Hace 4 años | Por silvano.jorge a eldiario.es
Publicado hace 4 años por silvano.jorge a eldiario.es

La nueva definición de nanosegundo.

D

Excepto si ha sido cometido por alguien de tez un poco más pálida de lo habitual o de regiones más al sur de Gibraltar, ahí pasa a ser culpable sin ningún tipo de dudas.

Ojo, que también es un nanosegundo lo que tarda en hacerlo.

Ragadast

#2 El problema de la caza de brujos es que está alimentada desde varios sectores. Es cierto que hay hombres que son monstruos, pero eso no convierte a todos los hombres automáticamente en monstruos. Eso está a la altura de los que afirmaban aquello de "las personas de color son inferiores intelectualmente"

karakol

Todo el mundo sabe que un nanosegundo es el lapso de tiempo que transcurre entre la puesta en verde de un semaforo y el sonido del claxon del coche que está detrás tuyo.

D

#4 voy a menear esta cosa solo por dar visibilidad a tu comentario.

Liet_Kynes

También podría ser el tiempo que tatda un/a feminista en indignarse por cualquier tontería

Priorat

#2 Esta bien, ¿pero has visto la viñeta? No va de eso.

zentropia

#8 La viñeta va de la gente que critica las denuncias de Metoo. Igual de criticable me parece los que las aceptan sin más.

y

Veo que los del diario siguen con sus sexistadas

Priorat

#9 No. La viñeta va de que cuando sale una noticia de que unos profesores abusaronnde unas chicas, enseguida salta alguien atacando a las chicas diciendo que se aprovecharian y defendiendo al profesor (sin dudar de su actitud).

Pero tú has venido a hablar de tu libro.

zentropia

#11 las denuncias a profesores es un ejemplo concreto de metoo. Y la nota final es "desacreditar cualquier agresión machista" . Y yo digo que mejor esperar.

Pero tú a lo tuyo.

d

Menudos huevazos los de eldiario.es para poner esa viñeta después de la cantidad de casos que ha habido de denuncias que al final se quedan en nada.

uyquefrio

Para mi un nanosegundo seguirá siendo el tiempo que transcurre entre que un semáforo se pone en vede y un madrileño te pita