Cuando el tabaco llegó a Europa se trataba de un lujo a disposición de unos pocos adinerados. Comenzóse fumando liado en hoja pura de tabaco. Al terminar de deleitarse con tan ahumado placer el privilegiado fumador se deshacía tirando la colilla restante al suelo, patria costumbre que a día de hoy prevalece. Los "pauperes" hispalenses, esto es, la mayor parte de la población, acostumbraron a recoger las colillas para deshacerlas y aprovechar sus restos liando , con hoja de papel, unos primitivos pitillos (tal vez de ahí la tradición tabaquera de la ciudad). Con el tiempo la fabricación de tabaco industrializado dio lugar al cigarrillo tal y como lo conocemos hoy. Ahora que se vuelve al noble arte del liado manual, ante el panorama de sangrantes impuestos, se opta por el café más industrialmente elaborado que nunca. Y así sigue un capítulo más de la insaciable búsqueda humana de la felicidad comodidad.
PD: El nespresso tipo roma con hielo queda bien rico.
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#45 El 90% de la información se recibe a través de la vista. Esta gente sabe a lo que juega, no se trata de simple ineptitud.