"Cuando se encuentran, intercambian fuego. Es una ráfaga que impacta sobre 1.000 personas y mueren", explica el presidente filipino, Rodrigo Duterte, en una entrevista. Las fuerzas policiales y los grupos de vigilancia han asesinado a más de 3.800 personas desde que Duterte asumió el cargo el pasado 30 de junio
Comentarios
Este no llega a la jubilación...
#2 Si hay suerte, termina en la cárcel.
#3 Y la pastilla de jabón en el suelo de las duchas...
Que raro que no diga que son delincuentes potenciales y que así se evita que delincan algún día.
Rodrigo !!! Estamos contigo !!!! 👍