Fallece de un infarto un hombre de 50 años en el casco urbano de Ponteareas. Los servicios de emergencia no pudieron atenderle al no poder acceder a la zona por culpa de las obras que se están acometiendo en todo el centro de la Villa. La muerte de esta persona por infarto fulminante se produjo en la Rúa Esperanza donde se han instalado bancos en medio y medio de la calle. Al no poder atenderle de urgencia los servicios de emergencia, se solicitó un helicóptero medicalizado que ya no pudo intervenir por haber fallecido esta persona.
Comentarios
No se podía esperar, suerte que no fuera un gran incendio en una escuela
Los infartos fulminantes tienen mala fama y tal, pero yo te lo firmo ahora mismo a cambio de, por ejemplo un atasco en hora punta.
#1 si, aunque no hubiera habido obras, lo tenía complicado.
Vamos a ver, porque conozco un pelín Ponteareas. La calle es tirando a estrecha más bien peatonal, lo de que no puedan entrar las emergencias no es de ahora, es ya de hace tiempo, con las obras sólo lo han puesto peor. También mide 150 metros de punta a punta, así que no es tampoco que estuviesen superlejos salvo que el problema no fuese en esa calle sino en ruta hacia la misma.
Lo que ya no acabo de entender es lo del helicóptero, pues incluso aunque pudieran haber llevado al individuo en ambulancia a algún sitio donde pudiese aterrizar, no hay ningún punto cercano medianamente razonable. Ya sólo encontrar una explanada del tamaño mínimo... como no sea el colegio un poco más al sur o el parking del eroski (suponiendo que no estuviese lleno, que no suele estar pero siempre hay coches por aquí y allá en horario de apertura) pues... complicado.
De todos modos, depende del tipo de infarto pero si es realmente "fulminante", aunque diga que sí... pues oye, no necesariamente o más bien no.
Es lo malo que tienen los ayuntamientos, cortan el tráfico. pero no hacen antes un plan para emergencias sanitarias ni de ningún otro tipo. Casi si no hacen nada es mejor. Ese hombre podría haberse salvado.
Vamos que ha disfrutado lo votado como ningún otro