El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue el claro ganador de la guerra arancelaria que declaró a la Unión Europea tras firmar, el pasado mes de julio, un acuerdo con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en el que ganó mucho y ofreció muy poco. Según los términos del acuerdo, se impuso un arancel del 15% a la mayoría de las importaciones europeas, lo que afecta a cerca de un 70% de su comercio con Estados Unidos. Además del compromiso de la UE de comprar más energía, chips y material militar por valor de 750.000.