Durante estos meses de verano se ha intensificado la cobertura informativa sobre el fenómeno de la ocupación/okupación, a mi parecer de forma exagerada y buscando el sensacionalismo con varios motivos posibles: creación de una alarma social para mostrar al gobierno cómo débil o cómplice, intereses de empresas de seguridad para aumentar el número de instalaciones de cámaras, criminalización de colectivos pro-vivienda por asociación, exigencia de políticas de mano dura contra cualquier tipo de protesta... hay varios, y parece que la protección a la propiedad privada quede en un segundo término, ya que no se aplican soluciones efectivas.
Hemos escuchado varios argumentos indicando que con la ley actual, el delito de allanamiento de morada lo pueden resolver las fuerzas de seguridad del estado y que en muy pocos casos se tiene que esperar a que haya una sentencia judicial. Obviamente que a un afectado real le digan que su caso entra dentro de un 1% de casos problemáticos que la policía no ha podido certificar no le va a aliviar y solucionar su problema de una forma rápida y justa.
Entonces, ¿por qué no existe un registro obligatorio de contratos de alquileres? Es cierto que existen los contratos verbales con plena validez jurídica, pero obviamente esos contratos verbales se utilizan para ocultar la transacción, ya sea por temas fiscales, por temas de que la vivienda no está en condiciones, por sobreocupación o porque se esté realquilando una vivienda otorgada en VPO.
Tenemos registros de contratos laborales, de seguros de automóviles, de saldos de cuentas corrientes, de empadronamientos, de certificados sanitarios para establecimientos... registros necesarios para el funcionamiento del estado y muy convinientes para la sociedad. Personalmente, me gusta saber que mi contrato laboral está registrado, que la policía puede inmovilizar un vehículo si el conductor no está asegurado, o que tal restaurante cumple la normativa sanitaria.
Tener un registro de alquileres implicaría que el inquilino recibiría una copia del registro del contrato de alquiler en el organismo oficial correspondiente, lo que le garantizaría poder demostrar la vigencia de ese contrato. Si el inquilino indica un método de contacto (móvil, email, dirección física) podría recibir cualquier actualización del registro en esa vivienda, por si al dueño le diera por darle de baja del registro, por ejemplo.
Si no se crea este registro es porque existen intereses que no quieren que exista esa información accesible de manera ágil por parte de las FCSE, principalmente para poder ocultar transacciones por temas fiscales o normativos. Cualquier otra solución que se está proponiendo persigue otros objetivos sin la voluntad real de solucionar el problema.
El asedio Takeda a Nagashino (1575) cortesía de Angus McBride. El crucificado tiene una interesante historia.
Se trata de Torii Suneemon, un ashigaru al servicio del comandante de Nagashino: Okudaira Sadamasa. Torii se ofreció a atravesar las líneas enemigas en busca de ayuda. Para ello tuvo que descender por un precipicio hasta el río y abrirse paso silenciosamente a través de las redes que habían colocado los Takeda en el propio río. Después se dirigió a Okazaki donde informó a Tokugawa Ieyasu y Oda Nobunaga de que el castillo sólo aguantaría tres días.
A continuación regresó a Nagashino con intención de informar a los defensores de la pronta llegada del ejército Oda-Tokugawa. Se había acordado que Torii señalaría la noticia encendiendo tres balizas, cosa que hizo. Según la tradición no se conformó con encender las señales sino que intentó regresar al castillo para informar personalmente. Puede que fuera así o simplemente los Takeda rastrearon la zona al ver las señales, ya que el caso es que Torii fue capturado.
Torii fue conducido ante los muros de Nagashino y conminado a informar a los defensores de que no recibirían ayuda pero este les gritó que resistieran. El resultado es que fue crucificado.
Uno de los samuráis takeda, Ochiai Michihisa, quedó tan impresionado por el valor de Torii Suneemon que adoptó como insignia personal la imagen de un Torii crucificado. Fuente: www.elgrancapitan.org/foro/viewtopic.php?f=21&t=16835&start=32
La deformación profesional o pedantería, llámenlo como quieran, me obliga a escribir esto :)
Todo el mundo debe saber ya que lo de dilma y sus filtraciones pero parece que a NADIE se le ocurrió pesar o señalar que en una tarjeta SIM no se guardan fotos, wasaps, mensajes de télegram, pantallazos o tuits... En tal caso es en la tarjeta de memoria SD del teléfono.
Esta inaceptable falta de rigor me hace preguntarme quién es el unútil o inútiles que insisten en decir "La SIM" si es el Juez (o lo que sea) si son los periodistas (mal por no corregirlo) o si el nivel en España es el que es.
Hale, si no lo digo Reviento xD
Los que somos de campo lo recordamos bien, y seguramente lo recordaréis algunos aquí: cuando la Unión Europea subvencionó la siembra de girasoles, decenas de miles de hectáreas se sembraron de girasoles, y buena parte del girasol no se recogió nunca, porque el producto final no era el girasol, sino la subvención.
Con la PAC, en general, está sucediendo algo similar. Por aquí se leen quejas de que las ayudas acaban en manos de la casa de Alba y otros terratenientes. Y no sólo es cierto: es que es lógico. Tristemente lógico.
Hay una ley que deberíamos tener en cuenta cuando hablamos de ayudas públicas, ya que estas se pagan con el dinero de todos.: toda subvención aumenta la cantidad de aquello que se subvenciona.
Si mañana saliese una subvención de 500€ por cabeza a al cría de morsas, poco importaría nuestro clima, la latitud de nuestras costas o lo que fuese: se criarían morsas. Y si hay que hacerlo tierra adentro, pues las tendríamos en el lago de Sanabria o en el embalse de Barrios de Luna, que tienen el agua fresquita. Pero las habría. Supongo que nadie lo duda.
Y diréis que es lo normal, que para eso se subvenciona, ¿no?
Pues sí, pero es peligroso. Muy peligroso.
Si se crea una pensión a la cojera, aumentaré el número de cojos. Esto lo publicaba Scientific América hace muchos años en uno de eso estudios candidatos al IG Nobel. El que crea ese subsidio piensa que va a ayudar a los cojos, y lo hace, pero entonces aparecen los cojos simulados, los que valoran la rentabilidad de autolesionarse, etc. Y el número de cojos aumenta en la medida en que la subvención valga la pena.
Si se subvenciona que un delito cualquiera sea considerado maltrato, habrá más denuncias de maltrato.
www.anticorrupcion.eu/wp-content/uploads/2017/08/Informe-Fondos-Europe
Si se subvenciona el miedo, mediante los ERTE o cualquier mecanismo similar, tipo "te puedes quedar en casa y seguir cobrando", habrá más miedo y se alejará cualquier solución
Si mediante mecanismos como la pensión no contributiva se subvenciona la economía sumergida, habrá más economía sumergida.
Si se subvenciona con sanidad gratuita a quien viola una frontera y pega a un policía, habrá más gente deseosa de saltar fronteras y agredir a policías.
Si se subvenciona con dinero público la mala gestión de una empresa, un banco o una caja, habrás más bancos, cajas y empresas mal gestionadas. Y si encima a sus gestores se les pagan bonus multimillonarios por haberlas arruinado, será una orgía de mala gestión.
Si con nuestro voto subvencionamos la mentira, el sectarismo, la corrupción y el incumplimiento de los programas, habrá más políticos mentirosos, sectarios, corruptos y chafarderos.
Cuando un recurso de todos se entrega a alguien, para algo, no hay que pensar sólo en las consecuencias inmediatas.
La cara B también cuenta.
Imaginen esta situación, eres un vegano y tienes por ideología que no consumes nada hecho a partir del sufrimiento animal, tienes que resolver un problema que es vestirte, entonces resuelves el problema comprando ropa hecha de tejidos vegetales, problema resuelto, Tienes hambre, resuelves el problema comiendo alimentos de origen vegetal, Tienes un problema de deficiencia de X o Y vitamina/mineral, se resuelve con un multivitaminico.
Para todos esos problemas antes mencionados hay varias soluciones posibles y hasta ahora hemos podido compatibilizar la ideología con una solución , que otras personas pueden discutir si es mejor o peor pero es una solución al problema a fin de cuentas.
Ahora imaginemos que estamos en la jungla, nos muerde una serpiente venenosa, vamos al hospital y el medico nos dice que no nos preocupemos, que si bien es un veneno mortal, el hospital nos proporciona el suero antiofidico (en antidodo) y que nos va a salvar la vida.
El problema es que el antídoto esta hecho a base veneno de serpientes a las que se captura y se tortura, tomar ese antidoto va en contra de nuestras convicciones ideológicas, pero no hay un sustituto vegetal, entonces en esta oportunidad, la solución es dejar de lado nuestra ideología y aceptar una solución. (o morirnos).
Creo que nadie en su sano juicio optaría por morirse solo por no salirse de su ideología y sin embargo, vemos esa misma opción en economía y política, muchas personas rechazan soluciones pragmáticas a problemas serios solo por que la solución va en contra de su ideología aun cuando no existan soluciones que se adecuen a sus ideas.
EDIT. Por las dudas aclaro, puse el ejemplo del veganismo por que me pareció adecuado para ilustrar una situación sin necesidad de hablar de un tema especifico de política o economía que podría llevar a un debate sobre el tema en si mismo y no sobre el concepto de ideología vs pragmatismo , este post no tiene ni intenta tener nada en contra del veganismo (ni a favor)
Una penita de fútbol que nos está quedando. Lo han/hemos roto por abajo y romperá por arriba. Se terminan los "cracks" y pierde interés en los más jóvenes. Las federaciones crean nuevas "competiciones" regionales infantiles que desarman el futbol local, que si ya estaba enfermo, con esto lo fulminan.
Ganar es más importante que enseñar y generar ingresos para los que que viven en la oficina es más importante que el deporte en sí. Los niños tienen más alternativas.
Cuando conviertes en elitista el deporte que menos lo era, ya dependes del negocio. Para el fútbol solo hace falta un pedazo de terreno y una pelota. Ahora hay una enorme maquinaria gestionando algo que era tan simple.
Han creado mercenarios del fútbol olvidándose que este deporte crecía justo de modo opuesto. Se ha roto la lógica por el dinero. Más de 5000 entrenadores con título para entrenar en primera división aglutinan el fútbol desde una perspectiva que se aleja de todo lo que han aprendido. Llegan a categorías inferiores con una idea muy alejada de lo que fue el fútbol base de toda la vida, auspiciados por clubes que tienen clubes "de" niños, no "para" niños.
Muchos pensaréis que estoy divagando, lo sé, pero es mi forma de verlo. Llevo muchos años siguiendo el deporte de base. Hace ya más de 20 años que los que han abandonado por hartazgo vaticinaban sobre esto, y aquellos que aguantaron acabaron aburridos y ninguneados.
Ahora con el coronavirus las cosas se complican, el negocio se tambalea y el tejado comienza a romperse con la base resquebrajada.
El nivel de base es alarmante.
Al igual que con el Covid, todos sabemos la teoría, pero nadie la aplica.
De momento Francia es la primera nación en la que, el que paga, ha decidido que se acabó la teta. El fútbol no se sigue allí de acuerdo a lo que cobran niñatos como Mbapé y Neymar y si alguien no lo remedia nadie va a retransmitir máxima competición francesa.
