Era martes, dos de abril de 1990 cuando la Guardia Civil dio el alto a un Renault 14 que lo cambió todo. Los agentes esperaban en un control rutinario de carretera cuando confirmaron que el vehículo realizaba maniobras sospechas. Tanto como para saltarse el cordón de pinchos que la Guardia Civil había colocado en el suelo. Desde el interior del coche, un joven custodiaba con una pistola 330 kilos de explosivos, destinados a colocar un coche bomba en la jefatura de la Policía Nacional en Sevilla.
Comentarios
Quién en su juventud no se ha saltado unas clases o puesto unas bombas en Torremolinos...
Qué buena persona era!
¡Oh! Pobrecito. Se mete a la ETA pensandose que era para ayidar a cruzar abuelitas y resulta que luego le dicen que es para matar. Tiene que haber sufrido mucho. Él. El asesino.
Chiquilladas...
Niñatos descerebrados de 19 y 20 años. Esto era ETA.
#1 angelitos
#3 Chavales les llaman ahora para blanquear sus delitos.
Los trabajadores desleales suponen un grave problema para la productividad de las empresas. Hoy día se aplican técnicas de coaching que mejoran el engagement.
Se meten en un grupo terrorista comunista y luego se sorprenden que esto va de asesinar y extorsionar.