Pocas cosas me parecen más opuestas al amor y al romanticismo y más afines a la costumbre, al aburrimiento, a lo desapasionado, que hacer algo porque es lo que toca. La boda es un horroroso monumento a la inercia.
Endeudarte hasta las cejas para una fiesta de 8-12 horas. El vídeo con los recuerdos en los postres. El fotomatón para ponerte un bigotito de papel con cara de gilipollas. El acto lánguido en la iglesia con todo Dios resoplando y mirando el reloj para ponerse ciego. Esa misma iglesia que llevas sin pisar desde la Comunión. La música pachanguera para contentar a todos los invitados. La tarta blanca y el cuchillo. Tirar el ramo de espaldas como en las pelis que veías de pequeña. Los helicópteros con pañuelo en las mesas cuando comienza a subir el alcohol. Las críticas de los solteros-as/ divorciados-as a los platos del convite. Los tímidos intentos por añadir alguna novedad al acto que has leído en alguna web de tendencias de bodas.
Salvo maravillosas e infrecuentes excepciones, son previsiblemente tristes e IGUALES a cualquier otra. Tanto, que cuando vuelves atrás en tu memoria, ya no sabes de quién era la boda en la que ocurrió tal o cual cosa.
La celebración del amor convertida en una bacanal de apariencias y estatus social. El "momento más feliz de vuestras vidas" (all rights registred) en el El Molino Bodas & Eventos.
Cuando me invitan a una boda, siempre pienso en ese relato de Perelman en el que se celebra un enlace con 300 invitados en un lugar aislado de California. La huelga de transportistas impide que el alcohol llegue a la celebración y las carreteras acaban cortadas. Al final se acaba produciendo una batalla campal entre los invitados y los novios deciden anular la boda y separarse en un magnífico relato que tira del humor y una cáustica sorna para criticar las horrorosas celebraciones de los enlaces matrimoniales y desmontar la utilización de esos faustos como forma de escalar socialmente en la sociedad californiana de los 40.
Margaret, la novia, le dice a su prometido al despedirse para siempre: "Yo te quería, Sam. Pero tú querías casarte. ¿Por qué no podíamos seguir siendo diferentes al resto?"
Comentarios
Entiendo lo que dices, porque lo he visto a mi alrededor. Ella prosiguiendo su boda de ensueño, él invitando hasta al camarero del bar del polígono donde desayuna... En mi caso, aunque algunos otros en mi entorno también, fue una ceremonia agradable y divertida. Mantuvimos el gasto bajo, atendiendo a nuestra realidad, y las convenciones sociales hicieron que recuperáramos el gasto. No nos hubiera dolido perder dinero, gastamos lo que estábamos dispuestos a gastar.
En los votos nupciales hice llorar a mi mujer y reír al personal Chandler style (terminé con la letra de Amante bandido de Miguel Bosé). Antes del convite toqué por sorpresa tres canciones con unos colegas, siendo la última "Let me put my love into you" (Déjame que te meta todo mi amor) de ACDC. Y no hubo reggaetón. Una reunión de todos los amigos como cada vez es más difícil organizar, gracias a la "obligación" cultural, a la sensación de "una vez en la vida". Y una protección a mi familia, que ya estaba en camino según habíamos descubierto un mes antes.
Creo que el problema lo tiene quien le da una importancia exagerada al evento, tanto idealizándolo como demonizándolo. Las malditas expectativas. No es el día más feliz de tu vida, ni estás vendiendo tu alma libertaria, es una puta fiesta y un símbolo bonito, como un ramo de flores.
#3 la boda en la que mejor me lo pasé fue la más baratera a la que asistí. Sincera, llana, sin ínfulas. Maravillosa excepción.
#3 Yo creo que el problema es que la mayoría de la gente no hace la boda que quiere. Ya sea por presiones sociales o, sobre todo, de la familia, acaban pasando por el aro de lo "socialmente aceptable". Por suerte, es algo que está cambiando. Las bodas realmente bonitas son aquellas que han sido decididas por la pareja, ya sea un fiestón con 300 invitados o una ceremonia íntima de 10 personas.
#0 Hace casi 7 años que el pedí a mi mujer que se casase conmigo, y casi 6 de tal fecha. Cuando planeábamos la boda teníamos muy claro lo que NO queríamos, que prácticamente era todo lo que has enumerado en el artículo.
