El liberalismo socializa la alegría y personaliza la tristeza. Si eres feliz es gracias al sistema, si estás triste es culpa tuya. Cualquier análisis crítico es peligroso y puede poner en duda al sistema, como, casi de forma inintencionada, ha hecho Biles poniendo en tela de juicio la hipercompetitividad que domina los eventos deportivos.
Bustos no es más que el puntal de un discurso homogenizador y aborregante, porque cuando uno de los pocos espacios que nos quedan de libertad es el autoconcepto que tenemos de la felicidad, estos personajes compran y venden la idea de que hay una felicidad, que es igual para todos y que debemos de estar siempre felices para ser útiles, para rendir. Y si eres el mejor, razón de más para que no te salgas jamás de esa idea de felicidad que tu entrenador, tus fans, que tus patrocinadores, han creado para ti.
En el caso de Bustos, admirador de grandes autores que sufrieron y crearon a través de la depresión, estas declaraciones resultan doblemente graves. La tristeza parece ser un divertimento, un juego poético idealizado, solo permitido a unos pocos para crear, pero nunca para la vida "real".
Nos quieren obedientes, callados, siempre mirando hacia delante, como las anteojeras del caballo. Nos quieren sonriendo, aunque por dentro estemos muriendo. Nos quieren trabajando, infalibles, imbatibles. Ellos, que luego hablan de la vida triste en la cadena de trabajo del comunismo.
Pero, sobre todo, para Bustos el éxito y la tristeza son incompatibles, porque este señor, tan leído él, no entiende el 90% de las cosas que ama y admira. Porque este snob cree que la felicidad es solo eso: dinero, fama y atención y no puede entender que alguien que las tenga a raudales pueda ser infeliz. Porque este sociópata cree que las enfermedades mentales son puro cuento y no habría abierto el buzón si Biles, en vez de padecer ansiedad, se hubiese roto la rodilla.
Bustos es, además, un admirador absoluto de Umbral, un hombre que describió como nadie la tristeza y la ansiedad en la cresta de la ola. No solo es mala persona, es un simplista, un pobre hombre, un obtuso de manual que a lo más grave que ha tenido que enfrentarse es a que le llegue tarde un Glovo. Normal que no sepa empatizar. Normal que admire la formalidad de la tristeza de un hombre que perdió a un hijo pero no sepa percibirla más allá que como una mera retórica poética.
Desde su torre de marfil, asiste a cócteles con intelectuales, lee libros desgarradores y se dice admirador de poetas, escritores, pintores que sufrieron depresiones o periodos de ansiedad. No tienen ni puta idea de lo que es la vida. Ni la tendrá. No le interesa lo más mínimo.
Desde su torre de marfil, ve los Juegos o la vida como el emperador que mira a los gladiadores. Para él no son personas, son piezas de un juego, son instrumentos para el rendimiento o la diversión y deben estar siempre a la altura. Deshumanizan la vida desde sus poltronas de opinión, ¿cómo no van a deshumanizar el deporte?
Comentarios
La Ilustración decía: madurad
El capitalismo decía: volved a la preadolescencia
¿Quién ganó?
Jorge Riechmann
Luego hablan de la supuesta "superioridad moral de la izquierda".
Menudo pedazo de mierda de tío...
#0 no se quien es el interfecto, pero tiene usted toda la razón!
#3 Puedes verlo tu mismo,es el tipo que en el programa del Ferri dijo que él prefería a un corrupto que a un podemita.
Bustos no es más que un cacho de mierda con patas. Otro.
Nos quieren obedientes, callados, siempre mirando hacia delante, como las anteojeras del caballo
¿quienes?
Hace nada tuve una discusión con un meneante con respecto al doping en las carreras ciclistas. Le dije que desde que me enteré que era generalizado, dejé de verlas y que me parecían una atrocidad. Una vida es 1 000 millones de veces más valiosa que un cacho de metal redondo. Él decía que no podía dejar de admirar a esa gente aunque hicieran lo que hicieran, porque lo que veía en ese deporte era belleza.
En fin, pensar así, me parece de lo más falto de empatía. Poner unas pruebas absurdamente inalcanzables para que la gente vaya puesta hasta las trancas y cargarse parte de su salud, me parece sociopatía de libro. Y una actitud tóxica hacia la vida despreciable no importa lo socialmente aceptable que ésta sea.
Por cierto si piensas escribir algún libro o si ya lo has hecho avisa. Me encantaría leerlo.
#FreeAssange
El liberalismo socializa la alegría y personaliza la tristeza. Si eres feliz es gracias al sistema, si estás triste es culpa tuya.
No estoy de acuerdo, también te dicen que el que es feliz es porque se lo merece, porque se lo ha ganado, porque lo ha hecho mejor que tu.
También, si mal no recuerdo los gladiadores ganaban mucho dinero y eran los cristiano ronaldos de su era, otra cosa es que hubieran esclavos, o que se participe de forma involuntaria.
No discuto en general el artículo, pero hay muchas cosas matizables, quién está ahí es porque quiere. Y cualquier cosa llevada al extremo de la alta competición termina siendo tóxica, ya sea que hablemos de deportes, aficiones, o trabajo. Ser la cima de algo intrínsecamente va a requerir sacrificios.
Comentario duplicado. Lo siento, no volverá a ocurrir.
¿A qué pensaba que estaba jugando Biles? Es una deportista de alta competición. Debería saber ya que ahí lo que va a encontrar es alta presión a todos los niveles. Si no puede con ello, me parece muy bien que abandone, por muy malo que sea el momento que ha escogido, pero no puede decir que le pille por sorpresa.
¿Os imagináis a Kasparov abandonando una partida de ajedrez porque se sintiese muy presionado para ganar? Pues eso.