Cuando decidí vivir sin inteligencia artificial durante 48 horas, supuse que afectaría algunas partes de mi rutina. Sabía que no podría ver documentales recomendados por Netflix ni leer correos electrónicos de mercadotecnia escritos por bots, por ejemplo. Con eso podía lidiar. Lo que no esperaba era que mi intento de evitar toda interacción con la IA y el aprendizaje automático afectaría casi todos los aspectos de mi vida: lo que comía, lo que vestía, cómo me desplazaba. Emprendí este experimento con el objetivo de comprobar de primera mano..
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etiquetas: inteligencia , artificial
No sabe ni por dónde le da el aire, compañero.
Millones de sensores lanzarán una respuesta automática y no dependeremos de politicuchos de medio pelo, funcionarios más preocupados por cenar que por hacer su trabajo y no molestar al jefe; y si todo falla siempre podremos culpar a los informáticos.
El artículo de The New York Times titulado "48 horas sin inteligencia artificial" narra un experimento personal llevado a cabo por el periodista A. J. Jacobs.
Resumen del artículo:
El periodista se propuso pasar dos días completos (48 horas) sin tener ningún contacto, ni siquiera indirecto, con la inteligencia artificial. Rápidamente descubrió la omnipresencia de la IA en su vida diaria,… » ver todo el comentario