Cuando dimos la noticia a la familia se montó una pequeña revolución, y casi nos arrastra a montar una boda justo como no queríamos (lista de invitados infinita, regalos chorras, horteradas de todo tipo, etc). Y es que creo que la familia son el primer grupo de presión que casi te obliga a tener una boda “como dios manda”. Y después de la familia, el tinglado que hay montado en la organización de bodas: “como te vas a casar sin X, o sin Y…!”. Mi mujer se acercó a una conocida tienda de ropa interior femenina a buscar un tanga chulo para el día de la boda, y cuando dijo a la dependienta que era para su boda, le hicieron los ojos chiribitas, y empezó a sacarle medias, ligueros, picardías y demás. Mi mujer insistió: “solo quiero un tanga!”
Al final, la boda fue como quisimos:
1. 12 personas en total el día de la boda. Nosotros, mis padres, los suyos y nuestros hermanos, sus parejas y un sobrino.
2. Nos casamos un martes en un pueblo de la sierra de Madrid, por una concejala.
3. Comimos en un restaurante de Patones de Arriba. Sin avisar de que el pequeño grupo era una boda, y sin tarta, por supuesto.
4. Yo llevaba una camisa blanca de algodón de H&M, y unas zapatillas Adidas bastante discretas y bonitas. Mi mujer un vestido de algodón que le costó 90€, prácticamente sin maquillar y con un recogido sencillo. Estaba que reventaba de guapa.
5. Al día siguiente nos fuimos a Ibiza, a casa de una amiga, donde un par de días después hicimos una barbacoa con un pequeño grupo de amigos, y por la noche nos fuimos de fiesta a Space donde pinchaba Richie Hawtin en su fiesta ENTER (technazo del bueno!).
Así si molan las bodas
#11 Olé por vosotros!
#11 NO entiendo lo del tanga para la boda ¿era una parte visible del vestido de la novia?
#16 el vestido de ella era de algodón y como tenía un ligero punto traslucido, mejor un tanga que una braga de cuello vuelto
#17 era una parte visible del vestido de la novia! 😛
#18 Pues ahora que lo dices..
#11 podrías haberme invitado.
#19 Cuando celebremos el 10º aniversario
#0 Por cierto, poco se está hablando de las fotos que ilustran el artículo...
Los únicos que salen ganando en las bodas son los amigos de los novios.
-No tienes que aguantar familia extra tras ese día.
-Borrachera.
-Infinitas oportunidades de avergonzar a tu amigo/a frente a ..... Todos!!!!
-Vomitar en un seto.
-Mear en un seto.
-La mayoría de la gente que hay jamás volverás a verlos, a los que volverás a ver, ya te conocen.
-Mi favorito, dibujar un pene con alas en el libro de dedicatorias (llevo como una década haciéndolo, no me arrepiento de nada)
Todo eso por un sobre con pasta? Donde tengo que firmar para tener un par de bodas anuales?
Espero que llegue un momento que mis amigos empiecen a divorciarse y volverse a casar...
#0 Y lo mal que se pasaba cuando, en el momento del té con pastas en el sofá del salón, te ponían la boda en el video VHS, y quedabas ahí atorado entre la tía y la abuela, sin posibilidad de escape...
#1 una boda no acaba nunca, ni tan siquiera tras el divorcio
#2 Yo soy una firme defensora del matrimonio. Me parece lo más práctico y solo le veo ventajas: favorable fiscalmente, días de permiso en el trabajo, prestaciones sociales, pensión de viudedad.... De hecho, no veo ningún motivo para no casarte.
Ahora bien, casarte no tiene por qué ser hacer la boda del príncipe cuidadosamente diseñada por tu madre y tu suegra. Como si quieres ir a firmar al ayuntamiento en vaqueros sin celebración ni nada (conozco a gente que lo ha hecho). Es una pena, porque he oído decir a muchas parejas que no se casan por el follón y el dinero de organizar la boda, como si hacerla de tal o cual manera fuera obligatorio.
#10 Muy bien dicho. Aunque también puede ser una fuente de problemas en caso de conflictos.
#20 Hombre, yo hablo de si los dos miembros de la pareja están de acuerdo en lo que quieren hacer. Ahí se hace bloque y a cada uno le toca lidiar con su familia. La cuestión es que en la boda siempre habrá alguien que te criticará, hagas lo que hagas, así que mejor hacer lo que la pareja quiera y ya está.
#21 Yo por mis experiencias creo que lo que mejor funcionan son las bodas modestas y con la familia más cercana.
Para lo demás haces una fiesta y ya.
#22 Yo no creo que haya un tipo de boda mejor que otro, simplemente depende de lo que quiera la pareja. Si lo que quieres es invitar solo a la familia, pues solo a la familia, si quieres solo a amigos, pues solo a amigos, si quieres el bodorrio con mogollón de gente, pues invitas a mogollón de gente... Vamos, que es una celebración que cada cual debería hacer como le parece.
