Seattle se convertirá, a partir de julio, en la primera ciudad en la que se multe a los ciudadanos que tiren comida a la basura. En esta ciudad del noroeste de Estados Unidos se han empezado a fiscalizar los contenedores de los ciudadanos para ver a quién se le ha ocurrido tirar restos orgánicos al cubo para, de esta manera, sancionar a los hogares en cuyos contenedores se hallen este tipo de residuos. Según una encuesta del Ayuntamiento, el 74% de los vecinos de Seattle apoyan la medida, mientras que un 11% se oponen a ella.
Comentarios
"Esta medida no implica tener que consumir a la fuerza toda la comida disponible en casa aunque esté mala, ya que se proporcionarán gratuitamente a los ciudadanos unos cubos donde arrojar las sobras de los platos, las servilletas, las hojas del jardín e incluso los cartones. "
A mí me huele más a reciclaje orgánico que a evitar el despilfarro de comida.
#7 Además el problema de tirar la comida es cuando lo hacen las grandes superficies, no los ciudadanos. Nadie tira la comida por placer.
#7 No, que la hemos pagado y eso duele. Pero conozco muchas personas que tiran mucha comida porque compran sin cabeza y al final la comida se pone mala con demasiada frecuencia. Hay que concienciar. No sé si la mejor manera para ello es poner multas, pero bueno.
''se han empezado a fiscalizar los contenedores de los ciudadanos''
Demencial, el Estado revisándote la basura.
#3 tienes razón, es demencial: Ordenanza de Ana Botella: Multas de hasta 750€ por no reciclar la basura en Madrid.
Ordenanza de Ana Botella: Multas de hasta 750€ por...
elpais.com#3 el ayuntamiento de Barcelona ya lo hace y multa a los que reciclan mal
Falta un "Jon Nieve" en la cabecera del blog.
Me parece una medida cojonuda para concienciar. Ahora, no sé yo lo efectiva que será...
Andreíta, comete el pollo.
Bueno siempre es mejor ésto que las cartillas de racionamiento.
Siempre, siempre, siempre, el problema estará en la definición de comida.
Es una lástima que tengan que rebuscar en los cubos de basura para "obligar" a la ciudadanía a concienciarse. Que la comida no se tira es algo tan lógico y razonable que debería inculcarse desde pequeños, no a través de la autoridad de papá estado. De aquí a obligar por ley a tener un sensor en el retrete que analice las heces y nos multe si hemos consumido sustancias prohibidas, va un paso. Este tipo de control nos convierte en una sociedad aún más infantilizada, que necesita de la autoridad para tener un comportamiento ético con nuestros semejantes y nuestro entorno.
Seattle es una ciudad de progres de mierda.