En septiembre de 1859, una gran erupción solar causó la tormenta geomagnética más violenta conocida hasta ahora, llamada la fulguración de Carrington, que anuló los sistemas de telegrafía de la época. En la actualidad, satélites, líneas eléctricas, transportes y sistemas de comunicación y posicionamiento son algunos de los recursos tecnológicos que podrían colapsarse a causa del impacto de las tormentas geomagnéticas sobre la Tierra. Un nuevo trabajo mejora las predicciones de la vulnerabilidad de la red española de transporte eléctrico.
Comentarios
Lo vi en Milán. Estuvo fantástico en la pasarela.
#2
#2 Mi primera lectura del titular fue por ahí y me quedé
#5 Entonces nada, te había entendido al revés
Pues a ver si se usa bien ese modelo y se toman las medidas oportunas para evitar daños el día que nos alcance otra tormenta similar a la del 1859. Hoy dependemos muchísimo más de la red eléctrica para cosas tan básicas como la sanidad, el transporte o el abastecimiento de productos de primera necesidad.
Estaría bien conseguir que las tormentas solares, incluso las más fuertes, solo tuvieran como consecuencia fotografías de incomparable belleza.
Vamos a morir. Todos.
#1 antes o después.
Aunque existe una pequeña posibilidad de que ya haya nacido gente que en el futuro sea biologicamente inmortal.
#8
Yo soy inmortal. Sólo quedo yo.
MAGUFOS
#3 https://en.wikipedia.org/wiki/March_1989_geomagnetic_storm
#4 estaba invocándolos, para que aparezcan por aquí contándonos cuentos sobre todo eso.