Hace 10 meses | Por tsukamoto a monplaneta.cat
Publicado hace 10 meses por tsukamoto a monplaneta.cat

En 2003, la australiana Kathleen Folbigg fue condenada a 30 años de prisión por la muerte fulminante e inexplicable de sus cuatro hijos entre 1989 y 1999. A pesar de no encontrarse nunca pruebas forenses sólidas ni signos de abuso o daño físico en la autopsia de ninguno de los niños, que tenían entre 19 días y 18 meses cuando murieron, fue declarada culpable de infanticidio sin que prácticamente se llegara a considerar la presunción de inocencia.

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