El varón que durante el juicio celebrado a finales de mayo en la Audiencia Provincial de Ávila aseguró que se le había ido «la pinza» para justificar la agresión sexual a su nieta, cuando esta tenía 13 años ocurrida en la localidad madrileña de Parla, en este caso en la cocina de la casa de los padres de la menor mientras la pequeña estaba a cargo de su abuelo paterno, ha sido condenado a quince años de prisión, la pena máxima que pedía para él la acusación particular como autor responsable de un delito continuado de violación sobre menor de 16
Comentarios
A reflexionar en prisión… se me ha ido la pinza dice el cabrón
¿Edad del viejo? Yo creo que la condena es simbólica
Contra la agresión, castración.
#3 Hay gente que piensa que es una barbaridad, yo creo que una operación con anestesia para eliminar el pene y testículos, dotarlo de vagina (sin aprovechar nada de lo anterior no sea que le guste) y dejarlo sedado a la puerta de un puticlub o cumpliendo su condena con sus compañeros masculinos no estaría tan mal.
Valiente HDP....