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#5:
#1 Tengo 38 años, vaya eso por delante.
Estuve en el mismo comienzo del 15M en Madrid y pude contemplar su posterior disolución cuantitativa en las calles conforme surgía Podemos, las asambleas desaparecían por puro cansancio y los escándalos de Bárcenas acostumbraban a la masa social al asco y la nariz tapada.
Asistí a muchísimas manifestaciones, fui a todas las huelgas, estuve también en la manifestación de los mineros (la más gorda y violenta que he visto), la del aborto, la de educación...en todas, absolutamente EN TODAS estaba el colectivo de los yayoflautas. En especial me enternecía el coro que llevaban siempre: un grupo de abueletes que cantaban canciones del bando republicano durante toda la convocatoria y especialmente cuando los ánimos iban flojeando y la gente comenzaba a irse.
Dos días después de explotar el escándalo de los papeles de Bárcenas se produjo una ola de indignación en medios y en redes que confluyó en una convocatoria a las puertas de Génova. España hervía de ira y vergüenza. Se iba a liar.
A la hora de la convocatoria había una decena de lecheras en la puerta de Génova y...300 mataos, entre los que estaba yo.
El cabreo que teníamos con el gobierno se convirtió en desesperanza y vergüenza de vivir en un país como el nuestro. Asco de nuestra gente, de nuestra izquierda. La edad media de los asistentes a la manifestación rondaba los 50 tacos. Recuerdo que ese día me enfadé tanto que decidí dejar de salir a la calle. Mientras me iba, con la calle ya casi vacía de gente, podía escuchar "La Tarara", cantada por el coro de yayoflautas. Son un ejemplo de dignidad, una herencia que hemos dejado de lado, que tiene muchísimas cosas que enseñar a una juventud sin conciencia de clase entre la que me encuentro (aunque de joven tengo ya poco). Somos una generación vergonzosa, domesticada, atontada. Esta gente es la última luz que nos queda. Y ahora vuelven a resurgir mostrándonos el camino cuando son precisamente ellos los únicos que tienen su futuro prácticamente asegurado.
Es injusto achacar a todo un sector de edad una actitud. Sí, es cierto que muchos de ellos votan al PP, pero no son, ni mucho menos, los que están saliendo a las calles.
Por cierto, me causa una repugnancia infinita el cuñao oportunista de Gay de Liebana, pero voy a menear porque prefiero quedarme con la esencia del mensaje.
Estuve en el mismo comienzo del 15M en Madrid y pude contemplar su posterior disolución cuantitativa en las calles conforme surgía Podemos, las asambleas desaparecían por puro cansancio y los escándalos de Bárcenas acostumbraban a la masa social al asco y la nariz tapada.
Asistí a muchísimas manifestaciones, fui a todas las huelgas, estuve también en la manifestación de los mineros (la más gorda y violenta que he visto), la del aborto, la de educación...en todas, absolutamente EN TODAS estaba el colectivo de los yayoflautas. En especial me enternecía el coro que llevaban siempre: un grupo de abueletes que cantaban canciones del bando republicano durante toda la convocatoria y especialmente cuando los ánimos iban flojeando y la gente comenzaba a irse.
Dos días después de explotar el escándalo de los papeles de Bárcenas se produjo una ola de indignación en medios y en redes que confluyó en una convocatoria a las puertas de Génova. España hervía de ira y vergüenza. Se iba a liar.
A la hora de la convocatoria había una decena de lecheras en la puerta de Génova y...300 mataos, entre los que estaba yo.
El cabreo que teníamos con el gobierno se convirtió en desesperanza y vergüenza de vivir en un país como el nuestro. Asco de nuestra gente, de nuestra izquierda. La edad media de los asistentes a la manifestación rondaba los 50 tacos. Recuerdo que ese día me enfadé tanto que decidí dejar de salir a la calle. Mientras me iba, con la calle ya casi vacía de gente, podía escuchar "La Tarara", cantada por el coro de yayoflautas. Son un ejemplo de dignidad, una herencia que hemos dejado de lado, que tiene muchísimas cosas que enseñar a una juventud sin conciencia de clase entre la que me encuentro (aunque de joven tengo ya poco). Somos una generación vergonzosa, domesticada, atontada. Esta gente es la última luz que nos queda. Y ahora vuelven a resurgir mostrándonos el camino cuando son precisamente ellos los únicos que tienen su futuro prácticamente asegurado.
