#100 Tú mismo has dado la clave: los señores de la guerra, es decir, las fábricas de producción de armamento de EE.UU. ¿O por qué te crees que está pidiendo a los países europeos aumentar su gasto en defensa al 5%? Este hijo de puta es un comisionista, y no hay nadie que pague mayores comisiones que los fabricantes de armas.
#1 Hay una película sobre John DeLorean, su diseñador. La conclusión de la película es que el coche era muy bonito, pero una mierda. De la Wikipedia:
"Diseñado por Giorgetto Giugiaro, el DeLorean destaca por sus puertas de ala de gaviota y los paneles exteriores de la carrocería de acero inoxidable cepillado, así como por su falta de una potencia y unas prestaciones compatibles con su aspecto y precio.
A pesar de su reputación de mala calidad de fabricación y de una experiencia de conducción insatisfactoria, el DeLorean sigue teniendo muchos seguidores, en parte por la popularidad de la franquicia cinematográfica de ciencia ficción Regreso al futuro, en la que se utilizaba un DeLorean modificado para viajar en el tiempo."
De hecho, la última escena de la peli es cómo DeLorean le regala uno a la tío que intentó entregarlo al FBI por tráfico de drogas (pero al final se arrepiente, y de ahí el regalo), y el coche no arranca.
Y otra cosa que queda clara en la peli es que una cosa es lo que diseñó DeLorean y otra cosa lo que salió de la cadena de montaje (igual del precio, que iba a ser de $12.000 y acabó siendo $25.000). De hecho, el que rediseñó el coche para que se pudiera producir fue Colin Chapman, fundador de Lotus, y lo que hizo, presionado por los plazos y por los costes, es usar todo lo que sabía que funcionaba en sus Lotus, como el chasis, así que "novedades" y "aportaciones", pocas, por no decir ninguna.
#0 Iba a poner que me extrañaba ver un barco de vela con telégrafo, pero, después de buscar información sobre ello, he comprobado que los hubo.
El telégrafo se inventó justo cuando los barcos pasaban a ser metálicos y propulsados por vapor (aunque los hubo a vela y con casco metálico también, a finales del s.XIX), pero, claro, no todos los barcos a vela dejaron de estar en servicio, y a los que siguieron en servicio se les instaló radios Marconi de radiotelegrafía. Por ejemplo, al impresionante Pamir: