Este gap parte de una premisa equivocada en la cual tacha de extremos a los antiextremistas: un antifascista no es un extremista, sino un antiextremista. El extremo opuesto al fascismo es el comunismo.
El problema del antifascismo y por lo que se convierte en extremo no es porque persiga a los fascistas, que está bien (mientras no use la violencia), es a quien identifica como fascistas. Y el problema de los últimos tiempos es que ese movimiento considera fascista a todo el que este a la derecha del PSOE.
Comentarios
Este gap parte de una premisa equivocada en la cual tacha de extremos a los antiextremistas: un antifascista no es un extremista, sino un antiextremista. El extremo opuesto al fascismo es el comunismo.
#3 Creo que eso mismo lo explican en el vídeo
¡Me cago en la leche Merche! que a mi no me toca nadie, que soy español, mucho y muy español!
Este cartel está ahí detrás escondido, pero es el que tiene más razón de todos sin tanta cháchara.
Ni virus ni vacunas, igualdad.
Es perfecto que la gente diga eso de los extremos se tocan. Así reconoces al momento a un inculto
El problema del antifascismo y por lo que se convierte en extremo no es porque persiga a los fascistas, que está bien (mientras no use la violencia), es a quien identifica como fascistas. Y el problema de los últimos tiempos es que ese movimiento considera fascista a todo el que este a la derecha del PSOE.
"Ni violencia de género ni antiviolencia de genero" frase top.