Los medios austríacos más sensacionalistas justifican los graves incidentes del partido Austria de Viena-Athletic, como una consecuencia de los errores arbitrales del noruego Svein Oddvar Moen, al que achacan la culpa. "Los espectadores, tras varios errores del árbitro noruego Svein Oddvar Moen, explotaron, gritaron "tongo, tongo", volaron los primeros objetos sobre el campo...", narra el diario austríaco Kronen Zeitung.
#1:
¿El árbitro tiene la culpa de que todos los neandertales nazis de Europa se reunieran en Viena? Interesante punto de vista...
#8:
Extractos de la nota de la directiva del Athletic:
"Más allá de lo deportivo, se ha vivido un penoso espectáculo en Viena y nuestro club ha sido víctima propiciatoria de algo orquestado o cuando menos de algo que se veía venir. El partido se ha tenido que paralizar en la segunda parte, primero por el humo producido por las bengalas y luego por la invasión del campo por parte de numerosos aficionados. La seguridad de los nuestros no ha estado garantizada, ni en Viena, ni en el campo y sus alrededores.
Durante la reunión matinal el Athletic Club ya ha advertido del peligro a los responsables de la UEFA, por lo que se ve, en saco roto. Si bien el máximo organismo europeo avanza y pone especial celo en la faceta organizativa, de esponsorización, experimenta de cara al futuro con los árbitros asistentes e intenta prestigiar la UEL, el relativo a la seguridad será uno de los aspectos en los que tendrá que mejorar esta competición, sobre todo porque está en juego la integridad de miles de personas.
Al menos esperemos que el bombo no nos depare otro desplazamiento a esta plaza en la que, decíamos ayer, siempre ocurre algo, y no bueno. La lista de “sucedidos” sería interminable y la componen asuntos nimios como el impedimento para entrenar con las porterías habilitadas, los balones inflados en exceso, la amenaza con cortar la luz durante el entrenamiento, la prohibición a nuestros hinchas para portar distintivos del club en el bar oficial, la negativa a colocar la ikurriña junto al resto de banderas etc. y junto a ellos otros más graves y todos ellos relativos a la seguridad que han colocado en una tesitura muy difícil a nuestros aficionados hasta allí desplazados. El miedo ha sido una sensación vivida en primera persona por familias enteras que se han sentido desprotegidos tanto dentro como fuera del terreno de juego y eso es lo peor que puede darse en un espectáculo deportivo.
(...)
Los morados y los visitantes del Franz-Horr hablaban y no paraban de lo que empuja su público y por momentos se han quedado cortos, por empujar no han cesado de hacerlo hasta con las puertas. Quizá es que cuando en la segunda mitad han invadido el campo querían salir a rematar los corners.
Sin sobresaltos se ha llegado al descanso y la zozobra de la segunda parte ha sido meramente extradeportiva, con peligro real para la portería de Iraizoz sólo con todo absolutamente resuelto. El Athletic ha salido a lo suyo, sin dar ningún paso atrás que permitiera revivir al rival, aunque, a decir verdad, lo que provenía desde la grada no era la mejor medicina para un Austria tocado.
Si en la reanudación se esperaba una salida en tromba, los hinchas, por decir algo, parapetados tras una de las varias banderas españolas de las denominadas preconstitucionales presentes en el evento, se lo han puesto difícil al encender sus rojas bengalas y obligar al colegiado a tener que paralizar el partido porque entre la niebla y el humo era imposible ver a pocos metros. A la mayoría de los presentes en el Franz-Horr Stadion parecía no importarles en exceso lo que sucedía en las gradas y ni siquiera hacían ademán de reprobar la conducta de sus aficionados y adláteres en previsión de la sanción que la UEFA les impondrá y más visto lo que vino después.
(...)
Entre que su equipo no tenía mucho que ofrecer, la tendencia generalizada, a la que casi todos sucumbimos alguna vez, de echar la culpa al colegiado (parte del público reclamaba falta en el salto de Javi Martínez) y las ganas de guerra de los hinchas propios y ajenos más predispuestos al cuerpo a cuerpo que a otra cosa, en uno de los fondos se empezaba a clamar en pro de la invasión.
