Concretamente, la gran protagonista de que este fenómeno ocurra es un alga determinada: la Sanguina nivaloides que posee la capacidad para producir un pigmento rojo conocido como astaxantina. Descubrieron que la aparición de estas microalgas altera la capacidad de la nieve para reflejar la luz solar. En la Antártida, los científicos han registrado que su proliferación está contribuyendo a la pérdida de millones de toneladas de nieve cada año.
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etiquetas: sanguina nivaloides , astaxantina
En serio, National Greographic, tú antes molabas.