El peso de un apellido. La historia de una familia con sus luces y sus sombras. El ser hija y sobrina de hombres capaces de ganarse el mayor de los “respetos” de la peor manera posible. Eso es, aparentemente, lo que le ha costado la vida a Maria Rita Logiudice. Poco antes de su fiesta de graduación, decidió contarle a su novio y amigos de quién era hija, quién era su padre. La confesión tuvo un efecto indeseado: a la fiesta de Maria Rita no acudió ni un alma. Nadie.
Comentarios
Eso es una ofensa imperdonable, muchos van a encontrarse cabezas de caballo en la cama.
#1 D.E.P.
Foto de la niña de 24 años:
No me digáis que no se está muriendo gente que jamás se había muerto antes.
#3 Algunos y algunas incluso se matan a ellos mismos y mismas.
#4 Algunos y algunas incluso se matan a ellos mismos y mismas de formas que no se habían matado antes
¿Qué esperaba que sucediese?
#7 Igual que alguien la apreciase a ella, al margen de su familia.
#9 El problema es que si su familia es de la mafia ¿qué clase de seguridad puede esperar alguien que esté cerca? La percepción es que o la caga con la mafia por algo que diga o haga (y acabas muerto) o la caga con la policía por algo que diga o haga (y acabas en la cárcel).
Mis respetos a la familia. Han sabido inculcar a los jóvenes el código de honor.
#2 Sobre todo de la omerta. La Ley del Silencio. Ella se lo conto a alguien y...