Podemos pensar que es un hecho aislado olvidando que la aficción es la que paga, esa aficción se ha cansado, sus niños, ya mayores, han perdido interés y tienen otros alicientes. Lo triste, es que el empresario que paga, va a seguir ganando lo mismo en otra cosa, dejando roto un deporte infestado de intereses particulares.
www.20minutos.es/deportes/noticia/4543052/0/ligue-1-sin-televiosion-pa
Hace ya casi cuatro años que Menéame, el que fué el principal agregador de noticias en nuestro país, optó por una remodelación visual de su interfaz y presentó la incorporación de una línea editorial propia: los ARTÍCULOS. -Cita-
Pues sí, eligieron este ejemplo del popular usuario @LUIS (muy conocido por sus servicios prestados a la comunidad de MNM es un usuario para pruebas) para ilustrar en el blog oficial el lanzamiento de los Artículos en la web, queriendo así motivarnos a crear un contenido DE CALIDAD, alejado del nivel profano de cualquier usuario de Tik-Tok actual, profesionales en redactar arti'Culos de renombre internacional (nótese el sarcasmo).
Citando las palabras que usó @Seijo en la presentación de los nuevos "Artículos" :
Todos los usuarios que así lo deseen pueden escribir sobre los temas que tan bien conocen y que se quedaban un poco perdidos entre comentarios largos, en el sub de artículos o en alguna conversación en Nótame. -04.julio.2017-
Parece que a los usuarios se les han olvidado estas recomendaciones realizadas por aquel entonces y han quedado más muertas que la momia seca de la foto anterior.
Y no solo eso, sino que además, en su lugar, hemos creado un cocktail con ellas y actualmente parece una moda menear escritos donde el asunto que prima es:
"el tema que tan bien conoces: los comentarios de menéame" -12.febrero.2021-
¿No está esta idea del "patio de recreo" muy alejada del concepto inicial que nos quería transmitir @LUIS?
Para darle un protagonismo REAL a esta sección de Artículos y fomentar el que se cree un contenido más o menos decente en ella -y así los usuarios tengan vergüenzas de airear las propias al público en general-, traigo estas palabras, sacadas de la misma entrada del blog oficial:
En Menéame estamos trabajando duro para mejorar la plataforma, hacerla más participativa y cómo conseguir dar más voz a los usuarios.
Creo que queda bastante por depurar en la integración/aceptación de los Artículos y Comunidades en la plataforma, al igual que a nosotros nos queda bastante por depurar en el uso de nuestro gran superpoder:
Intentemos alejarnos de lo propio de aquel patio de recreo, en el que de infantes, todos alguna vez hemos estado.
Así que abusemos usemos nuestro "superpoder" para votar con sinceridad (y en consecuencia) el contenido creado en la comunidad de Menéame, un contenido creado por el meneante: el ser que menea.
Los llamados experimentos mentales son recursos imaginativos, hipotéticos, normalmente no realizables en la práctica (sin posibilidad empírica) al menos en el momento de su presentación, diseñados para, a través de un razonamiento que se pretende lógico, mostrar ciertas conclusiones o paradojas. A pesar de que se vienen utilizando en la historia del pensamiento al menos desde la Antigua Grecia (piensen en las aporías de Zenón de Elea entre otras), es bien conocido el peligro que el uso de estos experimentos mentales entraña (piensen de nuevo en las aporías de Zenón): al plantearnos situaciones no dadas en el presente o incluso a veces imposibles, las conclusiones que se quisieran extrapolar podrían ser poco fiables. A este respecto Daniel Dennett advertiría de algunos de estos experimentos llamándoles “bombas de intuición” e “inevitablemente conservadoras”, al estar estos sutilmente diseñados para centrar la atención en ciertos aspectos vía descripciones que se valen de conceptualizaciones populares, mientras esas mismas descripciones dejarían en manos del público hallar implicaciones importantes para el asunto a tratar y que pudieran ser fundamentales para una correcta conclusión.
Hecha esta advertencia (es un asunto muy interesante pues engancha directamente con la forma en la que muchas veces creamos nuestras opiniones, creencias, ideologías o posiciones políticas), diremos que los experimentos mentales han sido y son una herramienta que ha ayudado en el avance del conocimiento, y nos pueden brindar interesantes reflexiones si se tienen esas advertencias en cuenta tanto en su diseño como en su interpretación. Les propongo así, les reconozco que motivado tal vez hoy por el hastío que le produce ya a este que les escribe la manera en la que se presenta una campaña electoral que ni siquiera comenzó oficialmente (y lo que nos queda, morena), a reflexionar y charlar sobre el experimento mental conocido como Tierra Gemela.
Relativamente popular, seguro que muchos de ustedes ya lo conocerán, el experimento de Tierra Gemela fue presentado en 1975 por el filósofo, matemático e informático Hilary Putnam en su obra “The Meaning of “Meaning” (El significado de “significado”)", y nos invita a reflexionar, en línea con su filosofía analítica, sobre el origen de los significados que diariamente utilizamos en el uso del lenguaje, argumentando así el filósofo a favor del conocido como externalismo semántico: posición dentro de la filosofía del lenguaje que defiende la visión de que el significado de un término está determinado, al menos parcialmente, por factores externos al sujeto; y que se contrapone al internalismo semántico, que por su parte defenderá que los significados estarán determinados únicamente por estados mentales referentes a entidades subjetivas. Toda esta una polémica que se englobaría en una de mayor ámbito y que hace referencia a la oposición entre externalismo e internalismo mental (y me disculparán no extenderme más aquí, pues el asunto daría para varios artículos). El lector podrá fácilmente asociar el asunto con muchas de las actuales controversias de orden ideológico y político, y así con muchas de las discusiones que casi diariamente aparecen aquí mismo en Menéame.
El experimento mental de la Tierra Gemela.
Imaginen un universo donde existiera un planeta casi idéntico a nuestra Tierra; le llamaremos Tierra Gemela. Tan parecido que orbita alrededor de una estrella que es idéntica al Sol, que tiene una luna y un firmamento estelar como el nuestro. Ciclos astronómicos y distancias similares. Tan casi idéntica que demuestra una misma historia geológica, de manera que cualquier accidente geográfico del presente o del pasado se repite en la misma forma. Habitantes, plantas y animales, también se repiten, compartiendo misma biografía y desarrollo evolutivo, siendo así que para lo que nos interesa, el desarrollo humano ha sido el mismo, de forma que cualquier comunidad es idéntica tanto en la Tierra como en la Tierra Gemela. Historia, divisiones políticas, estados y relaciones suceden de la misma forma que ahora mismo. Todo igual de terrorífico. Podemos así imaginar un habitante en la tierra, Óscar, con su doble en la Tierra Gemela, Óscar Gemelo.
Y digo casi idéntico pues sí existe una diferencia entre ambos planetas: el agua. Aparentemente (intensión) es igual en ambos planetas: la encontramos en los mismos lugares (ríos, lagos, mares, glaciares, nubes, etc.), adopta los mismos estados a mismas condiciones, tiene las mismas propiedades, los mismos usos, etc. Solo que el agua de la Tierra, la que usted conoce, está compuesta por H2O (extensión), mientras que la de la Tierra Gemela está compuesta de dos elementos desconocidos para nosotros habitantes de la Tierra, llamémosles X2Y. El objeto (si es que se puede llamar así al agua) al que se hace referencia es químicamente diferente.
Por último, imagine que nos encontramos en el año 1750, antes de que cualquiera en la Tierra o en la Tierra Gemela conociera la composición química del agua. Los cerebros y estados mentales (el conocimiento y la subjetividad si así lo queremos llamar) de Óscar y de su gemelo serían exactamente idénticos, sin embargo uno se refiere con la palabra “agua” al H2O y el otro al X2Z… ¿afirmaría usted entonces que el significado de la palabra “agua” es el mismo para los dos?, ¿qué opina?.
O presentada la cuestión de otra manera, ¿el significado es solo una construcción mental dependiente del sujeto (visión semántica internalista), o por el contrario al menos en parte refiere a la realidad externa (visión semántica externalista)?, ¿es todo lenguaje?...
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Nota: en este enlace, a partir de la diapositiva Nº 11 encontrarán un pequeño resumen esquemático de las implicaciones de la propuesta de Putnam.
Como ya empiezan a sonar tijeretazos de recortes, aunque pospongan concretarlos hasta después de las elecciones madrileñas, creo que es buen momento para volver a las cuentas de la pirámide y evitar que mucho más mucho sume muchísimo, quedándonos todos tan anchos.
La idea, a mi entender, pasa por conseguir cien mil millones más al año, y eso, por ejemplo, puede hacerse subiendo la recaudación cincuenta mil millones y bajando el gasto otros cincuenta mil millones.
Todo lo que no sea sumar por un lado y restar por otro es simple voluntarismo. Y no un año, sino varios años seguidos.
Para recaudar más, hay que subir los impuestos, empezando por los ricos. Vale. Pongamos que de los ricos podamos sacar diez mil millones. Todos sabemos que es una cifra muy optimista, pero la damos por buena.
Faltan cuarenta mil millones. ¿Cómo seguimos?
Tasas verdes, digitales, a las bebidas azucaradas, a los chicles de fresa, a los combustibles fósiles, a los implantes de mama. Lo que queráis. Esos son impuestos que van a ir sobre la gente de a pie, porque las empresas los van a trasladar casi automáticamente. ¿Nos ponemos generosos y decimos que sacamos de ahí veinte mil millones? Es una locura, pero vale.
Nos faltan veinte mil millones aún .
Sí, lo habéis adivinado: IRPF e IVA. De ahí va a salir lo que falte. Que no lo dude nadie.
Hemos completado el aumento de ingresos realista. Parece difícil y propenso a montar follones. Pero esperad, que aún falta lo bueno: quitar.
¿De dónde quitamos cincuenta mil millones? Y me refiero a partidas que sumen algo, sin esas mamonadas típicas de los sueldos de los políticos, y otros chocolates del loro. Pero vamos a empezar por ahí, para que no se diga. Todas esas cosas que molan aquí: sueldos de los políticos, coches oficiales, asignación de la Iglesia, de la Corona, y de la Hermandad de Adoradores de Franco. Como estoy que lo tiro, ponemos que de ahí hemos quitado diez mil millones, y no siquiera miro cuánta gente se ha quedado en el paro con este recorte, o cuanto habría que gastar por otro lado para cubrir los servicios cesantes. Lo doy por bueno, venga.
Nos faltan cuarenta mil millones por restar.
¿Cerramos empresas pública deficitarias? No, que eso es de fachas.
¿Recortamos prestaciones como el desempleo u otras similares? No, que eso es de fachas y de hijos de puta.
¿Bajamos los sueldos a los empleados públicos? Menos aún, que eso es de fachas, de hijos de puta y de envidiosos.
¿Bajamos las pensiones? Eso es lo peor de todo, porque es de fachas, de hijos de puta, de envidiosos y de psicópatas.
Quedamos en que sanidad, seguridad, educación y justicia es mejor no tocarlas. Vale.
¿Y qué queda?
