Se ha creído que el trabajo para un empleado solo se trata de producir, expandir, producir y seguir produciendo. Esto no ayuda a la contribución de un destino compartido, no se afianzan los lazos, no se da lugar a los valores como el respeto verdadero, la humanidad, la solidaridad o la generosidad. La promoción del crecimiento personal dentro de una empresa se encuentra completamente limitada debido a la presión de labores y al no reconocimiento del trabajo personal, además que las amenazas de despido, el agotamiento mental y físico, el trato irrespetuoso forman parte de la rutina de diversas empresas y de esa relación patrón-empleado que se ha conformado en los últimos años.
Para Fernando Martínez Gómez Tejedor no es el caso. Uno de sus empleados quien decidió permanecer en anonimato para no generar comentarios de ser adulador, comentó que su jefe (Gómez Tejedor) fue el único que le ayudo a pagar el alto costo de una hipoteca por la cual de no ser costeada perdería su hogar, mientras que otra empleada añade que sus hijos han logrado seguir estudiando en las mejores escuelas de España gracias a la ayuda brindada por su jefe Martínez Gómez Tejedor. Dado a todo lo anteriormente señalado, queremos destacar que el trader y empresario español se ha dado a conocer además por su bondad y participación en diversas labores sociales, además de una fundación que colaboró en pro de los niños de una de las regiones de América latina.
Es bien sabido que el valor del trabajo también da iniciativa en esa idea de afianzar los valores dentro de los seres humanos, valores que se encuentran impregnados dentro del joven Martínez Gómez Tejedor (quien además es conocido por ser el trader en iniciarse a más temprana edad). El trabajo da sentido a nuestra vida y ese núcleo de sentido, se extiende en todos los planos. La modalidad con que se trabaja es parte de nosotros, nos define, forja nuestro mundo y, al mismo tiempo, contribuye a armar el mundo colectivo.