El gobierno de EE. UU. se negó a respaldar a Canadá ante la creciente crisis diplomática por sus críticas al historial de derechos humanos de Arabia Saudita. El martes, un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., hablando en una conferencia de prensa en Washington, no condenó la detención de activistas de los derechos civiles en el reino de Oriente Medio de Riad, como lo hizo el gobierno canadiense la semana pasada. Heather Nauert dijo que le corresponde a Canadá y Arabia Saudita resolver sus diferencias.
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Y eso que el estafador de Trump llevaba la lucha contra los extremistas religiosos en su campaña.
Ahora se entiende de maravilla con los fascistas de Arabia Saudi.
Que tomen nota los canadienses, de la solidaridad de su vecino del sur y socio de la OTAN.
¿Será quizá porque EEUU depende de las importaciones de petróleo saudís, mientras que a Canadá el petróleo les sale por las orejas?