Pelmazos. Déspotas. Babosos. Enfermos con el culo al aire. Varios camareros hablan de los peores clientes que han tenido que soportar, y sus anécdotas son oro puro. “Jefe, ¿y mi cafelito?”. “¡Oye, pollo, la cuenta!” Cuando hay que insultar a España, se nos reduce a un país de camareros, pero uno de los gremios más desprestigiados aguanta estoico el peso de la rutina diaria. El primer carajillo del día, la comunión de la niña, el desfase nocturno, la comida de empresa, la despedida de soltero. El horror. Detrás de cada representación de esparcim
Comentarios
Claro, como si todos los camareros fueran profesionales y ejemplares. De hecho lo que falta en este país son camareros profesionales que sepan atenderte, recomendarte y servirte la consumición correctamente.
¿Hacemos lista de los peores camareros?, el baboso que ametralla piropos y tiene un tic constante en el ojo, el payaso que hace bromas sin gracia, el desquiciado que va corriendo de un lado para otro como pollo sin cabeza, el que te suelta los platos en la mesa como si fueran estrellas ninja, el que te pregunta cosas en plan "todo bien?" dándote la respuesta y se la suda lo que le respondas, ...
Se creerán que en otros oficios la rutina diaria no es jodida... venga coño. Cada oficio tiene lo suyo.
Si quieren que se les tenga más respeto; un primer paso es que la sociedad, ellos y sus clientes, empiecen a dejarse de dinero negro y limosnas en forma de propina y exijan salarios dignos y con la fiscalidad que corresponde. El anacronismo de dar un euro al "chico" (tengo entendido que en francés por ejemplo se llama "garçon" al camarero aunque tenga 70 años) que te sirve la comida es casi humillante desde mi punto de vista. Es más propio de sirvientes que de trabajadores.
Dicho eso, jamás falto el respeto a un camarero y odio a los que lo hacen. Lo aclaro por si alguien intenta retorcer mi comentario, que aquí a veces ocurre.
Yo odio no saber cómo llamar a un camarero. Si silvas, mal. Si chistas, mal. Si dices "jefe", mal. Al final me quedo media hora intentando cruzar miradas con el personal.
#1 Y si le sigues la mirada y analizas lo que está haciendo, verás que el tipo no para, anda acelerado, a veces sudando la frente, deja las cosas en la barra y a volver a la carrera. En ese momento es cuando hay que entender que está a full, sobrepasado para la demanda que hay en un restaurante, y probablemente su sueldo no esté ni justificado. Y ahí, en ese momento, silvarle o chascar los dedos, no es precisamente la mejor de las ideas.
A veces es lo peor, pero el camarero no creo que tenga la culpa. Cuando en un local no me atienden bien, no vuelvo. Que contraten más personal o reduzcan el número de mesas. Pero un restaurante agonías (muchas mesas, pocos camareros) no lo acepto.
Salu3
#1 “Perdón” o “disculpa” o “cuando puedas, por favor “, no hace falta saber saberse el nombre del camarero o camarera.
Pollo, otro bollo, no me tenga que levantar...