Es injusto achacar a todo un sector de edad una actitud. Sí, es cierto que muchos de ellos votan al PP, pero no son, ni mucho menos, los que están saliendo a las calles.
Por cierto, me causa una repugnancia infinita el cuñao oportunista de Gay de Liebana, pero voy a menear porque prefiero quedarme con la esencia del mensaje.
Comentarios
Todo comenzó cuando hace años hundieron a los jóvenes y estos salieron a la calle, se les insulto, amenazó, machaco y ahora claro, ahora necesitan jóvenes para cubrirlas y es que hay 2 millones de personas jóvenes trabajando que antes y costo, se dice que hay mucho empleo nuevo pero es mentira, con sueldos de 600€ las pensiones están acabadas.
#1 Hasta que no nos unamos, no vamos a conseguir nada. Tenemos que empezar a pensar que todo lo que afecte a un grupo poblacional va a afectar tarde o temprano a los demás grupos. Por eso nos tenemos que movilizar todos.
#2 Huelga general ya.
#2 Te lo resumo: No vamos a conseguir nada
#2 Sí, los cotizantes menores de 55 años tenemos que empezar a manifestarnos ya por la bajada de las pensiones.
No está nada claro que vayamos a recibir ni mucho menos lo que hemos contribuido.
Es cierto que en este país de analfabestias y de un anumerismo atroz decir esto es una osadía, pero hay que empezar a educar ya.
#15 Hace nada vi en Internet una conferencia que dio Julio Anguita. En ella analizaba la izquierda, y lamentaba que no hubiera habido una revolución cultural. Decía por ejemplo, que antes (hace mucho tiempo) en los sindicatos había salas donde se daban conferencias y debates. Ahora estas salas han sido sustituidas por un bar (sin comentarios).
Eso hace mucha falta, una revolución cultural. Vamos, que no puedo estar más de acuerdo contigo.
#1 Tengo 38 años, vaya eso por delante.
Estuve en el mismo comienzo del 15M en Madrid y pude contemplar su posterior disolución cuantitativa en las calles conforme surgía Podemos, las asambleas desaparecían por puro cansancio y los escándalos de Bárcenas acostumbraban a la masa social al asco y la nariz tapada.
Asistí a muchísimas manifestaciones, fui a todas las huelgas, estuve también en la manifestación de los mineros (la más gorda y violenta que he visto), la del aborto, la de educación...en todas, absolutamente EN TODAS estaba el colectivo de los yayoflautas. En especial me enternecía el coro que llevaban siempre: un grupo de abueletes que cantaban canciones del bando republicano durante toda la convocatoria y especialmente cuando los ánimos iban flojeando y la gente comenzaba a irse.
Dos días después de explotar el escándalo de los papeles de Bárcenas se produjo una ola de indignación en medios y en redes que confluyó en una convocatoria a las puertas de Génova. España hervía de ira y vergüenza. Se iba a liar.
A la hora de la convocatoria había una decena de lecheras en la puerta de Génova y...300 mataos, entre los que estaba yo.
El cabreo que teníamos con el gobierno se convirtió en desesperanza y vergüenza de vivir en un país como el nuestro. Asco de nuestra gente, de nuestra izquierda. La edad media de los asistentes a la manifestación rondaba los 50 tacos. Recuerdo que ese día me enfadé tanto que decidí dejar de salir a la calle. Mientras me iba, con la calle ya casi vacía de gente, podía escuchar "La Tarara", cantada por el coro de yayoflautas. Son un ejemplo de dignidad, una herencia que hemos dejado de lado, que tiene muchísimas cosas que enseñar a una juventud sin conciencia de clase entre la que me encuentro (aunque de joven tengo ya poco). Somos una generación vergonzosa, domesticada, atontada. Esta gente es la última luz que nos queda. Y ahora vuelven a resurgir mostrándonos el camino cuando son precisamente ellos los únicos que tienen su futuro prácticamente asegurado.
