Hace 2 años | Por zanguangaco a elconfidencial.com
Publicado hace 2 años por zanguangaco a elconfidencial.com

Bruno Galindo describe en 'Toma de tierra' (Libros del K.O.) cómo el sector de la música y de la prensa musical se derrumbó

Comentarios

reithor

#1 Justo eso ha hecho... escribir un libro.

Lonnegan

#1 El crítico musical podia ser necesario cuando habia mucho menos acceso a la música, comprarse un disco era un pequeño lujo, te lo comprabas "a ciegas" sin haberlo podido escuchar. Entonces tal vez tenía sentido que un "experto" te dijera antes i sera bueno malo o regular. Ahora si te compras un disco, lo habrás podido oir antes muchas veces, de hecho ¿quién compra trabajos completos pudiendo elegir en las plataforas canciones individuales? El mundo ha cambiado y los viejos dinosaurios desaparecen.

i

#5 Pero Sasel tiene toda la razón. Y el Game Pass se va a cargar la prensa de videojuegos también.

Vodker

#5 venía a decir eso mismo.

zentropia

cuando lo puedes escuchar gratis para que vale la opinión de otro?

jewel_throne

Crítica musical = te hablo bien del disco según me pagues y además según como sea de fanático del grupo/artista.

Hace años compraba la Heavy Rock y la Metal Hammer.....dos veces me guié por las críticas de los discos que ahí aparecían y acabé comprando truños infumables hasta que me di cuenta en la segunda de las ocasiones y no me gasté un duro/euro más en ellas ni en sus "discos del mes", gracias al trapicheo de cintas entre los amigos que pude conocer y disfrutar muchas cosas que ahí no aparecían o no criticadas como debiera ser y que sí eran de mi agrado.

¡¡¡Vivan las TDK de 90!!!

manbobi

#7 El Walkman sufría de más intentando arrastrarla.

grodriguezgonzalez

A la gente ya no le importa lo que diga otro, lo escuchan, si les gusta y/o esta de moda bien, sino pues a otro grupo

Shotokax

Un crítico musical...



#MamáLadilla

manbobi

#4


Eh, crítico que siempre estás sentado
Leer y escuchar no es suficiente
Ven aquí, ven aquí...

Nova6K0

Un llorón más de una industria musical que hace aguas. La excusa la piratería, la realidad:

1 - Internet permite que no dependas de nadie directamente (salvo alguna plataforma donde poner tus contenidos).

2 - El tener que competir con millones de autores, que usan licencias libres y/o van por libre, y eso os fastidia el chollo de creer que tenéis que ser millonarios. Cuando en realidad la propiedad intelectual nunca trató de eso, aunque no lo acabéis de entender.

3 - Porque no se necesita un disco para nada, salvo los cuatro neoluditas que os creéis muy guays por hacer uno. Es como si se echara de menos el ábaco.

4 - Sí hay un modelo de negocio, pero primero requiere de más esfuerzo (eso no os vale si estáis acostumbrados a que os hagan todo) y sobre todo porque también estáis acostumbrados a creer que debéis ganar millones, sobre todo los intermediarios.

Por otro lado las críticas musicales, al igual que las notas de videojuegos en cualquier, son totalmente subjetivas. Y es más son subjetivas incluso a un género en concreto. Por ejemplo no eres de deportes, pero tienes que puntuar un juego sobre deportes, pues incluso aunque no lo creas tú cerebro actuará para que le des menos nota. De la misma forma que cuando sale el crítico musical de turno, que no tiene ni idea de flamenco, por ejemplo, y dice que una actuación de algún concursante es mala o no le gustó.

Saludos.

N

Eso es porque los críticos musicales no tienen ni puta idea de música, con lo que nadie les hace caso. Pusieron a parir de un burro el Morning Glory de Oasis, que a la gente le encantó y no es mal disco. Como la jodieron ahí, alabaron hasta el infinito y más allá el siguiente disco de la misma banda, que era una mierda.

Igual: del Lover de Taylor Swift, que es casi todo bueno han dicho poco (aunque algo), y han puesto por las nubes el soporífero Folklore.

Y suma y sigue... Porque además no son gente con formación en un conservatorio que sepa analizar ritmos, armonías, melodías, instrumentación o voces. No tienen ni puta idea, al menos desde hace dos décadas. Y si no tienes ni idea, nadie tiene por qué hacerte caso.