¡Defensa! Vale. Le metemos un hachazo del 50 %, a riesgo de generarle tentaciones a algún vecino majete. Bueno. Hemos recortado cinco mil millones.
Nos quedan treinta y cinco mil millones por ahorrar.
¿Tratamos de reducir el gasto autonómico coordinando suministros y evitando duplicidades? No, espera, que eso es de fachas, imperialistas, centralistas y cavernícolas.
¿Qué más nos queda?
Pues ya veremos, pero resulta que la decisión hay que tomarla. Así que sabéis por qué alguno dejó el sillón: para que la decisión la tome otro.
Olía a naufragio, me temo.
Por la esquina del viejo barrio lo vi pasar
Con el tumbao' que tienen los guapos al caminar
Las manos siempre en los bolsillos de su gabán
Pa' que no sepan en cuál de ellas lleva el puñal
Usa un sombrero de ala ancha de medio lao'
Y zapatillas por si hay problemas salir volao'
Lentes oscuros pa' que no sepan qué está mirando
Y un diente de oro que cuando ríe se ve brillando
Como a tres cuadras de aquella esquina una mujer
Va recorriendo la acera entera por quinta vez
Y en un zaguán entra y se da un trago para olvidar
Que el día está flojo y no hay clientes pa' trabajar
Un carro pasa muy despasito por la avenida
No tiene marcas pero sabemos ques' policia
Pedro Navaja las manos siempre dentro 'el gabán
Mira y sonríe y el diente de oro vuelve a brillar
Mientras camina pasa la vista de esquina a esquina
No se ve un alma está desierta toda la avenida
Cuando de pronto esa mujer sale del zaguán
Y Pedro Navaja aprieta un puño dentro 'el gabán
Mira pa' un lado mira pal' otro y no ve a nadie
Y a la carrera pero sin ruido cruza la calle
Y mientras tanto en la otra acera va esa mujer
Refunfuñando pues no hizo pesos con qué comer
Mientras camina del viejo abrigo saca un revolver, esa mujer
Iba a guardarlo en su cartera pa' que no estorbe
Un trenta y ocho esmithanhueson del especial
Que carga encima pa' que la libre de todo mal
Y Pedro Navaja puñal en mano le fue pa' encima
El diente de oro iba alumbrando toa' la avenida
Hizo fácil
Mientras reía el puñal le hundía sin compasión
Cuando de pronto sonó un disparo como un cañón
Y Pedro Navaja cayó en la acera mientras veía, a esa mujer
Que revolver en mano y de muerte herida ahí le decía
Yo que pensaba 'hoy no es mi día estoy salá'
Pero Pedro Navaja tu estás peor, no estas en na'
Y creanme gente que aunque hubo ruido nadie salió
No hubo curiosos, no hubo preguntas, nadie lloró
Sólo un borracho con los dos cuerpos se tropezó
Cogió el revolver, el puñal, los pesos y se marchó
Y tropezando se fue cantando desafinao'
El coro que aquí les traje y da el mensaje de mi canción
La vida te da sorpresas
Sorpresas te da la vida, ay, dios
Pedró Navaja, matón de esquina
Quien a hierro mata, a hierro termina
La vida te da sorpresas
Sorpresas te da la vida, ay, dios
Valiente pescador, al anzuelo que tiraste
En vez de una sardina, a un tiburón enganchaste
La vida te da sorpresas
Sorpresas te da la vida, ay, dios
Como decía mi abuelita
El que último ríe, se ríe mejor
***
Wiki: «Pedro Navaja» es una canción de salsa compuesta por el músico panameño Rubén Blades e interpretada por él mismo junto con Willie Colón en 1978 y forma parte del álbum Siembra, el disco más vendido de la historia de la salsa. La canción trata sobre un proxeneta y hampón con ese apodo y fue inspirada en la canción de jazz popularizada en inglés en 1956 como Mack the Knife por Louis Armstrong, que a su vez es una adaptación de la canción alemana de 1928 Mackie Messer, de Bertolt Brecht y Kurt Weill.
***
Hoy nuestro querido compañero @PasaPollo ha publicado un reto personal y nos ha invitado a seguirle aquí:
Como ya nos conocemos, me gustaría proponer este nuevo reto, post-reto o como queramos llamarlo basado en un sencillo decálogo:
1. Pase lo que pase nos comprometemos a que una vez terminado el reto de ser normales, volveremos a un estado de "asalvajamiento" como máximo igual o menor que el anterior al reto.
2. No crearemos artículos lacrimógenos explicando como la realidad no se plegó a nuestros deseos, ni el mundo se convirtió en un lugar mejor a pesar de los casi cinco titánicos minutos que aguantamos intentando ser normales.
3. No crearemos un sub invitando a otros meneantes a escribir los artículos mencionados en el punto dos.
4. No culparemos a @PasaPollo ni a su sensual lengua de serpiente labia de habernos hecho creer que podíamos cambiar el mundo para acabar volviendo al redil con más sed de sangre que antes.
5. Como último recurso y si no somos capaces de asumir la cruda realidad, culparemos a los admins que siempre tienen la culpa de todo.
6. Tras el primer strike, como es costumbre volveremos con otro nick y ahora ya sí podremos culpar a los admins con motivo.
7. Con el segundo y sucesivos strikes se le va cogiendo el gustito.
8. ¿Hemos escrito ya un artículo en el sub |Mi_strike?
9. ¿Y ahora?
10. Goto 5
Suerte a todos
Es mi primer artículo así que espero que no seáis muy duros.
Lo primero que me gustaría hacer es una clasificación y es que no todos los SUV son iguales:
(*los he llamado todo camino por que si bien por monte y demás pueden ir sin problema obviamente no suben por donde un Suzuki Jimmy o similar)
En definitiva que meter en el mismo saco a un Mercedes ML y a un Dacia Sandero es un sinsentido.
El primer grupo son vehículos carísimos y con alto consumo, y sí por ese precio, o seguramente menos, puedes comprar una berlina de lujo etc, pero diga el meneante medio lo que diga son coches buenísimos en muchos aspectos, punto, no se puede opinar. Son tremendamente fiables, interiores de lujo, cómodos... Alguno tan denostado como el Cayenne son auténticas joyas de la ingeniería, eso sí pagados a un precio que no todos los bolsillos se pueden permitir. Además cuentan con todas las prestaciones de un vehículo de lujo de serie como sensores de todo tipo, equipaciones de audio de gama alta, asientos de cuero y demás. Aquí me gustaría comentar que a veces ocurren cosas a las que no le encuentro ningún sentido como que el Bmw X6 hasta hace pocos años sólo se fabricaba en 4 plazas, ¡un coche de 5m y +2000 kilos sólo podía transportar a 4 personas! sin embargo su hermano menos "deportivo", pero de igual tamaño, el X5 dispone de hasta 7 plazas.
El segundo grupo siguen siendo caros pero el consumo ya es más razonable, buenos coches pero comentaba no es buena idea intentar utilizarlos como todoterreno, para ir por caminos dan bastante el pego y puede ser una opción para el medio rural si quieres un coche de buena apariencia (unos más que otros) y no dejarte los bajos con las piedras de los caminos. Cuidado no sólo cambian el tamaño, potencia etc, en las marcas premium los acabados de este grupo están muy por debajo de los del primero.
El tercero es simplemente una moda estética, no hay más, pero también con mejor acceso que un coche "normal".
Ahora hablemos sobre esos accesos, es una de las "escusas" que más se utilizan para comprar un SUV. Es cierto que el acceso para personas con problemas de movilidad es mejor en los SUV, salvo en los del primer grupo, y es que hay algo que mucha gente no se plantea subirse a un mostrenco de esos si no tienes una altura mínima o cierta agilidad no es fácil ni cómodo por mucho que lo quieran vender así, así que si lo quieres por temas de acceso y mides menos de 1.75 (por decir algo) NO deberías comprarte uno de estos, de cualquiera de las otras dos gamas será mejor opción.
Otra de las razones suele ser la visibilidad y ahí el meneante ibérico suele decir que tapan la visibilidad del resto de vehículos a cambio de ganar ellos, y tiene sentido, pero solo en ciudad, hay que recordar que mucha gente no vivimos en el centro de una gran ciudad y el cambio de visibilidad también se nota en carretera (en autovía la verdad es que es irrelevante) así que la mejora de la visibilidad es importante o no dependiendo de donde vivas y el uso que le vayas a dar al vehículo.
Capacidad de carga, algunos especialmente del grupo 3 son demenciales, tienen menos capacidad que una berlina tradicional, sinceramente no lo entiendo, compras un coche relativamente grande y te dan un maletero ridícuo ¿No habría tenido sentido reorganizarlo o al menos alargarlo unos cm más para darle más maletero? ¿Si ya es grande que más da? Los del grupo 1 en ese sentido son auténticas bestias con una capacidad de carga similar a una furgoneta pequeña (sí, ya se que para eso te compras una furgo pero no es de lo que estamos hablando).
Sigamos con el consumo: por razones obvias como son el peso y la carga aerodinámica un SUV siempre va a consumir más que su equivalente en coche normal, así que tampoco creo que sean una buena compra si vas a hacer muchos Km.
Aparcamiento, cuidado con esto y es que los del grupo 1 no entran en cualquier garaje, son coches no solo muy largos si no que también bastante más anchos de lo normal (unos 15-20 cm que se notan).
En definitiva, que no todos los SUV son iguales pero ni de cerca y el si es una compra correcta o no sólo se puede evaluar mirando el caso de cada persona y es que no todo el mundo vive en el centro de Madrid.
Ahora paso a contaros mi experiencia personal y por qué cambié una berlina (Alfa Romeo) por un SUV (BMW X5). La primera razón no voy a ser hipócrita y es por que quise, habrá gente que lo critíque por el gasto o por lo que sea pero mi economía me lo permitía hacer sin problema y al final es mi dinero, al final la compra de un coche siempre tiene un alto porcentaje de decisión emocional, dicho esto voy a dar una serie de razones más cabales:
Me gustaría leer vuestras opiniones más allá del "usa el transporte público" o "eso es que tienes el pito pequeño".
Un saludo!
Me ha llegado este whatsapp de uno de los jóvenes confinados por el macrobrote en Palma de Mallorca y creo que se le debe dar la mayor difusión.
Alguien por aquí decía que las obviedades no hay que explicarlas. Yo diría que sí:
"¡No digas que lo que digo yo está mal, estás coartando mi libertad de expresión!"
No, mire usted: que alguien diga que su opinión no le gusta no coarta su libertad de expresión. En realidad, esa otra persona esta ejerciendo la suya. La libertad de expresión va en ambos sentidos: usted dice lo que quiere, y el otro también. Además, sepa usted que lo respetable son las personas, no las opiniones. De hecho, hay opiniones que son una puta mierda. Y estoy tan en mi derecho de expresar ese rechazo como esa otra persona de soltar basura por su boca.
"¡No dibujes cosas que ofenden mi religión, estás coartando mi libertad religiosa!"
No, mire usted, volvemos a lo de antes: que alguien dibuje algo que no le gusta y que hace referencia a su religión (o que usted cree que hace referencia a su religión) no coarta su libertad de creer en lo que usted quiera, puede usted seguir haciéndolo mientras lo desee, diga lo que diga quien sea: nada de lo que diga cualquier otro puede hacer que usted deje de ser religioso si usted quiere seguir siéndolo. Esa otra persona está ejerciendo también un derecho, el de libertad de expresión.
