La restricción calórica no es una dieta basura, de esas que prometen hacerte perder peso a marchas forzadas, pero a costa de tu salud o con un efecto rebote importante. En este caso, su efectividad está probada. Y tiene un fundamento científico que se explica en dos brochazos. “Restringir calorías es como pisar el freno del metabolismo basal, es decir, disminuir lo que consumen las células para llevar a cabo sus funciones diarias”, explica Leanne Redman, investigadora del Centro de Investigación Biomédica Pennington (EE. UU.).
Comentarios
“Y si no, se te hará más largo”.
#1 Y cuando te mueras no te sabrá tan mal.
Al final lo que te quitas son los años malos. Poca gente veo bien de más de 80 años. Muchos están muy solos, con mil y un achaques y necesitando ayuda para hacer funciones básicas.
Nada, venga ese chuletón.
Tenemos Carlos Herrera para largo, entonces
Come poco y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago.
Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra.
Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos, ni de erutar delante de nadie.
Esto ya lo decía Miguel de Cervantes en el Quijote en 1605. Parece que hemos descubierto la rueda.
Poca cama, poco plato
y mucha suela de zapato.
Vive menos intenso para vivir más tiempo, menos comida, menos drogas, menos deporte intenso, menos estrés, menos trasnochar...
Sigo una dieta (o lo intento) hipocalórica desde hace 5 años. Y salvo el ansia viva de comer, nunca me sentí mejor. Más fuerza, mejor sueño....
Pero lo de vivir eternamente...ya tal.
Se trata de vivir lo que toque lo más a gusto posible.