No es un privilegio. Es un sistema de riesgo unilateral por el que Euskadi financia sus competencias con los impuestos que recauda, según las normas que han aprobado sus propias instituciones. Si sus ingresos se hunden o le resultan insuficientes, ha de valerse por sí misma.
Con ellos tiene que contribuir a los gastos del Estado con una cantidad (el Cupo) que no depende de la marcha de su recaudación, sino del montante de los Presupuestos Generales que elabora el Gobierno central. La comunidad asume en exclusiva los efectos –positivos o negativos– de su gestión fiscal y presupuestaria.
Euskadi aporta el 6,24% de los gastos del Estado. Ese porcentaje supera su actual peso en la economía nacional (ronda el 6,1%) y le ha perjudicado la mayoría de los años en los que ha estado vigente (desde 1981). Además, está muy por encima de lo que le correspondería por población (4,5%). La misma Constitución que avala el Concierto prohíbe los privilegios. Por todo ello queda claro que no lo es.
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#12 Efectivamente, tanto chollo no será si Cataluña rechazó en 1980 el ofrecimiento en ese sentido que entonces le hizo la Administración central.