"¡No me obligues a llevar mascarilla, o a quedarme en casa, estas coartando MI LIBERTAD!"
No, mire usted: la libertad no es hacer lo que le dé la gana porque yo lo valgo. Puede que a usted no le gusten, pero hay leyes, se toman medidas, se pide la colaboración de la ciudadanía en ciertas situaciones de emergencia, como la actual.
Y, por favor, no insulte usted mi inteligencia haciendo referencia a "la ley natural" cuando se habla de libertad, como me comentó hace unos días alguien al que le molestaba que otras personas ejercieran su libertad para hacer cosas que no dañaban a nadie y estaban dentro de la ley, pero que a esa persona no le gustaban, como dos hombres casándose entre ellos. Mi respuesta fue que, según "la ley natural", que puede ser también "la del más fuerte", yo podría ir a su casa, arrancarle la cabeza de una garrotazo y quedarme con sus bienes. ¿Bien así? ¿O prefería él, tal vez, que hubiera leyes humanas? No lo sé, porque no contestó…
La libertad es como un superpoder, le permite hacer a usted muchas cosas que en otras circunstancias y países no podría, y ya sabe usted lo que decía el tío de Spiderman:
"Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad."
Esa "gran responsabilidad" se traduce, por ejemplo, en colaborar en un esfuerzo común en una situación de emergencia. Y ejercer ese superpoder le va a exigir, además, un esfuerzo: el de informarse, el de no creerse bulos, el de averiguar si los datos que le dan otros son ciertos o no, para, con la información suficiente, poder ejercer ese superpoder con responsabilidad. Y entonces, siempre que no dañe usted a nadie y cumpla con las leyes que han aprobado el Parlamento del país, podrá hacer usted lo que quiera, dentro de esos límites.
En resumidas cuentas, la libertad no es "yo hago lo que quiero, pero no se te ocurra hacer nada que me moleste o disguste, o estarás atacando mi libertad". No, mire usted: resulta que usted puede ejercer su libertad, pero los demás también.
Nos dice la RAE que “agüero” es el procedimiento o práctica adivinatoria, utilizada en la antigüedad por pueblos supersticiosos, y que se basaba principalmente en la interpretación de señales, véase el canto o vuelo de las aves, ciertos fenómenos meteorológicos, etc... De “agüero” aparece otra palabra, “agorero”, esta con cierta connotación negativa, pues se dice de aquel que anuncia o predice males o desgracias.
El caso es que si hacemos caso a la RAE la palabra “agüero” pareciera solo remitirnos a antiguas y olvidadas prácticas supersticiosas. Pues bien, yo les digo que en lo referente a la economía, esta disciplina donde parece obligación para algunos adivinar y afirmar con sospechosa rotundidad un trágico futuro, agüeros y agoreros a golpe de twit, titular o vídeo en Youtube están bien presentes hoy en día: chamanes y arúspices que aseguran ver en cierta señal, índice o tendencia el futuro. Y si bien prever en base a datos e intentar adelantarse a los acontecimientos parece ser algo necesario en toda nuestra actividad, como no en el análisis económico, no deja de ser curioso la repetida insistencia por parte de algunos de estos oráculos en anunciarnos el segundo advenimiento y el paseo de los cuatro jinetes.
El malvado BCE. Cuestión de compromiso.
Y así resulta que este que les escribe, uno que siempre fue crítico con el papel y sobre todo las vías de actuación asignadas al BCE de Maastricht, va a tener que romper una lanza a favor de este organismo, aun a riesgo de tener que abrir el paraguas, justo en un momento en que la actuación de este se ve seriamente, y no sin razones, criticada. ¿Por qué elegir un mal mayor pudiendo elegir uno menor? La economía, en tanto que es política, siempre es una cuestión de compromiso en el resultado y no de máximos.
Ustedes ya conocen los sermones de nuestros pastores con esta institución y lo que el futuro nos depara, aquí mismo en Menéame se leen a diario: el malvado Banco Central, formalización institucional de henchidos burócratas, se comportaría siempre con una sorprendente imprudencia financiera al abusar, con su poder monopolístico, de la elasticidad crediticia que permite una moneda fiat, el euro, siendo así que con el fin de mantener las insostenibles deudas soberanas, este se vería a la larga abocado a recurrir a un continuo proceso inflacionario en aceleración, impresora mediante, cosa que iría en sentido contrario al principal cometido de la entidad, que no es otro que el control de precios y supervisión de la entidades de crédito.
Y uno estará de acuerdo con muchas de las cosas anteriormente presentadas. Sí, el BCE es una institución de corte eminentemente burócrata, con todos los problemas asociados a este tipo de elefantes y su distancia del mundanal presente. Sí, es monopolística, si así queremos llamarlo (por eso se llama “Central”), en tanto actúa a la postre como árbitro de plazos y riesgos (si bien por otro lado pudiera parecer exagerado llamar monopolio a un Central que permite que más del 90% del dinero se realiza a través de la banca privada y la demanda de crédito). Sí, ha demostrado una más que dudosa competencia como controlador del riesgo al crédito en el mercado, a la vez que viene pareciendo su actuación como única solución momentánea a las deudas soberanas... y muchas otras vergüenzas de las que no dejaremos aquí mayores comentarios que estos: la tendencia que un banco central fiat crea en el mercado crediticio para trabajar sin liquidez, las vías mediante las cuales lanza sus estímulos, su inexistente voluntad de evitar una sobrefinanciarización de la economía, una sospechosa incapacidad o confirmada complacencia en no hacer llegar estos estímulos a eso que llamamos coloquialmente “economía real”, etc... El BCE, como cualquier central, presenta problemas de base y de funcionamiento, y no pequeños (también solemos, por otro lado, responsabilizarle de asuntos de los que no tiene competencia). Pero de esto a afirmar que la acción del BCE aboca a un continuo proceso inflacionario que nos llevará, en caso de no eliminar tal institución, a la llegada de los ciento cuarenta y cuatro mil elegidos, abogando así algunos por tiempos pretéritos hay un paso importante.
No deberíamos nunca tirarnos a los brazos de la ortodoxia y doctrina oficial, siempre connivente y afanada en conseguir ciertos intereses espurios, siempre indolente con quien decidió sacrificar, actor este BCE de el flujo y concentración actual de rentas. La economía en tanto disciplina que no se cierra categorialmente es en el fondo política, y la política siempre es una cuestión de intereses, por lo que la crítica, alternativas, resistencia y presentación de contrapartidas siempre son más que necesarias. Pero también debemos advertir que no es nada nuevo esto de que cierta heterodoxia de uno y otro lado, siempre simpática en épocas complejas, asome la nariz en cada crisis para anunciarnos el fin del bloque histórico. Y un momento en el que confluiría una política de estímulo por parte del BCE junto a un aumento de, por un lado de la demanda tras la crisis del Covid-19 y por otro, de costes en materias primas, energía y en la cadena de distribución (vaya combo) es una oportunidad magnifica para la evangelización. Recuerden que los cristiandad creció con la profecía milenarista. No se trata aquí de poner paños calientes a la actual situación: el repunte de precios es una realidad que parece se va a mantener al menos algún tiempo, y nuestros bolsillos la van a notar, vaya. El temor se adueña de nosotros, y existen razones para ello. Seguro que muchos de estos apocalípticos heterodoxos presentan sus advertencias con sincera voluntad, y solo el tiempo nos dirá como se desarrollará ese futuro, siempre nebuloso para los mortales (yo les reconozco desconocerlo, estando lejos de esa rotundidad mostrada por algunos). Pero no tengamos dudas de que detrás de las filípicas de muchos otros se esconden espurios intereses ya bien conocidos. Sobre todo cuando, curiosamente, sus críticas van siempre dirigidas hacia ciertas instituciones pero por otro lado glorifican otros agentes operativos del mercado que tendrían tanta o más culpa de la situación que el BCE.
Agorainflación: evolución de la inflación en la zona €, una visión internacional.
“El futuro influye tanto en el presente como en el pasado” (Nietzsche)
Pero dejemos por un momento el incierto futuro y centrémonos en lo conocido: ¿es verdad que la entrada del BCE ha significado un aumento acelerado de la inflación?, ¿cómo se ha comportado históricamente la estabilidad de precios antes y después de la aparición del BCE en los países ahora de la zona euro y en España?, ¿es la inflación, eso que algunos llaman “el ladrón más sutil”, la principal causa objetiva de pérdida de poder adquisitivo desde la entrada del BCE? Se suele decir que la inflación y la deflación son los dos principales enemigos de los economistas. Las perniciosas consecuencias que cualquiera de estos dos fenómenos pudieran tener en el caso de descontrolarse son conocidas, y no voy ahora a entrar en detalle de estas, pues si han llegado hasta aquí supongo que ustedes ya las conocerán. Pero a esos dos fenómenos añadiré ahora un tercero, acaso igual o más peligroso, este que he venido a llamar “Agorainflación”: el pánico infundido y anunciado. Y es que la importancia de las expectativas a futuro para la economía marcan las acciones del presente.
En la siguiente gráfica observarán la evolución histórica del IPC [1] para los países de la zona euro desde 1960 hasta 2021:
La línea vertical que pueden encontrar en 1999 marca el año de comienzo del mandato del BCE a plena competencia (si bien ya desde principio de los 90 comenzaría la cooperación monetaria europea). Las líneas sombreadas refieren a los periodos de recesión económica (pues pudiera ser interesante saber como se comportan los precios en épocas de crisis). Se acompaña así la gráfica con algunos datos muy sencillos que nos permitirán comparar la evolución de la inflación antes y después de la entrada del BCE.
Un rápido vistazo a la gráfica habla por sí solo: mientras la media anual del IPC antes de la entrada del BCE se situaba en más de un 5,5%, con especial relevancia en este dato del proceso inflacionario de los años 70 (más abajo comentaré sobre esto), el promedio bajo la gestión del BCE se sitúa en un 1,88% (cumpliendo el BCE por el momento su objetivo de un 2%). Mientras la tendencia de la inflación de 1960 a 1999 era plana, la tendencia con el mandato del BCE era una rebaja media de inflación a un ritmo de un -0,7% anual. Y por el lado de la estabilidad, la desviación del primer periodo resulta en más de 3 veces la demostrada por el segundo (3,4% Vs.1,1% ). Y todo esto incluyendo ya el año 2021 con un 3,4% de inflación (dato cierre de septiembre).
Agorainflación: evolución inflación en España, una visión local.
Misma gráfica, ahora para España. De nuevo una simple mirada resulta reveladora: un promedio anual de inflación más de 4 veces superior antes del BCE a después (8,76% Vs. 2,08%), de nuevo con una especial incidencia de la crisis de los 70 en la comparativa. Una tendencia negativa que duplica en ritmo la parte BCE. Y una estabilidad de precios casi cuatro veces superior (5,71% Vs. 1,51%). De nuevo todos estos datos incluyendo ya un 4% de inflación para 2021 (dato a cierre de septiembre).
