Hace 11 años | Por --80001-- a yorokobu.es
Publicado hace 11 años por --80001-- a yorokobu.es

Tras la publicación la semana pasada de un artículo en Yorokobu que denunciaba la indefensión que están sufriendo muchos emprendedores que deciden abrir comercios en España, surge un nuevo caso preocupante. Esta vez es un pequeño teatro de Usera (Madrid) llamado Kubik Fabrik, que a finales de 2012 tuvo que cerrar por haber “incumplido con algunas normativas”. Tras el precintado del espacio, accedieron a una serie de exigencias que imponía el Ayuntamiento de Madrid, pero la odisea no acabó allí.

Comentarios

D

#1 He ahí el quid...

destornillador

#6 Eso es lo que pone en la entradilla. En el cuerpo de la noticia lo explican el detalle:

“Después de cuatro meses de duros requerimientos por parte del AGLA (Agencia de Gestión de Licencias de Madrid), inesperadamente nos dicen que somos un espacio del tipo 4, equiparándonos con una discoteca o sala de fiestas, un hecho que significa que tenemos que insonorizar completamente el espacio”, explica Federico Sánchez Cabezudo, fundador del teatro. Este requerimiento obliga al dueño de la sala, con un aforo de 70 personas, a enfrentarse a una reforma que costará por lo menos “50.000 euros”. Un proyecto viable con vocación social y que genera empleo se ve obligado a cerrar una vez más y replantearse su futuro.

D

#6 Este hombre se queja de que a él le ponen zancadillas y problemas por todos lados mientras al del casino casi le están montando el negocio y personalizándole las leyes... y ya no me meto a hablar de la diferencia moral de cada tipo de negocio.
Vamos que se queja del agravio comparativo.

ValaCiencias

#7 Una cosa es la regulación razonable y otra cosa es hundir a los debiles que es lo que están haciendo aquí...

Y ese es precisamente mi punto. ¿Cuando van a entender ustedes que lo último que van a hacer los políticos serán "regulaciones razonables"? Joder, es que es como darle un arma a un atracador y pedirle que haga buen uso de ella.

CCP #10

W

#9 Está claro que los políticos no lo harán pero un buen funcionariado o un equipo especial podría asistir. Hay muchos ejemplos en otro países en las que las administraciones ponen facilidades. Tengo amigos que se mudaron a San Francisco para montar un negocio y les recibió el alcalde de la ciudad para ver como podía ayudarles!!! Requiere cambiar completamente el enfoque y cometido de estos departamentos...

ValaCiencias

#11 Pues es que si la idea es depender de un funcionario al que le van a pagar vayan bien o no los negocios en la ciudad, ya está mal todo desde el principio. Los emprendedores no necesiten que los ayuden. A la mayoría le bastaría con que no les estuvieran tocando las pelotas.

eltiofilo

#12 Sí, pero es cosa de los políticos a los que le interesan estas cosas. Por ejemplo el mundo de la licencia municipal no es más que un sacacuartos. Y por otra parte también el emprendedor en algunos casos es un poco cazurro.

m

Si queremos un futuro para nuestros nietos, tenemos que educar a nuestros hijos de un modo que comprendan que estos delitos morales de hoy han de ser penales el día de mañana. Ser político es una responsabilidad social y a estos eso les suena cachondeo.

W

#6 La regulación no es mala de por si. Lo malo es cuando traspasa la frontera de lo razonable. Este negocio estuvo 4 meses adaptandose a las exigencias y cuando ya están listo llega la administración con nuevas exigencias obligando a un teatro de barrio con aforo para 70 personas a acometer una reforma para una discoteca. Algo que le incurrirá por lo menos 50.000 euros en costes. En vez de buscar una salida razonable paralizan el proyecto y le dejan sin futuro. Una cosa es la regulación razonable y otra cosa es hundir a los debiles que es lo que están haciendo aquí...

ValaCiencias

Es indignante que los políticos puedan regular e interferir los negocios privados... ah, no, que todos los días defendemos eso. Pues bien, ahóra no se indignen.

destornillador

#2 Premio al comentario "Churras y Merinas" del día.

ValaCiencias

#5 Esta vez es un pequeño teatro de Usera (Madrid) llamado Kubik Fabrik, que a finales de 2012 tuvo que cerrar por haber “incumplido con algunas normativas”.

No veo por qué es mezclar churas y merinas.