Dicho y hecho. Por un lado empujaban la puerta de uno de los fondos, por otra salían con más soltura. Uno de los asistentes y nuestros jugadores han sido los primeros en percatarse del peligro, seguidos del propio árbitro, quien ha decretado la suspensión provisional del partido en el minuto 66. Tras varios dimes y diretes de puertas adentro y con la seguridad en una parte y la idoneidad de acabar la contienda en el otro fiel de la balanza, se ha optado por terminar la contienda después de un llamamiento público del máximo dirigente vienés. Evidentemente ya se le había ido de las manos. Cafres a la grada para seguir con la coreografía perfectamente preparada de antemano, la Policía a sus furgonetas, los espectadores del resto de tribunas como si no fuera con ellos y los jugadores al verde. Al menos, con buen criterio, el colegiado ha advertido que al menor objeto que cayera al campo el partido iba a ser suspendido definitivamente. Curiosamente no ha caído ni un avión de papel.
(...)
Era el minuto 85 y tras la alegría posterior a los cinco inexplicables minutos de prolongación, la preocupación se extendía a la evacuación de los aficionados y ahí también los peores presagios se han cumplido con emboscada incluida pese a la presencia policial, aunque más se asemejaba a compañía que a protección. Felizmente ese nuevo incidente se ha saldado con heridas leves, como la encerrona vespertina, cuya afectado al menos se ha marchado para casa con la camiseta de Iraola.
No parece éste el fútbol de fair-play y respeto y reiteramos que si bien la UEFA pone especial celo en hacer cumplir aspectos inherentes a los sponsors o indumentarias, no estaría de más que hiciera hincapié en el de la seguridad en los campos, eje fundamental de cualquier espectáculo que se precie y más en el deporte.
Sin más dilación, vuelo a Gasteiz con llegada a las 02:30 horas y doble entrenamiento vespertino viernes y sábado para preparar una cita más que atractiva, la visita del Valencia a San Mamés, un buen marco para recompensar con cariño a un equipo que carbura y a una afición que nunca le va a dejar solo, pese a todos los pesares en forma de multinacionales ultras (neonazis, fascistas o lo que el diccionario de sinónimos tenga a bien indicar) y de quienes les permiten campar a sus anchas y utilizarnos como conejillos de indias. Queremos hablar sólo de fútbol y así esperamos hacerlo ante el Bremen y en los dieciseisavos de final. Mientras tanto y en la medida de lo posible, de nuevo a disfrutar. "
Extractos de la nota de la directiva del Athletic:
"Más allá de lo deportivo, se ha vivido un penoso espectáculo en Viena y nuestro club ha sido víctima propiciatoria de algo orquestado o cuando menos de algo que se veía venir. El partido se ha tenido que paralizar en la segunda parte, primero por el humo producido por las bengalas y luego por la invasión del campo por parte de numerosos aficionados. La seguridad de los nuestros no ha estado garantizada, ni en Viena, ni en el campo y sus alrededores.
Durante la reunión matinal el Athletic Club ya ha advertido del peligro a los responsables de la UEFA, por lo que se ve, en saco roto. Si bien el máximo organismo europeo avanza y pone especial celo en la faceta organizativa, de esponsorización, experimenta de cara al futuro con los árbitros asistentes e intenta prestigiar la UEL, el relativo a la seguridad será uno de los aspectos en los que tendrá que mejorar esta competición, sobre todo porque está en juego la integridad de miles de personas.
Al menos esperemos que el bombo no nos depare otro desplazamiento a esta plaza en la que, decíamos ayer, siempre ocurre algo, y no bueno. La lista de “sucedidos” sería interminable y la componen asuntos nimios como el impedimento para entrenar con las porterías habilitadas, los balones inflados en exceso, la amenaza con cortar la luz durante el entrenamiento, la prohibición a nuestros hinchas para portar distintivos del club en el bar oficial, la negativa a colocar la ikurriña junto al resto de banderas etc. y junto a ellos otros más graves y todos ellos relativos a la seguridad que han colocado en una tesitura muy difícil a nuestros aficionados hasta allí desplazados. El miedo ha sido una sensación vivida en primera persona por familias enteras que se han sentido desprotegidos tanto dentro como fuera del terreno de juego y eso es lo peor que puede darse en un espectáculo deportivo.