¿Demuestra por tanto la acción del BCE esa “tendencia a la inflación” tan cacareada por algunos? Lo cierto es que los datos fríos de lo conocido no demuestran tal afirmación: tanto el promedio anual, como la tendencia (siempre negativa y con mayor pendiente que el anterior periodo) nos dicen lo contrario, mientras la estabilidad de precios sería mucho mayor con el BCE.
Dicho esto, debemos aquí reconocer que desde la entrada del BCE, no parece que la economía se haya tenido que enfrentar, al menos por el momento, veremos ahora, a un proceso inflacionario como el propio de los años 70 con la famosa “crisis del petróleo”. Al fin y al cabo, si hoy sabemos que la política monetaria es de máxima importancia para el devenir económico general (y esa crisis de los 70 bien nos lo mostró), suelen ser otros motivos más materiales los causantes de las principales distorsiones en la evolución de precios. Recuerden que procesos inflacionarios han existido a lo largo de toda la historia, antes y después de la llegada de los bancos centrales, y a muchos les sorprendería saber que la inflación es un proceso que se da en todo ser vivo, no solo el humano. Por otro lado, en lo referente a la inflación, podemos decir que el mandato del BCE se ha tenido que enfrentar a una crisis financiera tan importante como la del 2008, contestando a esta con una fuerte política de estímulos (impresión moneda y compra de deuda soberana a tipos reducidos) para intentar paliar los efectos de esta recesión, sin resultar esto en un proceso inflacionista, más bien al contrario como podemos ver en la gráfica, negando la máxima “impresión de dinero = inflación” (las razones de esto son varias, posiblemente relacionadas con algunos de esos pecados del BCE que comentábamos más arriba, sobrefinanciarización de la economía, y en cualquier caso están todavía siendo estudiadas). Y aun si excluyésemos del análisis el periodo inflacionario de los 70 el mandato del BCE mostraría una menor inflación y una mayor estabilidad.
Por otro lado soy plenamente consciente del simplismo que puede resultar presentar estos datos sin conectarlos con otros, si bien espero que el lector me disculpe, pues el objeto de este artículo es advertir sobre lo tal vez exagerado de algunas afirmaciones que se vienen presentando en los últimos meses, proporcionando una simple y rápida mirada a nuestra reciente historia en lo relativo a la evolución de precios, y no un sesudo análisis de situación. Pareciera que en ocasiones olvidamos que la política o sistema monetario no debería ser un fin en sí mismo, sino un medio. Atender solo a la evolución de precios, o argumentar que el euro se devalúa frente al oro u otros activos, como tanto y tanto se insiste por algunos, no deja de ser en cierto modo una irrelevancia frente a otras cuestiones: ¿es este o aquel sistema más o menos estable, más o menos resiliente o volátil frente a las crisis?, ¿cómo conecta con la renta y la capacidad de consumo?, ¿cómo se comporta frente a las fricciones del mercado?, ¿qué relación tiene con la deuda pública y privada?. Y sobre todo, ¿cuánto es debido a la política monetaria y cuanto no?, ¿superan las alternativas a todo esto?... Posiblemente sean en la capacidad que tengamos de conectar estas cuestiones donde encontremos los problemas endémicos de nuestras economías, y no en la simple actuación del BCE, la política monetaria o la evolución de precios. Cuestiones esas otras de las que sospechosamente muchos no parecen denunciar con tanto ahínco, más bien en ocasiones las toman como algo “natural” (que bien eso de naturalizar ciertos problemas y humanizar otros, ¿verdad?...).
Si el actual repunte de los precios que vivimos a nivel global en este 2021 es la antesala de una nueva crisis inflacionaria, o si por el contrario solo será una situación circunstancial, nos será revelado según pase el tiempo. Yo les insisto en que desconozco la respuesta. Sin duda el repunte de este 2021, parece ya difícil que no se prolongue al menos a buena parte del 2022, alineándose, como veíamos más arriba, un aumento de demanda tras la crisis del Covid, un aumento de costes de materias primas y energía, junto con un reajuste de costes en la cadena de distribución, situación que nos debe poner alerta. Y mucho. Pero levantar las manos y empezar a correr en círculos, despotricando día sí y día también contra la política de un Central que, al menos por el momento, demuestra un cierto control sobre precios, o hablando ya de proceso “hiperinflacionario” como algunos ya se han lanzado a decir (investiguen ustedes lo que es técnicamente una hiperinflación y valoren si los datos que conocemos nos apuntan a ello) pareciera más propio, al menos todavía, de ser víctima del momento que de una reflexión serena a la luz de los datos conocidos. O de algo peor.
Abro paraguas...
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[1] Una viejo debate entorno al índice de precios es hasta qué punto el IPC es un correcto indicador para medir la evolución de los precios. El IPC mide la evolución del precio de una serie de artículos, cosa que deja fuera del calculo otras, con las consecuentes distorsiones que esto podría acarrear. Si aquí se ha dado detalle del IPC es porque 1) es el índice utilizado de forma estándar para medir la evolución de precios 2) incluye la evolución de precios de alimentos no procesados y energía (a diferencia del “IPC subyacente”), algo importante a conocer dada la actual coyuntura y 3) fuera del IPC (sea armonizado, deflactado o subyacente) no existe ningún índice estandarizado y de aceptación 4) nos permite conocer el índice de precios de los productos y servicios que se consideran como recurrentes, dejando fuera mercados residuales que podrían desvirtuar el calculo (por ejemplo, el evolución de precios de los yates poco importa a nivel general).
[2] Como me dicen que escribo artículos demasiado largos para esto de la internete (y tienen razón, como ven soy incapaz de hacerlos más cortos), dejaré tal vez para otro día la incidencia de la inflación en el poder adquisitivo del asalariado medio. Más que otra cosa para que veamos todos juntos si es verdad eso de que la inflación es lo que más ha venido afectando a su poder adquisitivo, o más bien fueran otros motivos sobre los que, curiosamente, no parecen algunos publicitar tanto, sino defenderlos. De aperitivo:
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Otros artículos:
La palabra meritocracia se ha popularizado mucho en los últimos tiempos. Su significado literal hace referencia al “gobierno de los mejores”, es decir, los “mejores” son los que accederían a las altas esferas de la política para gobernarnos a todos. En su día, en la antigua Grecia, se presentó algo similar: la “aristocracia”, es decir, un gobierno que recaería en unas pocas personas, las cuales serían las más preparadas y capaces. Sin embargo, a día de hoy, cuando hablamos de meritocracia no nos estamos refiriendo a al “gobierno de los mejores”, sino a la idea de que en la vida es posible mejorar mediante el esfuerzo y el talento.
Podríamos decir que hubiese dos posturas extremas encontradas en referencia a esta última acepción: por un lado, están los que devalúan el concepto: para ellos la meritocracia es un timo, da igual lo que te esfuerces porque el que es pobre se morirá siendo pobre, el que no ha heredado de los padres, por mucho que se esfuerce, no podrá ascender ni económica ni socialmente. Por el otro lado, están los que idealizan el concepto. La mejor imagen es la clásica historia del chico que empieza en la empresa como botones, y después de mucho esfuerzo, termina siendo el jefe de la misma. Para estas personas, el esfuerzo, el talento y el trabajo duro, siempre tendrán su recompensa.
Ambas posturas pecan de lo mismo: de ser extremistas; sin embargo, esto no quiere decir que ambas no tengan algo de verdad. Como diría Aristóteles: “en el término medio está la virtud”. Pregúntate algo: todo lo que has conseguido en tu vida —el capital acumulado, tu puesto de trabajo, tu casa (ya sea en propiedad o en alquiler)— ¿te vino dado por los azares de la vida o realmente tú tienes algo de mérito en todo eso?
El problema de la meritocracia es que la utilizamos para compararnos con los que más tienen. La comparación ha de ser utilizada de una manera justa, y no es justo que uno se compare a sí mismo con personas multimillonarias. Si alguien empieza a jugar a baloncesto, no puede compararse con Michael Jordan, tiene que compararme con la gente que está a su nivel. Pero, sobre todo, uno ha de compararse con su “yo” del pasado (de hecho esta debería ser la única comparación). Uno debe mirarse a sí mismo y preguntarse: ¿soy mejor en esto de lo que era ayer? ¿He evolucionado? Y si uno se esfuerza en la dirección adecuada (cuidado, porque esforzarse en la dirección equivocada puede conllevar a seguir igual o incluso empeorar la situación) difícil es que uno, con paciencia, no pueda ver una mejora en sí mismo en cualquier área de la vida. Pero si nos ponemos como meta ser Amancio Ortega o pasar de botones a jefe de la empresa, lógicamente, nos frustraremos y pensaremos que la meritocracia son los padres.
Por otro lado, no pretendo dar a entender que si las personas no evolucionan eso es porque no se esfuerzan lo suficiente. Como diría Íñigo Errejón:
Ha dicho un diputado de la derecha que la igualdad en una sociedad libre es imposible porque tenemos talentos y esfuerzos diferentes. Hay que tener la cara muy dura, porque esto lo que significa es que los ricos lo son porque se esfuerzan más y tienen más talento y los pobres son pobres porque se esfuerzan menos o porque tienen menos talento.
La postura que sostiene una meritocracia idealizada sostendrá que, efectivamente, los ricos son ricos porque se esfuerzan y tienen talento y los pobres son pobres porque no lo hacen. Sostener esto, efectivamente, es tener la cara muy dura, pero igual de dura es la cara del que sostiene el argumento de la meritocracia devaluada: “la responsabilidad de mi fracaso nunca dependerá de mí, sino de las circunstancias”. En psicología se utiliza el término locus de control para hacer referencia al grado en que las personas sienten que tienen el control de lo que ocurre en sus vidas. Los dos extremos de locus de control son interno y externo. El locus de control interno sería:
La percepción del sujeto de que los eventos ocurren principalmente como efecto de sus propias acciones, es decir, la percepción de que él mismo controla su vida. Tal persona valora positivamente el esfuerzo, la habilidad y responsabilidad personal.
El locus de control externo sería:
La percepción del sujeto de que los eventos ocurren como resultado del azar, el destino, la suerte o el poder y decisiones de otros. Así, el LC externo es la percepción de que los eventos no tienen relación con el propio desempeño, es decir, que los eventos no pueden ser controlados por esfuerzo y dedicación propia. Tal persona se caracteriza por atribuir méritos y responsabilidades principalmente a otras personas.
