En la fila de arriba, una palmera de chocolate, snacks de los que manchan los dedos y patatas que prometen saber a jamón dos veces. Circuló el bulo de que Europa las iba a prohibir, pero la restricción se limitó a ciertos aditivos de aroma ahumado, por lo que ahí siguen con todas las de la ley. Bajando la vista un poco más, gominolas de toda clase y condición. La siguiente hilera, productos de fumadores de todo tipo para fumadores de todo tipo. Y chicles, que parecen estratégicamente ubicados como paliativo al mal aliento.
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Si quieres comer mierda, al menos que tengas que salir de NUESTRO HOSPITAL PÚBLICO, el de todos, que tenemos ahí para tener buena salud, no para arreglar las irresponsabilidades de los que no hacen ni por cuidarse a ellos mismos.
Joder, se ve que hay gente que el mismo sentido crítico de una mascota, adultos malcriados y caprichosos del "ej que yo... Ej que me libertá para comer mierda y respirar mierda y beber mierda...".
En la vida real, ese tipo de gente la quiero bien lejos. Qué asco.
Yo entiendo a #2. Por desgracia he perdido a dos familiares en el hospital, tras hacerles guardia muchos días y noches. Y no me gustan los dulces por lo general, pero sé lo importante que es, con un familiar moribundo, tener algún pequeño placer que te ayude a sobrellevarlo, sea un donut, una libreta de sudokus del kiosko, un cigarro rápido fuera.
¿Tan difícil es de entender?
No es algo "de Galicia". Es la sinrazón de nuestra sociedad actual.