(...)
Los morados y los visitantes del Franz-Horr hablaban y no paraban de lo que empuja su público y por momentos se han quedado cortos, por empujar no han cesado de hacerlo hasta con las puertas. Quizá es que cuando en la segunda mitad han invadido el campo querían salir a rematar los corners.
Sin sobresaltos se ha llegado al descanso y la zozobra de la segunda parte ha sido meramente extradeportiva, con peligro real para la portería de Iraizoz sólo con todo absolutamente resuelto. El Athletic ha salido a lo suyo, sin dar ningún paso atrás que permitiera revivir al rival, aunque, a decir verdad, lo que provenía desde la grada no era la mejor medicina para un Austria tocado.
Si en la reanudación se esperaba una salida en tromba, los hinchas, por decir algo, parapetados tras una de las varias banderas españolas de las denominadas preconstitucionales presentes en el evento, se lo han puesto difícil al encender sus rojas bengalas y obligar al colegiado a tener que paralizar el partido porque entre la niebla y el humo era imposible ver a pocos metros. A la mayoría de los presentes en el Franz-Horr Stadion parecía no importarles en exceso lo que sucedía en las gradas y ni siquiera hacían ademán de reprobar la conducta de sus aficionados y adláteres en previsión de la sanción que la UEFA les impondrá y más visto lo que vino después.
(...)
Entre que su equipo no tenía mucho que ofrecer, la tendencia generalizada, a la que casi todos sucumbimos alguna vez, de echar la culpa al colegiado (parte del público reclamaba falta en el salto de Javi Martínez) y las ganas de guerra de los hinchas propios y ajenos más predispuestos al cuerpo a cuerpo que a otra cosa, en uno de los fondos se empezaba a clamar en pro de la invasión.
Dicho y hecho. Por un lado empujaban la puerta de uno de los fondos, por otra salían con más soltura. Uno de los asistentes y nuestros jugadores han sido los primeros en percatarse del peligro, seguidos del propio árbitro, quien ha decretado la suspensión provisional del partido en el minuto 66. Tras varios dimes y diretes de puertas adentro y con la seguridad en una parte y la idoneidad de acabar la contienda en el otro fiel de la balanza, se ha optado por terminar la contienda después de un llamamiento público del máximo dirigente vienés. Evidentemente ya se le había ido de las manos. Cafres a la grada para seguir con la coreografía perfectamente preparada de antemano, la Policía a sus furgonetas, los espectadores del resto de tribunas como si no fuera con ellos y los jugadores al verde. Al menos, con buen criterio, el colegiado ha advertido que al menor objeto que cayera al campo el partido iba a ser suspendido definitivamente. Curiosamente no ha caído ni un avión de papel.
(...)
Era el minuto 85 y tras la alegría posterior a los cinco inexplicables minutos de prolongación, la preocupación se extendía a la evacuación de los aficionados y ahí también los peores presagios se han cumplido con emboscada incluida pese a la presencia policial, aunque más se asemejaba a compañía que a protección. Felizmente ese nuevo incidente se ha saldado con heridas leves, como la encerrona vespertina, cuya afectado al menos se ha marchado para casa con la camiseta de Iraola.
No parece éste el fútbol de fair-play y respeto y reiteramos que si bien la UEFA pone especial celo en hacer cumplir aspectos inherentes a los sponsors o indumentarias, no estaría de más que hiciera hincapié en el de la seguridad en los campos, eje fundamental de cualquier espectáculo que se precie y más en el deporte.