Es injusto achacar a todo un sector de edad una actitud. Sí, es cierto que muchos de ellos votan al PP, pero no son, ni mucho menos, los que están saliendo a las calles.
Por cierto, me causa una repugnancia infinita el cuñao oportunista de Gay de Liebana, pero voy a menear porque prefiero quedarme con la esencia del mensaje.
#5 Es que el problema es cuando echamos la culpa a las personas por haber votado tal o cual. A ver si nos enteramos que nadie vota para que le roben. Los únicos responsables de los robos, son los que roban.
Es cierto que ha habido gente que ha votado a ladrones y corruptos aún sabiendo que eran ladrones y corruptos, pero es que no todo el mundo tiene toda la información a mano. Las personas mayores no se manejan bien con Internet, y muchas viven en zonas rurales donde solo se ve TVE1, o se ven otras pero no saben sintonizar su TV.
Y es que aunque hayan votado a personas que sabían que eran corruptas y ladrona, rectificar es de sabios. Y por eso no deberíamos criticar a la gente que se equivoca, sino tratar de convencerla para que se una. Es la única estrategia para unirnos, ser más fuertes y conseguir unos objetivos comunes.
#7 Es que si tu sabes que un partido roba o es corrupto. La primera vez que votas, puede ser ignorancia, pero la segunda ya es complicidad.
Salu2
#13 Son dos errores, pero y si después de la segunda vez te das cuenta que es un error y sales a la calle... Lo importante es rectificar, quedarse en los errores y autoflagelarse por cosas que no se pueden cambiar (el pasado), no sirve de nada.
#14 No son dos errores.
Es toda una vida de voto irresponsable.
Toda una vida votando,no por algo, sino contra algo.
Sólo eso explica que en cuarenta años solo hayan gobernado dos partidos en España y que en algunas comunidades ni siquiera se haya alternado en el poder.
#18 ¿Y?
El pasado no se cambia, solo se aprende de él, si uno quiere. Autoflagelarse o flagelar a otros por sus errores no sirve de nada. Es improductivo y destructivo. Es mucho mejor admitir los errores: "vale, la hemos cagado, ahora manos a la obra, a arreglarlo".
#19 De acuerdo.
Que pongan a otros en Moncloa... y luego hablamos.
#20 Y mientras tanto hay que organizarse y manifestarse.
#4 go to #5
#5 Joder, que bien hablado y decido. ¡Mis dieses!
#6 Lo primero es reconocer el error. Para que no te vuelvan a engañar y no caigas en los cantos de sirena. ¿O si les dan lo que quieren a costa de nuestro lomo ya todos contentos?
Hay que acabar con esta gentuza.
Es muy triste leer que los jovenes aun no hayan tomado el relevo de sus mayores, para salir a la calle a luchar por sus derechos, después de saber que a éstos, les costó sangre, sudor y lágrimas lograr hace 40 años todos los derechos que ahora disfrutan, ayudarles con la hipoteca, en la cría y cuidado de sus hijos, y ahora, también tienen que volver a las calles porque ellos no tienen noción alguna del significado de la palabra dignidad, es una puta
V E R G Ü E N Z A 🔥
Me encanta como ahora cuando les tocan las pensiones se mueven. Pero que sena conscientes que les han engañado como a gilipollas durante años y quizá sea demasiado tarde para reparar el error.
#4 Te doy la razón, pero no es momento de echarse en cara errores del pasado.
Esto nos concierne a todos y debemos unirnos si queremos conseguir algo.
#4 Todos hemos cometido errores. No salir a la calle en masa cuando sucedió lo de Lehman Brothers allá en el 2008 fue uno de ellos. No salir a la calle en masa, cuando vimos un colectivo maltratado por la administración: estudiantes universitarios, profesores, médicos, jubilados, emigrantes, etc. son otros muchos.
Nadie está libre de errores, a este respecto. Unámonos y dejemos ver que todos podemos rectificar. Y que lo importante no es, no caerse, sino saber levantarse. ¡Nunca es tarde!
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