La escala de medición de Rotter establece diferencias entre las características personales de los individuos que se inclinan hacia un polo o hacia el otro. Hacia el polo del locus de control interno:
· Es más probable que asuman la responsabilidad de sus acciones
· Tienden a estar menos influenciados por las opiniones de otras personas
· A menudo se desempeñan mejor en las tareas cuando se les permite trabajar a su propio ritmo
· Por lo general, tiene un fuerte sentido de autoeficacia
· Tienden a trabajar duro para lograr las cosas que quieren
· Se sienten seguros frente a los desafíos
· Tienden a ser físicamente más saludables
· Informan ser más feliz y más independientes
· A menudo lograr un mayor éxito en el lugar de trabajo
Hacia el polo del locus de control externo:
· Culpan a las fuerzas externas por sus circunstancias
· Cualquier posibilidad de éxito se basa en la suerte
· No creen que pueden cambiar su situación mediante sus propios esfuerzos
· Se sienten desesperanzados o incapaces de afrontar situaciones difíciles
· Son más propensos a experimentar impotencia aprendida
La pregunta aquí sería si las características prototípicas de los individuos con un locus de control externo (y viceversa) vienen dadas porque las circunstancias externas y la imposibilidad de mejorar son tan reales que les han obligado a pensar y sentir de esta manera, o bien porque, esta forma de pensar y sentir tan negativa, al margen de las circunstancias externas, les lleva, como la profecía que se autocumple, a no poder mejorar. Supongamos que un equipo de fútbol —incluso con la injusta circunstancia de empezar perdiendo un partido 2 a 0—, pensase que es imposible ganar ese partido, que no hay nada que hacer. ¿Realmente creemos que ese equipo tendrá posibilidades de ganar el partido, o realmente esa actitud pesimista y victimizante, más allá de que puedan tener razón en sus reclamos y en sus percepciones de injusticia, les está dificultando a la hora de afrontar la situación? En otras palabras, no se trata de mirar hacia un lado y querer obviar que el equipo contrario empezó con una ventaja, sino que se trata de pensar: “a pesar de esa ventaja, ¿qué actitud debo tomar yo?”. Podría ser que este equipo, aun perdiendo 2-0 remontase el partido y terminase ganando, y esto sería por sus propios méritos, de hecho, tendría mucho más mérito que si el partido hubiese empezado en igualdad de condiciones.
En definitiva, cuando alguien no evoluciona (o no evoluciona lo que a él le gustaría) deberemos fijarnos cuánto de responsabilidad es de él y cuánto es del sistema, el ambiente, o las circunstancias. Averiguar la responsabilidad de uno (cuánto se está esforzando, si se está esforzando en la dirección adecuada, si se ha puesto unos objetivos demasiado elevados…) es de una importancia capital porque, en última instancia, lo único que podemos controlar verdaderamente es lo que hacemos nosotros. El sistema, por muy injusto que nos parezca, no lo podremos cambiar como a nosotros nos gustaría, por lo menos no de una manera directa. Si yo averiguo qué es en lo que estoy fallando, tengo el poder de cambiarlo, pero si yo averiguo (o creo averiguar) lo que está fallando en el sistema, cambiar eso no es tan sencillo y puede ser un gran foco de frustración porque también depende de las acciones de los demás.
No pretendo dar el típico sermón de la psicología positiva. Creo que uno sí que tiene el poder de cambiar las conductas de los demás, porque nuestras conductas no suceden en el vacío, sino que están influidas por las conductas de otros, de manera que, como diría Paul Watzlawick: “todo acto de comunicación es un acto de influencia”. De modo que, aunque sea a una pequeñísima escala, uno “puede cambiar el mundo”. El solo hecho de que estés leyendo esto, te está influyendo de algún modo, y en función de cómo esté redactando este texto, te “puedo conducir” (o puedo intentarlo) en una dirección o en otra. Esto se ve muy bien en las discusiones de pareja, en donde basta que uno de los dos adopte una postura diferente a la habitual para que la discusión se apague. Al fin y al cabo en las discusiones siempre suele haber una especie de escalada, donde el uno intenta imponerse al otro. Cualquiera de los dos que corte con esta actitud, conllevará, inexorablemente, a la disolución de la discusión. El problema es que nosotros desearíamos que fuese el otro el que tomase las riendas de la acción positiva, y eso no lo podemos controlar. Lo único que podemos controlar son nuestras acciones. No me parece mal el hecho de intentar cambiar las circunstancias que nos rodean, pero el control que tengamos a gran escala nunca será comparable con el control que tengamos sobre nosotros mismos. El inconformismo con el sistema es síntoma de inteligencia, pero el excesivo inconformismo con el sistema puede ser síntoma de locura, debido a que uno ha de intentar cabalgar entre ser sanamente inconformista y sanamente adaptativo. La persona que es inconformista con absolutamente todo, tiene un problema, y la persona que se adapta a absolutamente todo, tiene otro. Podríamos decir que un “inconformista adaptativo” es el mejor de los formatos, pues sabe qué batallas merece la pena pelear, en qué momentos y con qué intensidad, y sabe a qué circunstancias es mejor adaptarse y no luchar contra ellas.
Por otro lado, si la visión de la meritocracia devaluada fuese cierta, entonces ¿qué sentido tendría esforzarse en la vida? Cuando uno se esfuerza en la vida, lo hace para mejorarse a sí mismo. Por otro lado, si la visión de la meritocracia idealizada fuese cierta, entonces todos podríamos ser Amancio Ortega; sin embargo, esto no es cierto, porque para ser Amancio Ortega no solamente hace falta ser alguien que se esfuerce, sino que se han de dar una serie de circunstancias que nosotros no podemos controlar (ser hijo de…, tener dinero, tener contactos…). Es decir, para ser el dueño de Inditex sí es condición necesaria el esfuerzo, pero no es condición suficiente. Por eso, me gustaría subrayar, que no todo rico lo es a pesar de no haberse esforzado y ser un vago, sino al contrario, el hecho de haberse esforzado, junto con otra serie de factores que no poseemos el resto, probablemente, haya dado lugar a su riqueza, o, si ha sido heredada, al mantenimiento de la misma, porque las riquezas igual que vienen se pueden ir. Por ejemplo, ahora que Marta Ortega es la nueva presidenta de Inditex —que todos sabemos que el hecho de ser la hija de Amancio es un grandísimo empuje para llegar a serlo— la pondrá a prueba para ver si realmente es una persona que está capacitada y con esfuerzo y habilidad consigue mantener el buen rumbo del imperio de su padre, o bien es una persona que no sabe hacer la “o” con un canuto, que fue puesta a dedo simplemente por ser hija de, y conduce a la empresa del padre a un decaimiento.
Otro ejemplo: si Marc Zuckerberg no hubiese estudiado en Harvard probablemente no hubiese desarrollado Facebook; sin embargo, no todo el mundo que estudia en Harvard termina desarrollando Facebook o una aplicación similar; es decir, que Zuckerberg, a pesar de ser un privilegiado que pudo estudiar en Harvard, pudo sacar el provecho que muchos otros no pudieron para poder crear Facebook. Ahí está el talento, la inteligencia y el esfuerzo. ¿Y qué pasa con aquellos que tienen inteligencia, esfuerzo y talento y no pueden ir a Harvard? Probablemente nunca llegarán a ser como Marc Zuckerberg, pero la buena noticia es que nadie necesita ser como él. Esta es una mala comparación. Si realmente eres una persona que tienes un gran talento, una gran inteligencia y te esfuerzas, creo que difícil es que no puedas mejorar en la vida y tener una vida digna; probablemente, nunca llegarás a poseer el capital de Bill Gates, pero es que no es necesario para poder vivir bien. Recuerdo a una actriz del Me too que denunció a un productor porque tuvo que acostarse con él para poder participar en una gran producción. Más allá de que el tipo me pueda parecer un cerdo, lo que percibí en el momento es que la chica no tenía vocación de actriz, sino vocación de estrella. Su queja no era: “yo me esfuerzo, tengo un gran talento y no puedo actuar ni tan si quiera en un modesto teatro”. Su queja era: “para salir en esta superproducción —en la que yo tanto anhelo salir—he tenido que pasar por el aro de tener que acostarme con el productor. Podría no haberlo hecho y obtener un papel en una película mediana, pero como anhelo tanto la fama, como tengo tanta vocación de estrella, decidí pasar por el aro”. Lo mismo les pasa muchos veces a los que devalúan la meritocracia al 100%: pareciese que tuviesen vocación de millonarios, porque siempre son a estos a quienes ponen de ejemplo.
Por ejemplo, continuando con Errejón, este cita en su Twitter lo siguiente:
Este tweet tiene, a mi juicio, dos “errores”: el primero es que solamente ha mostrado un país de todos los que el estudio expone. Aquí podemos ver otros gráficos de diferentes países que dibujan resultados diferentes:
Por otro lado, como dijimos, el hecho de que alguien herede no significa que mantener el patrimonio no suponga ningún esfuerzo ni ningún mérito. Pero, más allá de este hecho, el error fundamental para mí, esta en el título del estudio: “origen de la riqueza de los multimillonarios”. De nuevo, a no ser que digamos que cuanto más se enriquecen una serie de personas más nos empobrecemos el resto (debate en el que no entraré, pero que es muy discutible), creo que no es adecuado compararse con los multimillonarios. Entre otras razones porque, como decía Jordan Peterson, parece que el principio de Pareto es inevitable:
Si observas el número de personas que producen en un campo determinado, la raíz cuadrada del total de personas genera la mitad de la producción. Eso significad que si tienes 10 empleados, 3 hacen la mitad del trabajo, pero si tienes 10.000 empleados, 100 hacen la mitad del trabajo. Es una estadística bastante cruel. (…) La distribución de Pareto gobierna, por ejemplo, la distribución del dinero. Por lo que el 1% de la población tiene la mayor parte del dinero y el 10% de ese 1% posee casi todo ese dinero. Creo que las 100 personas más ricas del mundo tienen tanto dinero como los 2,5 millones más pobres. Y piensas, bueno, eso es algo terrible, y tal vez lo sea, pero lo que tienes que entender es que esa ley gobierna la distribución de la producción creativa en todos los campos creativos. Es como una ley natural. (…) Imagina lo que pasa cuando juegas al Monopoly (…) ¿Qué sucede cuando juegas? Una persona termina con todo el dinero y luego juegan de nuevo, ¿qué sucede? Una persona termina con todo el dinero. Es, en efecto, la consecuencia inevitable de múltiples intercambios que se llevan a cabo aleatoriamente. Así que si tomas a mil personas y las pones a jugar a un juego de intercambio, digamos que les das 100 dólares a cada uno o 10 dólares, que tienen que intercambiar con otra persona lanzando una moneda al aire, si yo gano me das un dólar, si tú ganas te doy un dólar. Si jugamos por suficiente tiempo, una persona terminará con todo el dinero y el resto terminará con cero. Asi que es una característica intrínseca de los sistema de producción creativa y nadie sabe qué hacer al respecto, porque el peligro es que todos los recursos terminen con una minoría de personas en la cima y una enorme sección de la población termine con cero. Pero culpar de eso a la naturaleza opresiva de algún sistema es subestimar radicalmente la complejidad del problema. Nadie sabe cómo mover recursos desde la minoría que controla casi todo hacia la mayoría que no tiene casi nada, de manera efectiva y consistente, ya que en la medida que bajas el dinero este tiende a volver a subir y eso es un gran problema.
Sea como sea, creo que el resumen que podríamos hacer de todo lo dicho hasta el momento es: ni la meritocracia es tan ideal como nos la pintan algunos, ni es tan falsa como nos la pintan otros. El esfuerzo (en la dirección correcta) siempre da sus frutos aunque nunca lleguemos a la cima, porque en la cima solo caben unos pocos.
