El contraste entre Arendt y Han no es una simple oposición, sino un diálogo entre dos épocas. Mientras que Arendt temía la inacción por considerarla fuente de conformismo y peligro moral, Han la ve como el último refugio frente a la tiranía de la hiperactividad. En un mundo donde se confunde el valor personal con la productividad, la contemplación se convierte, para Han, en una forma de liberación. “El sujeto contemporáneo —dice— no descansa ni siquiera cuando descansa”, porque su descanso está programado, cuantificado y puesto al servicio del
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Con comer carne y también arenques.
Con mojarse un dedo y la oreja.
Joder que me den ya el premio principe de Austurias.
Soy alérgico al arenque, ¿Puedes decirme qué debo comer para ser feliz?
¿Puedo mojarme solo la oreja? No tengo manos, ni dedos en los pies.
¿Puede que él no tenga razón? Cierto, pero tiene base, y tiene capacidad para poder decir lo que es y lo que no.
Tu, con tu ejemplo yrespuesta, deberías volver al colegio. Pero con cuidado por el camino....