Sin más dilación, vuelo a Gasteiz con llegada a las 02:30 horas y doble entrenamiento vespertino viernes y sábado para preparar una cita más que atractiva, la visita del Valencia a San Mamés, un buen marco para recompensar con cariño a un equipo que carbura y a una afición que nunca le va a dejar solo, pese a todos los pesares en forma de multinacionales ultras (neonazis, fascistas o lo que el diccionario de sinónimos tenga a bien indicar) y de quienes les permiten campar a sus anchas y utilizarnos como conejillos de indias. Queremos hablar sólo de fútbol y así esperamos hacerlo ante el Bremen y en los dieciseisavos de final. Mientras tanto y en la medida de lo posible, de nuevo a disfrutar. "
Impresentable se tendría que haber cerrado el estadio en el primer incidente con las vengalas, no se puede permitir después de más de 25 minutos reanudar un encuentro cuando la culpa es de la afición, a un jugador del Bilbao le dio un tirón, no puedes jugar, parar, enfriarte y luego volver a jugar, y más con las temperaturas de Viena.
#5 Es como lo de: La culpa es de los padres que las visten como putas.
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¿El árbitro tiene la culpa de que todos los neandertales nazis de Europa se reunieran en Viena? Interesante punto de vista...
Extractos de la nota de la directiva del Athletic:
"Más allá de lo deportivo, se ha vivido un penoso espectáculo en Viena y nuestro club ha sido víctima propiciatoria de algo orquestado o cuando menos de algo que se veía venir. El partido se ha tenido que paralizar en la segunda parte, primero por el humo producido por las bengalas y luego por la invasión del campo por parte de numerosos aficionados. La seguridad de los nuestros no ha estado garantizada, ni en Viena, ni en el campo y sus alrededores.
Durante la reunión matinal el Athletic Club ya ha advertido del peligro a los responsables de la UEFA, por lo que se ve, en saco roto. Si bien el máximo organismo europeo avanza y pone especial celo en la faceta organizativa, de esponsorización, experimenta de cara al futuro con los árbitros asistentes e intenta prestigiar la UEL, el relativo a la seguridad será uno de los aspectos en los que tendrá que mejorar esta competición, sobre todo porque está en juego la integridad de miles de personas.
Al menos esperemos que el bombo no nos depare otro desplazamiento a esta plaza en la que, decíamos ayer, siempre ocurre algo, y no bueno. La lista de “sucedidos” sería interminable y la componen asuntos nimios como el impedimento para entrenar con las porterías habilitadas, los balones inflados en exceso, la amenaza con cortar la luz durante el entrenamiento, la prohibición a nuestros hinchas para portar distintivos del club en el bar oficial, la negativa a colocar la ikurriña junto al resto de banderas etc. y junto a ellos otros más graves y todos ellos relativos a la seguridad que han colocado en una tesitura muy difícil a nuestros aficionados hasta allí desplazados. El miedo ha sido una sensación vivida en primera persona por familias enteras que se han sentido desprotegidos tanto dentro como fuera del terreno de juego y eso es lo peor que puede darse en un espectáculo deportivo.
(...)
Los morados y los visitantes del Franz-Horr hablaban y no paraban de lo que empuja su público y por momentos se han quedado cortos, por empujar no han cesado de hacerlo hasta con las puertas. Quizá es que cuando en la segunda mitad han invadido el campo querían salir a rematar los corners.
Sin sobresaltos se ha llegado al descanso y la zozobra de la segunda parte ha sido meramente extradeportiva, con peligro real para la portería de Iraizoz sólo con todo absolutamente resuelto. El Athletic ha salido a lo suyo, sin dar ningún paso atrás que permitiera revivir al rival, aunque, a decir verdad, lo que provenía desde la grada no era la mejor medicina para un Austria tocado.
Si en la reanudación se esperaba una salida en tromba, los hinchas, por decir algo, parapetados tras una de las varias banderas españolas de las denominadas preconstitucionales presentes en el evento, se lo han puesto difícil al encender sus rojas bengalas y obligar al colegiado a tener que paralizar el partido porque entre la niebla y el humo era imposible ver a pocos metros. A la mayoría de los presentes en el Franz-Horr Stadion parecía no importarles en exceso lo que sucedía en las gradas y ni siquiera hacían ademán de reprobar la conducta de sus aficionados y adláteres en previsión de la sanción que la UEFA les impondrá y más visto lo que vino después.
(...)