Es lo que hay amigos. Si criamos caniches, porque no nos gusta la violencia y porque creemos que nuestros vecinos son honrados y nunca van a venir a robar nuestras ovejas o a asaltar nuestra casa, pues resulta que, con el tiempo, cuando llega un vecino cabrón, tenemos caniches defendiendo la verja. Y nos dan mansamente por el culo.
En León tenemos mastines, y hay quién dice que eso es cosa de gente agresiva que no respeto a los lobos. Y es verdad, oye, porque en cuanto aparece un lobo, le echamos los mastines, y si el lobo está cojo, como uno que vi, pues allí entrega su pellejo, sin más formalidades.
Y eso sucede, mira qué pena, porque los lobos tienen derechos, pero nosotros no criamos caniches. Y así, sin necesidad de mucha más retórica, se mantiene cierto equilibrio en el monte.
A nivel internacional estamos hace tiempo en la misma tesitura. Todos, empezando por mi, somos pacifistas. Ninguno estaría dispuesto a alistarse para defender las fronteras, y menos aún a que se llevasen a nuestros hijos a defender esas fronteras. Ni de puta coña.
Pero lo cierto es que, si tu vecino cabrón lo sabe y te toma la medida, no hay nada que puedas hacer para impedir que se comporte como le salga del mismísimo forro de los cojones. Le puedes poner sanciones económicas, es cierto, pero eso viene a ser como dejar de criar ovejas para que el lobo no coma: te jodes tú también. Y además, las sanciones económicas, sobrepasado un punto, hacen pensar al que las recibe, que jodido por mil, jodido por mil quinientos, lo que no deja de ser un incentivo a volverse aún más violento.
La gran pregunta, entonces, es a qué punto hay que llegar de paciencia antes de pararle los pies al violento, y cómo se le van a parar si nosotros hemos criado caniches. Y la pregunta surge tarde o temprano cuando el que usa la violencia ve que la violencia funciona y nadie se le opone.
Así que en esas estamos, amigos. ¿Qué país tiene que invadir Rusia para que nosotros estemos dispuestos a que alisten a nuestros hijos? Mi respuesta está clara: hasta que no lleguen a Astorga, ni de coña.
Y es una respuesta de perdedor.
Pero yo al menos lo sé y no voy contando milongas.
Si profundizamos en la cultura Rusa, China y de EEUU-Europa, asi como los ciudadanos en general o las necesidades humanas que se ven defendidas por esos tres enormes Estados, el enfrentamiento era inevitable, y podría desencadenarse tanto en el escenario de Ucrania como en cualquier otro, más tarde o más temprano.
La ciencia ya lo dice, todo es energia. Y el entramado energético humano "nivel bajo" es muy sencillo de explicar, nadie quiere trabajar -si el trabajo conlleva esfuerzo energético-, y el "nivel alto" también es facil de explicar, soy rico y no quiero ser menos rico, mi tren de vida ha de sostenerse y ampliarse. (Y esto se da en todos los paises).
Todas esas personas están bajo algo que llaman cultura "su particular forma de conseguir, mantener y luchar por lo anterior -su energia-", tras tres banderas principalmente Rusia, China y EEUU
EEUU defiende su sistema, imprimiendo billetes, y necesita más tierras que absorban sus billetes. China de momento defiende su sistema con fuerza de trabajo, son 1000 millones, y Rusia tiene recursos y un sistema cerrado de oligarcas, y no desea influencias democráticas cerca para mantener su estructura.
Ante este panorama las tensiones son inevitables, y la base de la existencia de las mismas, y esto es lo unico que importa, SOMOS TODOS NOSOTROS y nuestras reticencias en vida a comprender y exponer públicamente precisamente todo este entramado, ya que somos a la vez condenado y verdugo y sí no reaccionamos pronto al final nos volveremos a hacer daño.
Pero claro, que dificil es abrirse al mundo y dejarnos en evidencia, no conozco a nadie que ganando no considere que haya ganado la bondad, y sobre todo LA VERDAD... sin pararse a pensar que la VERDAD no puede estar en solo una faccion, en la autentica verdad cabemos todos. Y menos aun que la BONDAD nunca puede competir, la bondad subyace en todo y no puede ser utilizada.
Pensemos en todo esto un poco.
Hagamos una carrera. Una carrera de física.
Pongamos a competir a dos ondas electromagnéticas, o tres, las que sean. Por una lado tenemos las ondas de radio que tienen una longitud de onda del orden de los metros, por ejemplo. Por otro las que genera nuestro microondas que vendrían a ser del orden de centímetros (por eso no se escapan por la rejilla metálica troquelada que hay en la puerta). Y podríamos seguir aumentado la frecuencia quién sabe hasta donde (¿Planck?): la luz visible, los rayos X que "ven" a través de nuestras partes blandas, gamma, etc, etc, etc.
Bien, en la foto finish tendríamos un empate técnico. En el eje de propagación toda la radiación eletromagnética de desplaza a la misma velocidad. Y eso lo determina el medio en el que se desplaza (igual que el sentido longitudinal o transversal pero ya es harina de otro costal). Y sí, el vacío es un medio y seguramente no esté tan vacío como en algún momento se pensó.
Pero volvamos a nuestra peculiar carrera. Se podría pensar que no tiene el menor sentido si siempre van a llegar todas esas sinuosas onditas a la vez. Vale. Pero cabe preguntarse, ¿han hecho el mismo recorrido?
Como todo ser bidimensional sabe, el camino más corto entre dos puntos es la línea recta. Y eso dicen del electromagnetismo, que se propaga el línea recta. Y dejando al margen discusiones topológicas podemos asumir que es así para esta pequeña competición. Que vaya mierda de carrera, por cierto, sólo una recta en la que todos los contendientes llegan a la vez.
Pero (y espero que aquí se ponga un poco más interesante) las ondas no son seres bidimensionales, el medio por el que se desplazan tiene tres dimensiones y lo conocemos como espacio. No hablo del cosmos, no, el vulgar y viejísimo espacio.
Normalmente vemos una representación de esas ondas en las dos dimensiones del plano en el que resumimos todo, sin siquiera la pretensión de emular ese eje de profundidad del que nuestra forma de transmitir la información carece. Nuestras representaciones de las ondas vendrían a ser a una representación dignamente plana de la realidad lo mismo que una silueta egipcia a un retrato. Aún así debería ser suficiente para percatarse de que esas ondas no sólo presentan desplazamiento en el eje de propagación. Nos ha jodido, por eso son ondas.
Y sin entrar a hilar fino en detalles de polarización, prescindibles para el caso, también presentan desplazamiento en el eje de la profundidad que el plano omite y se representa con ciertos subterfugios a través de la perspectiva. Exacto, esa curvita sinuosa que es la onda está dibujando un espiral. Magnífico, hemos descubierto el tornillo.
Pero si todo lo descrito hasta aquí es ciencia de primaria, ¿por qué seguimos interpretando que todas las ondas electromagnéticas "tiene la misma velocidad"? Tal vez por motivos parecidos por los que asumimos que una onda pueda desplazarse sin un medio para tal cometido. El papel lo aguanta todo, dicen.
Una espiral, un vaivén, una vibración, un movimiento circular en desplazamiento...un rizo. No se puede decir que la evidencia no esté ante nuestros ojos. Es todo lo mismo desde distinta perspectiva. Espirales, espirales. Desde el ADN hasta la danza de las galaxias y más allá. Espirales everywhere. Si dios fuera grafitero seguramente firmaría "muelle".
Así que, volviendo a nuestra peculiar carrera, aunque todas lleguen al mismo tiempo, algunas además por el camino se han parado a tomar tres gintonics. Pero si hablamos de una onda en concepto de desplazamiento se nos complica un poco más que ir al bar de la esquina. Veamos que es realidad una onda, ¿han ido al fútbol últimamente? ¿no? Pues la ciencia se lo agradecería.
Hayamos asistido o no a un estadio de fútbol todos conocemos esa peculiar celebración del público que se suele llamar "la ola", no sin razón. Todos lo hemos visto. Y todos sabemos que para tal cometido nadie se mueve de su asiento, apenas levanta el culo medio metro, si llega. Pero a ese desplazamiento vertical de las posederas se suma uno perpendicular, en horizontal, que es lo hace que dé vueltas al estadio. El tercer eje no tiene representación en principio en el fenómeno descrito, no olvidemos que al final hablamos de aficionados al fútbol.
Bien con esa imagen en mente, vemos claramente que la ola se mueve, en innegable. A veces dan varias vueltas... ooooeeeé! Pero ninguna personita se mueve de un lado a otro, en realidad bastaría con levantar las manos, ni siquiera hay que levantar el culo. Y le llaman la ola porque recuerda al tipo de ondas que nos son más familiares, las ondas mecánicas (¿acaso no lo son todas?) que vemos en la superficie del mar.
Al ser las superficies medios planos (nadie es perfecto) la manifestación de un fenómeno idéntico cobra diferente expresión. ¿O acaso alguien puede pensar que bajo la superficie del mar no hay "olas" aunque no las veamos? Las moléculas de agua no se mueven en el sentido de transmisión de la ola en la forma significativa que determina el fenómeno, son el medio por el que esa ola se desplaza. Del mismo modo que la hinchada no tiene que dar vueltas al estadio, ni siquiera abandonar su localidad.
Ahora que tenemos una idea clara de lo que es un medio y lo que es una onda veamos qué puede suceder en el escurridizo y tridimensional espacio. Lo que sabemos de las ondas electromagnéticas, que son las que en algún momento se ha descrito que se desplazan sin necesidad de un medio (que ya es difícil, eh) es que presentan una cierta relación de perpendicularidad. Más de una en realidad.
Por una parte tenemos el eje de propagación y por otra, perpendicular a éste, el fenómeno eléctrico y aún perpendicular a los otros dos, el magnético. Todos como resultado de un único hecho físico. Y el calor también tendrá algo que ver en todo esto, pero sigamos obviando detalles que no atañen al caso.
Lo que sí que me gustaría recalcar es que cuando tomanos el sol, por ejemplo, no es que el sol nos esté "enviando fotones" (volvamos a obviar aquí la discusión onda-partícula), lo que está sucediendo es que el medio que es el espacio (ya sea vacío, con los gases de la atmósfera o el agua de los mares) está vibrando en una cierta frecuencia que nosotros percibimos como luz visible y otras frecuencias.
Los que saben algo de música y sonido tienen muy claro que un instrumento nunca genera un tono sinusoidal puro en un frecuencia concreta sino que ofrece una serie de armónicos, emite simultáneamente una determinada nube de frecuencias con distintas intensidades. Es lo que se conoce como "timbre" del instrumento, se enseña seguramente en cualquier formación de sonido y lo sabe hasta el más humilde lutier.
Pero claro, que la luz es la vibración del espacio no lo enseñan en la ciencia de primaria. Ni en la carrera de física, al parecer. Lo que es realmente sorprendente es que hayamos llegado... vamos a decir "tan lejos" sabiendo tantas cosas rematadamente mal. Y oiga, si ha hecho usted la carrera de física, por éste y por más motivos, créame: que le devuelvan el dinero.
Ah, ¿que se acaba de enterar de que el espacio existe? Pero oiga, caballero, ¿dónde ha estado usted hasta ahora?