Una amiga mía invitó únicamente a padres, suegros, hermanos y cuñados. Ocho invitados en total. Otro amigo, a cuya boda fui, invitó únicamente a amigos al convite (unas 50 personas). Ni siquiera estaban sus padres y sus suegros, que fueron únicamente a la ceremonia. Otra amiga se casó e invitó a todo el coro, la orquesta, amigos, familia... Éramos más de 400. Me parecieron las tres bodas muy bonitas porque se veía claramente que era lo que ellos habían elegido.
Y en cuanto al sitio lo mismo. La puedes hacer en el jardín de tu casa con saladitos o en un restaurante de lujo. Basta que la hagas como quieres.
Se me había olvidado lo de mangar una máquina de escribir antigua de la Oficina Municipal correspondiante al salir de la firma, que decora mi despacho (no la tenían de decoración, estaba en un montón que tenía toda la pinta de que iban a tirar, pero no lo pregunté, para ser sincero)
#8 Lo digo por la parte de "El acto lánguido en la iglesia con todo Dios resoplando y mirando el reloj para ponerse ciego. Esa misma iglesia que llevas sin pisar desde la Comunión."
#0 La mayoría de las bodas en España se celebran con ceremonias civiles, no religiosas.
#6 Pero luego en casi todas hay convite, que es de lo que se trata.
#27 El caso es que todos estos trámites, que de otro modo llevan mil quebraderos de cabeza, se solucionan fácilmente firmando el contrato de matrimonio. Yo la verdad es que no entiendo el tema de las parejas de hecho, ¿qué ventajas representa con respecto a casarse? Pregunto sinceramente, no sé por qué alguien decide hacerse pareja de hecho en lugar de casarse.
#28 Facilidad para el divorcio, básicamente: con mandar un burofax lo tengo apañado. Lo de la custodia y demás de los críos es igual que en el matrimonio. Te sorprendería la cantidad de abogados que preferimos el quebradero de cabeza de la pareja de hecho al contrato matrimonial.
#29 Lo del divorcio lo había pensado, pero desde que se cambió la ley de divorcio, el caso del matrimonio se ha simplificado bastante. Y si te casas por separación de bienes, pues más fácil todavía. Por lo demás, el matrimonio te da muchas más garantías y no acarrea más problemas. Es además una figura uniforma que no depende de la comunidad autónoma (ni del país de la UE) en el que habites y todos los trámites administrativos y ayudas son mucho más sencillos de justificar. Vamos, a mí me parece lo más práctico de lejos.
#30 Pues mi parienta de hecho trabaja en un Juzgado de Familia nada menos, y también es muy partidaria de la pareja de hecho (supongo que por lo que ha visto en el trabajo)
#31 Supongo que ella habrá visto los problemas por un lado y yo los he visto por el otro. Por ejemplo, que vayan a operar a tu suegra y no te den días en la empresa porque "si no estáis casados no es de tu familia", o que no te dejen incluir a tu pareja en el seguro médico de la empresa, o que te vayas al extranjero y no te dejen poner tu apellido a tus hijos porque no estáis casados, ni entrar en el paritorio...
Que sí, que muchas de esas cosas se podrán pelear judicialmente y ganar, pero ya te tienes que meter ahí, mientras que con el matrimonio todas estas cosas son automáticas.
#32 Como diría Rafael el Gallo, cada uno es cada cual. Mi situación laboral (soy mi propio jefe y esclavo, como autónomo que soy) me permite obviar algunas de las dificultades que planteas
Vaya, lo que me he perdido por ser pareja de hecho... En mi caso, fue una invitación a comer a los testigos (uno por cabeza y la pareja de uno de ellos), ir tostados a la Oficina Municipal, firmar los papeles y seguir de copas. Un viernes como otro cualquiera
#13 No, lo que te pierdes por se pareja de hecho son otras cosas, como facilidades para cobrar pensión de viudedad, herencias, días de permiso en el trabajo, reconocimiento de la unión fuera de la región/país, etc.
#24 En cuanto a la pensión de viudedad, repásate la Sentencia del TC de 16/12/2016. Lo de la herencia ya lo tengo resuelto, previo paso por el Notario (que es como se deben hacer las cosas, aunque estés casado "de verdad"); lo de los permisos en el trabajo me los gestiono yo mismo, que es lo que tiene ser autónomo. Lo del reconocimiento en otro país/región o lo que sea, ya lo resolveré cuando toque, si es que toca