Entre que su equipo no tenía mucho que ofrecer, la tendencia generalizada, a la que casi todos sucumbimos alguna vez, de echar la culpa al colegiado (parte del público reclamaba falta en el salto de Javi Martínez) y las ganas de guerra de los hinchas propios y ajenos más predispuestos al cuerpo a cuerpo que a otra cosa, en uno de los fondos se empezaba a clamar en pro de la invasión.
Dicho y hecho. Por un lado empujaban la puerta de uno de los fondos, por otra salían con más soltura. Uno de los asistentes y nuestros jugadores han sido los primeros en percatarse del peligro, seguidos del propio árbitro, quien ha decretado la suspensión provisional del partido en el minuto 66. Tras varios dimes y diretes de puertas adentro y con la seguridad en una parte y la idoneidad de acabar la contienda en el otro fiel de la balanza, se ha optado por terminar la contienda después de un llamamiento público del máximo dirigente vienés. Evidentemente ya se le había ido de las manos. Cafres a la grada para seguir con la coreografía perfectamente preparada de antemano, la Policía a sus furgonetas, los espectadores del resto de tribunas como si no fuera con ellos y los jugadores al verde. Al menos, con buen criterio, el colegiado ha advertido que al menor objeto que cayera al campo el partido iba a ser suspendido definitivamente. Curiosamente no ha caído ni un avión de papel.
(...)
Era el minuto 85 y tras la alegría posterior a los cinco inexplicables minutos de prolongación, la preocupación se extendía a la evacuación de los aficionados y ahí también los peores presagios se han cumplido con emboscada incluida pese a la presencia policial, aunque más se asemejaba a compañía que a protección. Felizmente ese nuevo incidente se ha saldado con heridas leves, como la encerrona vespertina, cuya afectado al menos se ha marchado para casa con la camiseta de Iraola.
No parece éste el fútbol de fair-play y respeto y reiteramos que si bien la UEFA pone especial celo en hacer cumplir aspectos inherentes a los sponsors o indumentarias, no estaría de más que hiciera hincapié en el de la seguridad en los campos, eje fundamental de cualquier espectáculo que se precie y más en el deporte.
Sin más dilación, vuelo a Gasteiz con llegada a las 02:30 horas y doble entrenamiento vespertino viernes y sábado para preparar una cita más que atractiva, la visita del Valencia a San Mamés, un buen marco para recompensar con cariño a un equipo que carbura y a una afición que nunca le va a dejar solo, pese a todos los pesares en forma de multinacionales ultras (neonazis, fascistas o lo que el diccionario de sinónimos tenga a bien indicar) y de quienes les permiten campar a sus anchas y utilizarnos como conejillos de indias. Queremos hablar sólo de fútbol y así esperamos hacerlo ante el Bremen y en los dieciseisavos de final. Mientras tanto y en la medida de lo posible, de nuevo a disfrutar. "
http://www.athletic-club.net/web/main.asp?a=0&b=1&c=1&d=1000&berria=8942&idi=1
¿El árbitro es responsable que algunos llevaran objectos, banderas y simbología Nazi?
Esperamos que haya una sanción ejemplar por parte de la UEFA
Impresentable se tendría que haber cerrado el estadio en el primer incidente con las vengalas, no se puede permitir después de más de 25 minutos reanudar un encuentro cuando la culpa es de la afición, a un jugador del Bilbao le dio un tirón, no puedes jugar, parar, enfriarte y luego volver a jugar, y más con las temperaturas de Viena.
#5 Es como lo de: La culpa es de los padres que las visten como putas.
#5 No, pero deberia suspender el partido por las banderas con el pollo y los carteles VIVA FRANCO.
Por cierto, la galería fotográfica que aparece al final del artículo no tiene desperdicio:
http://www.athletic-club.net/web/main.asp?a=0&b=1&c=1&d=1000&berria=8942&foto=2&idi=1#fotos
Aqui el AS culparía a Villar.
#2 Y el Mundo Deportivo y el Sport a Franc... NO, WAIT!!!!
Con la que está cayendo por aquí se les habrá enfriado las neuronas o serán todos afiliados a cierto partido austriaco.
vaya prensa mas sensacionalista y que pogo rigor periodístico