Todos hemos tenido nuestros iconos, aquellos héroes de la infancia que siempre quisimos ser. Una lista inacabable de personas y personajes que nos hacían flipar delante de un radio casette o una pantalla de cine. Mantenían ese extraño aura de invencibilidad, donde moría el individuo y nacía el ídolo. Incluso esos míticos "escándalos", unas veces reales y otras, asombrosas leyendas urbanas, como la famosa mujer con el tarro de mermelada y el perro, mientras Ricky Martin estaba escondido en su armario para darle la sorpresa de su vida.
Comentarios
Es que creo que el artículo quería hablar más bien de iconos, que también fueron ídolos de masas en su día. Pero es impresionante que hayamos cambiado a un Lennon o un Elvis, por nombrar dos que se la jugaron unas cuantas veces por mejorar la vida de los demás estando en lo más alto, por unos gilipollas haciendo el gilipollas desde sus antiguas habitaciones mientras se quejaban de lo mucho que cobraban los actores y que, ahora, hacen retransmisiones patrocinando cualquier mierda para pagar a la asistenta que les hace la comida mientras llenan Internet de auténticas imbecilidad que muchos se comen porque es una forma de consumo cultural gratuita cuya fiesta pagan las redes sociales para que el resto de giliollas sigan pudiendo ver publicidad. Tan simple como eso.
Y que haya cretinos comparando un Bad Bunny, que el otro día le decía al tal Ibai que no podía decir si era del Madrid o del Barça porque entonces vendía menos discos... Y que ese gilipollas sea lo más parecido a UN Elvis o Lennon de ahora... Joder, quiero seguir siendo boomer. Al menos puedo diferenciar lo habido de lo actual y saber si soy gilipollas o un gañán de tantos que pululan por Internet.
Luego, claro, todos a quejarse de qué mal va el mundo, etc, etc. Hay auténtica basura intelectual hoy en día y las redes han ayudado a amplificarla.
Yo sigo queriendo ser el puto Alejandro Magno y no está en twitter
#4 yo Atila el Huno
No estoy de acuerdo, simplemente cambiaron de ídolos, y se cambia de ídolos más rápidamente. Para muestra ahí tienes al sector youtuber andorrano, ídolos de muchos.
#1 de cada vez menos, en eso tiene razón el articulista, la gente se quema muy rápido y eso es maravilloso. Yo no entiendo las tragaderas que tiene la gente para seguir a quien sigue pero lo normal es que te acaben cansando, sobretodo cuando son gente que no tiene nada que aportar.
Y eso por qué es malo?, también matamos a Dios y nos va mejor