Zapatero ha escogido el 27 de noviembre, festividad de la Virgen del Milagro, para convocar las elecciones generales más difíciles a las que se ha enfrentado nunca el PSOE y en que, si un milagro no lo remedia, puede sufrir la derrota más dura de toda su historia.
Era evidente que el nuevo candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, no podía aguantar ocho meses con un discurso de izquierdas mientras el Gobierno socialista seguía aplicando las medidas liberales que le exigen el FMI, Bruselas y los mercados. Esto ha decantado la balanza a favor de los que pugnaban por adelantar las elecciones, frente a los que querían apurar hasta el último momento para ver si la crisis económica remitía y se empezaban a crear puestos de trabajo. Los últimos datos del Ministerio de Economía y de la Oficina Económica de Zapatero es que no será así y que los brotes verdes no acaban de despuntar.
Alfredo Pérez Rubalcaba saldrá también del Gobierno y dejará la cartera de Interior en el número dos del ministerio, Antonio Camacho, para que le cubra la espalda y resuelva cuestiones pendientes, como el 'caso Faisán'. Además, Ramón Jáuregui, actual ministro de Presidencia, será el nuevo portavoz del Gobierno, el encargado de informar de los Consejos de Ministros.
El equipo del nuevo candidato socialista trabaja a toda máquina para incluir en su programa parte de las reivindicaciones del 15-M con la clara intención de recuperar el discurso socialdemócrata y recuperar el voto que en las pasadas elecciones municipales y autonómicas se fue hacia IU y UPyD. Así también intentan frenar los nuevos partidos que se presentarán a los próximos comicios, como Equo, que reúne algunos de los anteriores líderes de Izquierda Unida.
Comentarios
Eso es un rumor en forma de artículo, no una noticia...
Mira porque había tanta prisa con Rubalcaba...
Confidencial, exclusiva...
Vamos, que es tan verdad como que el iPhone 5 vendrá con iMasajeador de cataplines.
TRADUCCIÓN
Zapatero ha escogido el 27 de noviembre, festividad de la Virgen del Milagro, para convocar las elecciones generales más difíciles a las que se ha enfrentado nunca el PSOE y en que, si un milagro no lo remedia, puede sufrir la derrota más dura de toda su historia.
Era evidente que el nuevo candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, no podía aguantar ocho meses con un discurso de izquierdas mientras el Gobierno socialista seguía aplicando las medidas liberales que le exigen el FMI, Bruselas y los mercados. Esto ha decantado la balanza a favor de los que pugnaban por adelantar las elecciones, frente a los que querían apurar hasta el último momento para ver si la crisis económica remitía y se empezaban a crear puestos de trabajo. Los últimos datos del Ministerio de Economía y de la Oficina Económica de Zapatero es que no será así y que los brotes verdes no acaban de despuntar.
Alfredo Pérez Rubalcaba saldrá también del Gobierno y dejará la cartera de Interior en el número dos del ministerio, Antonio Camacho, para que le cubra la espalda y resuelva cuestiones pendientes, como el 'caso Faisán'. Además, Ramón Jáuregui, actual ministro de Presidencia, será el nuevo portavoz del Gobierno, el encargado de informar de los Consejos de Ministros.
El equipo del nuevo candidato socialista trabaja a toda máquina para incluir en su programa parte de las reivindicaciones del 15-M con la clara intención de recuperar el discurso socialdemócrata y recuperar el voto que en las pasadas elecciones municipales y autonómicas se fue hacia IU y UPyD. Así también intentan frenar los nuevos partidos que se presentarán a los próximos comicios, como Equo, que reúne algunos de los anteriores líderes de Izquierda Unida.