Al parecer la física humana sabe del mundo muchas cosas más de las que comprende. No parece que la ciencia académica esté en condiciones de arrojar luz sobre el tema. Le podrán enseñar muchas cosas sobre las ondas pero seguramente ni la más mínima sobre sentido común, hasta tal punto que desborda lo hilarante.
Si sometiéramos acaso a la física de la humanidad a examen, sólo cabría una pregunta razonable, viendo los resultados: ¿de quién se han copiado ustedes?
Seguramente de alguien para el que el magnetismo es como picar dos piedras para hacer chispas. Literalmente. Aún hemos de descubrir el fuego. A saber a qué clase de gigantes se refería Newton. Le habría estado dando al éter.
¿O a qué si no podría corresponder a esta forma de conocimiento tan sesgado por la base? ¿Se puede saber multiplicar sin saber sumar? Disculpen la apreciación política. Tal vez sea tan sólo el ejercicio del puro ensayo y error al que la evolución debería tenernos acostumbrados. Aún así, las pobrísimas conclusiones extraídas de las observaciones hacen permanecer a la duda subyacente. Bien podríamos ser un mono que se acaba de caer de un árbol. Nadie sabe nada. Ni siquiera Sócrates. Pero ése sí que jugaba como para hacerle la ola y no como los de ahora.
Necesario para limpiar la conciencia de los responsables de que los profesionales más necesarios sean los peor tratados.
Hoy es un día especial para los sanitarios que, a pesar de las condiciones que tienen que aguantar, se dejan la piel a diario. Pero solo hoy. Mañana seguirán luchando sin las armas adecuadas, movidos por una vocación y un sentido de la responsabilidad de los que se aprovechan sus máximos responsables para no "gastar" (para ellos no es invertir) ni un euro más del imprescindible para evitar una rebelión social en toda regla.
El homenaje de hoy solo tiene sentido para quienes han perdido a sus seres queridos. Por desgracia, para ellos no podemos hacer otra cosa más que mostrar nuestra empatía y acercamiento. Para los que siguen en la lucha, de nada valen aplausos y discursos vacíos si no hay voluntad real de cambiar las cosas.
Se ve que hoy me he levantado y tenía ganas de coger cerillas y gasolina.
Soy andaluz de Sevilla y tengo tres hijos, pero de unos años hacia aquí, nos hemos venido a Cataluña y he podido comprobar de primera mano las diferencias de educación infantil de guardería y de colegio, en Andalucía y Cataluña.
#Teahorrounclick: La de Andalucía da auténtica lástima.
-Para empezar, cualquiera que haya buscado una guarderia para sus retoños, sabrá exactamente de qué le hablo: en Andalucía es imposible encontrar una guardería donde no le pongan la televisión a los niños. Vamos, es que puedes ya buscar la guardería Montessori Waldorf Pijipi que quieras. En Andalucía, a los niños de guardería se les pone la tele. Es un hecho.
En Cataluña lo más normal (al menos en las 2 o 3 guarderías públicas y privadas que conozco), es que ni siquiera tengan televisión.
-En Cataluña las guarderías públicas + comedor salen por unos 170€ al mes (excepto este año, que P2 sale gratis). En Andalucía unos 230€.
-Mi hijo de dos años tiene a 2 maestras y una practicante en una clase de 12 niños en la guardería pública. En Andalucía hay 1 por cada 10/15 alumnos, según los recursos de la guardería (que tienen una especie de concierto con la junta).
- En Cataluña se incentiva que los padres preparen solo fruta de merienda a los niños y esto se suele cumplir en el 95% de los casos. En Andalucía es normal ver galletas y otro tipo de marranadas de merienda en la guardería.
- El menú de las guarderías andaluzas es de todo menos saludable. En las que conocí, había algún tipo de carne o frito, todos los días. En Cataluña, comen verduras todos los días. Todos.
En Andalucía, lo más normal es que la clase (exigua) media lleve a su hijo a un concertado o uno privado. La primera razón para esto, es la falta de recursos que tienen los públicos en Andalucía. La segunda razón, y seguramente me llamaréis clasista y todo lo que queráis, pero las cosas como son: Yo prefiero que mis hijos estén rodeados de otros niños cuyos padres quieran para sus hijos lo mismo que yo quiero para los míos. Que les lleven para merendar una pieza de fruta, en vez de una bolsa de patatas, que la niñas de dos años, no vayan con la cara y las uñas pintadas y no vayan vestidas de rosa o leopardo. Que saquen a los niños en 4° de ESO de la escuela porque la Universidad no sirve para nada, y lo que tiene que hacer el niño buscarse un buen trabajo en un taller de chapa y pintura.
Yo no quiero que mi hijos tengan esos modelos. Y al menos en Sevilla la clases sociales están muy polarizadas. Si escuchas a alguien hablar, podrías acertar con un sorprendente grado de acierto la preferencia en la educación de sus hijos. En cualquiera caso nosotros no nos podíamos permitir un colegio privado y además en Sevilla concertado significa religioso (eso es un gran NO para nosotros en cualquier sitio).
En Cataluña tienes un poco de todo, a parte de que los colegios tienen muchos más recursos y cada ciudad se ha ocupado de que a los colegios públicos les correspondan zonas de menos y más renta, con lo cual se intenta que las desigualdades estén más diluidas.
- Las diferencias en cuánto a la comida siguen siendo igual de grande. Mis hijos no saben lo que es una barra de pescado o un filete ruso.
- El ratio de alumnos por clase de infantil y primaria se está bajando a 20 en Cataluña, y en infantil suele haber una maestra y una auxiliar más sus respectivas prácticantes (4, sobre todo en P3).
- En Cataluña es relativamente fácil encontrar un colegio público Montessori que trabaje por proyectos. Es lo normal aquí desde hace 30 años. En Andalucía no ha cambiado mucho la cosa desde que yo fui hace 35 años. En uno público que fuimos a visitar había incluso biblias para niños expuestas en un pasillo, para que los niños las ojearan.
- En Cataluña, la familias están supercomprometidas con los colegios. No es raro ver a los abuelos de voluntarios en P3 para cortarle la fruta a los niños y contarles cuentos, o a los padres que pueden participando en sesiones interactivas con los niños, por ejemplo, de matemáticas, o venirles a hablar de lo que hacen en el trabajo.
En fin, estas son mis experiencias. Que cada uno saque las que quiera.
PD: en lo referente al idioma, ya que supongo que algunos les interesará especialmente eso, el idioma vehicular es el Catalán, pero los niños pueden hablar y escribir en castellano perfectamente si así lo desean (menos en clase de Catalán obviamente). Y no, ni yo ni mis hijos hemos sufrido ningún tipo de discriminación mientras estamos aquí, y siempre me han hablado en castellano cuando se daban cuenta de que no les estaba siguiendo del todo.
Yo, que puedo afirmar que tu perro causa una mayor huella ecológica que mi coche, propongo que se cree un impuesto canino para cubrir este menoscabo ambiental. Los perros ensucian, los perros molestan, y no son en su mayoría necesarios para el desempeño de ninguna actividad. ¿Por qué tendrían que estar libres de impuestos? ¿Acaso nos van a pagar las pensiones?
Podríamos hablar de dejar exentos de la tasa a los perros pastores y a los lazarillos, pero si estamos en una sociedad que pide que cada cual pague según contamina, quizás habría que estudiar el impacto en las cuentas municipales de tantos millones de cagadas y meadas, con bolsita o sin bolsita, o el coste de lasn horas de sueño perdidas de los vecinos de chuchos ladradores.
Quizás lo ideal, siguiendo el ejemplo de los impuestos a los vehículos, sería poner un impuesto fijo por hocico y un variable por peso, acompañado de otro variable por cantidad de pelo que sueltan y alguien debe recoger. La tabla no debería ser difícil de elaborar, con la colaboración de veterinarios, criadores y actrices porno.
En cuanto al seguro, además de los posibles ataques y mordeduras, debería considerarse también la posibilidad de causar daños a personas con alergias y otros eventuales perjuicios biológicos o epdimeiológicos a terceros, de modo que quien, estando en un establecimiento que los admita, sufra este tipo de daño y pueda acreditarlo, proceda a reclamar la corerespondiente indeminización que tan difícil es conseguir en estos momentos.
Todos tenemos amigos peludos, perros o no, y sabemos que al final nos cuestan caros. Ya es hora de transmitir ese coste a lso responsables en vez de trasladarlos a la sociedad en su conjunto.
Otro caso de truncado excesivo del eje vertical para exagerar las variaciones en este gráfico sobre delitos sexuales en ABC. Y por cierto, el truncado está mal indicado, ya que no empieza en 900, sino en 9.000.
No hay más que ver el mismo gráfico en el informe original sin truncado para notar la diferencia.
Leyendo el barómetro del CIS hay cosas que chocan diametralmente. Al ser preguntados por como ven su situación económica personal, el 66.5% la ven buena o muy buena. Por el contrario, cuando son preguntados por como ven la situación general de España, el 70.3% la ven mala o muy mala. Esto hace pensar que hay algo raro, ya que si el 66,5% por cierto de los españoles (encuestados) ven sus situación buena o muy buena, ¿como es posible que vean que el resto esta mal o muy mal? La conclusión es que la percepción de ellos y su entorno, lo que vemos de primera mano, lo vemos bien o muy bien. Pero, lo que conocemos a través de redes sociales, medios de comunicación y oídas nos da la impresión de que va mal o muy mal. Con ello podemos observar como influyen los medios y creadores de bulos en la opinión que tenemos de las cosas que conocemos a través de ellos y que no es nuestro entorno directo.
Editorial de la Revista Musical Ilustrada "Ritmo" (Madrid, 1929)
Los admirables inventos mecánicos relacionados con la música — incluyendo la radiotelefonía — , cuya misión debiera consistir en fomentar la cultural musical ennobleciendo nuestra sensibilidad, se están convirtiendo en el más refinado vehículo de incultura por la difusión de la música de más baja calidad — tan del gusto del vulgo de todas las clases sociales — , de cierta música tan en boga actualmente, que rezuma ordinariez y grosería, infestando el ambiente con torpes y vulgarísimas melodías, inaguantables para todo espíritu delicado.
Y lo deplorable es que semejante espectáculo se ha hecho crónico, particularmente en las estaciones de radiotelefonía, y no por culpa de sus directores, que desearían imprimir otra orientación más culta y más artística.
En cuanto a los bares y cafetines de que está inundado Madrid, ¿a qué decir? Transformados en inmundos burdeles, donde se refocila un público de la más baja estofa social, ¿qué cultura artística pueden fomentar? Y lo lamentable es que no sólo en estos deleznables medios públicos se fomenta la musiquilla a que venimos refiriéndonos, sino que en la mayor parte de las casas particulares — especialmente en las casas de los nuevos ricos — se hace lo propio.
Por si era poco la invasión de los ¡dichosos! tangos argentinos — escritos en Madrid por músicos ramplones — , ha hecho su aparición esa cosa absurda que llaman ópera flamenca...
¿Para cuándo esas Juntas o Comisiones municipales encargadas de velar por el cumplimiento de las leyes del buen gusto en los monumentos, las construcciones, la música, los jardines públicos, las muestras de los comercios y en tantos otros aspectos de la vida urbana contemporánea, por completo desatendidos?
menéame