Hace 14 años | Por Claustronegro a fogonazos.es
Publicado hace 14 años por Claustronegro a fogonazos.es

La historia comienza en octubre del año pasado, cuando la madre de Colby golpeó accidentalmente con el pie un pingüino de juguete que el niño había dejado en el pasillo. Después de contemplar el atropello, Colby se fue a su habitación, cogió lápiz y papel y pintó un cartel que dejó pegado en la nevera con un claro mensaje: “Prohibido dar patadas a los pingüinos”.

Comentarios

aberron

#0 Fíjate, al final de post

Ellohir

¿El "vía mezvan en menéame" no te ha llamado la atención?

splinter

#5 ¿das por hecho que se lee lo que envía? lol