todo. Diógenes no tenía posesiones y defendía justamente lo contrario de este síndrome: despojarnos de todo aquello que fuera innecesario para poder vivir la vida del modo más libre de ataduras posible.
Pues se le conoce como un acaparador...menuda incongruencia.
Diógenes rechazaba toda posesión material, se consideraba ciudadano del mundo y reclamaba una vuelta a un estilo de vida sencillo y natural. No escribió nada pero sabemos algunas cosas de él: que unos esclavistas intentaron apresarlo pero lo dieron por imposible, que Alejandro lo admiraba pero él a Alejandro no, y que iba con una vela y unos perros por la calle, donde de vez en cuando se masturbaba a la vista del que pasase por allí.
#5Los cínicos valoraban especialmente el autocontrol de las pasiones y los deseos, pues esto los llevaba a lo que consideraban que era la más grande virtud: la independencia, que les hacía libres de los demás y de sí mismos.
Y Diógenes fue uno de los primeros que vio claramente un dogma que se ha repetido muy a menudo a lo largo de la historia: que vivir, si uno controla o renuncia a sus deseos, es bastante sencillo.
Eso resume lo importante y aclara el error que comenta #4
#4 yo le veo la explicación en que, al acumular todo tipo de basura, se acaba viviendo entre la mierda sin que el sujeto lo perciba ni le importe, como Diógenes (o, al menos, como su imagen popular viviendo en un barril). Este síndrome es algo más (o distinto) que un TOC por acaparar.
#4 si conoces alguna vez a alguien con Diógenes verás que no es que quieran acumular cosas materiales si no que les da igual que la basura se suba por las paredes. Eso de ser civilizado no va con ellos.
La filosofía cínica dejó pocos escritos, más bien fragmentos y mucho de lo que se sabe es en función de textos posteriores y anécdotas graciosas. Aunque el gran cínico, el más conocido, es Diógenes hay toda una corriente detrás. En el libro de Luciano de Crescenzo, Historia de la Filosofía Griega, hay otros ejemplos memorables.
Hay un libro que se lee muy fácil, “Diálogos” de Luciano de Samosata, en el que diferentes personajes históricos, a menudo filósofos cínicos, conversan en el Hades. Es gracioso y didáctico.
Comentarios
Maravilla de página, pardiez
#1 Una noticia de filosofía en portada. Esto implosiona!!!
PD: Todavía queda esperanza
#3 Siempre he pensado que la página ganaría mucho con dos portadas, una de política y otra de todo lo demás. Así no tendríamos que ver tanto discurso político. Al final con esos temas, aunque podría no ser así, hay mucha polarización y mal rollo
Me encanta Diógenes, en especial, su supuesto encuentro con Alejandro.
Como era defensor de vivir con lo mínimo, llega el rey y le dice: "pídeme lo que quieras"
-"Apartate que me quitas el sol".
Puto amo.
#2 El único sitio para escupir en la casa de un rico es su cara.
#10 La mayoría de los hombres están a un pelo de esar locos.
Otro aspecto que llama la atención hoy es cuando se habla del desorden psicológico conocido como ”síndrome de Diógenes”. Este trastorno de la conducta se caracteriza por la acumulación de forma compulsiva de todo tipo de materiales, especialmente basura, de manera que los que lo padecen suelen terminar viviendo en condiciones infrahumanas e insalubres. No deja de tener guasa que deba su nombre a Diógenes de Sínope, un hombre que no es que no acumulara cosas, sino que despreciaba casi todo. Diógenes no tenía posesiones y defendía justamente lo contrario de este síndrome: despojarnos de todo aquello que fuera innecesario para poder vivir la vida del modo más libre de ataduras posible.
Pues se le conoce como un acaparador...menuda incongruencia.
#4 eso los que no lo conocen.
Diógenes rechazaba toda posesión material, se consideraba ciudadano del mundo y reclamaba una vuelta a un estilo de vida sencillo y natural. No escribió nada pero sabemos algunas cosas de él: que unos esclavistas intentaron apresarlo pero lo dieron por imposible, que Alejandro lo admiraba pero él a Alejandro no, y que iba con una vela y unos perros por la calle, donde de vez en cuando se masturbaba a la vista del que pasase por allí.
#5 Los cínicos valoraban especialmente el autocontrol de las pasiones y los deseos, pues esto los llevaba a lo que consideraban que era la más grande virtud: la independencia, que les hacía libres de los demás y de sí mismos.
Y
Diógenes fue uno de los primeros que vio claramente un dogma que se ha repetido muy a menudo a lo largo de la historia: que vivir, si uno controla o renuncia a sus deseos, es bastante sencillo.
Eso resume lo importante y aclara el error que comenta #4
#4 yo le veo la explicación en que, al acumular todo tipo de basura, se acaba viviendo entre la mierda sin que el sujeto lo perciba ni le importe, como Diógenes (o, al menos, como su imagen popular viviendo en un barril). Este síndrome es algo más (o distinto) que un TOC por acaparar.
#4 si conoces alguna vez a alguien con Diógenes verás que no es que quieran acumular cosas materiales si no que les da igual que la basura se suba por las paredes. Eso de ser civilizado no va con ellos.
Probablemente nunca lo lea, pero lo he guardado en favoritos.
Piensa como un cinico , comportate como un estoico , pero vive como un epicureo.
“Un pensamiento original vale por mil citas insignificantes”
Diógenes
Tenía que hacerlo, ya me voy
La filosofía cínica dejó pocos escritos, más bien fragmentos y mucho de lo que se sabe es en función de textos posteriores y anécdotas graciosas. Aunque el gran cínico, el más conocido, es Diógenes hay toda una corriente detrás. En el libro de Luciano de Crescenzo, Historia de la Filosofía Griega, hay otros ejemplos memorables.
#11 Creo que más completo es “La secta del perro” de García Gual.
#18 Conocía a García Gual, pero no ese libro.
Gracias
#0 buen meneo. Vivimos en bienos tiempos para poner en práctica el pensamiento cínico (y el estoico).
Bravo!
Hay un libro que se lee muy fácil, “Diálogos” de Luciano de Samosata, en el que diferentes personajes históricos, a menudo filósofos cínicos, conversan en el Hades. Es gracioso y didáctico.