Hacía días que Cruz Baltasar andaba desaparecido. Su amigo, Antonio López, lo buscaba desesperado, le preocupaba que algo horrible le hubiese pasado. No le faltaba razón en aquel pálpito. Lo denunció ante las autoridades, iniciaron su búsqueda y tan solo hallaron sus pies y sus manos ocultos bajo los cartones donde dormía, bajo el puente de Peribeca. Cuando preguntaron a otros sintecho por lo ocurrido, uno de ellos, José Dorancel Vargas, explicó con parsimonia que se lo había comido. Su corazón todavía estaba “caliente”, llegó a decir.
Comentarios
Un hombre comprometido con una causa noble. Todo mi apoyo.
Espero que los cociese bastante tiempo, la carne de runner es bastante fibrosa.
#1 Lis cocía hasta que adquirían textura de pera. Ya ni el titular leemos.
#3 Es MNM y es viernes. ¿Es que no nos leemos ni las normas?
“No me arrepiento de nada, como dice la iglesia, yo compartí mi pan con el prójimo y muchos me alabaron por el relleno de mis empanadas”.
"aunque con un método a la hora de escoger sus víctimas: hombres de entre 30 y 40 años, nunca niños ni mujeres"
Oye mira, canibalismo pero con perspectiva de género. Irene Montero approves.
#7 -que va, debería haber respetado la paridad en las listas
#7 a los niños y las mujeres los debía reservar para cuando tenía un calentón.
No todos los héroes tienen techo
Qué poco nos gusta que nos traten igual que tratamos nosotros a los animales.
Falso: comer gente sube el colesterol, comer peras no.
A ver si les dedica un rato a los del patinete.